domingo, 1 de septiembre de 2013

Capítulo 10.

Ella se gira mientras yo me acerco con paso acelerado.
- Dime, Dani.
- Bueno, no era nada... Solo que he pensado que quizás podríamos cenar hoy, o no sé...
Ella sonríe ante la torpeza de mis palabras, pero no obtengo la respuesta que esperaba.
- Hoy tengo una reunión importante y no sé a que hora voy a acabar... Quizás otro día, ¿no?
- Sí... Claro, no te preocupes. Bueno, pues ya nos veremos. Chao.

Y antes de que ella pueda despedirse, doy media vuelta y vuelvo al sitio del que no tendría que haberme movido. Rabia y dolor se mezclan muy dentro de mí. ¿Qué esperaba? Quizás solo un simple "sí". Pero supongo que lo lógico ha sido oír el "no". Aunque "lógico" no significa "menos doloroso".

Entro a grabar e intento recordar todas mis frases pero mi cabeza da vueltas a otra cosa.
- Dani, ¿estás bien?
Me pregunta Melani al ver que por cuarta vez consecutiva no recuerdo que tengo que decir.
- Sí...
- Venga, vamos a intentarlo de nuevo.
Esta vez sí me sale, pero solo es una de las muchas escenas que tengo que grabar hoy.

Hacemos un descanso para ir a comer algo. Todos hablan pero yo me quedo rezagado pensando en lo que no debería pensar.
- Martínez, ¿qué te pasa? Estás ido.
- ¿Eh? Nada, nada. -respondo rápidamente.
- Lleva así toda la mañana... -comenta Edu.
- Que no me pasa nada.
- Antes he salido a fumar y te he visto hablando con una chica y juraría que era aquella que trabajaba contigo en Tonterías. -me dice Melani.
- ¿Anna? ¿Anna Simon? -pregunta David.
- Sí. -respondo.
- ¿Y eso no tendrá nada que ver con tu estado de ánimo, no? -me preguntan. Me quedo callado unos segundos.
- Claro que no.
- Ya, ya... Hubo un tiempo que se comentó que estabais juntos...
- ¿Ah sí? Pues yo no lo sabía.
- Es verdad, a mí también me suena haberlo oído.
- Pero, ¿es cierto?
No respondo, almenos no todo lo rápido que ellos se esperaban. - ...Sí.
Se hace un silencio después de mi respuesta. - Pero no quiero hablar del tema.
Me levanto y me marcho. Escucho sus cuchicheos hasta que salgo. Cojo el móvil y me distraigo hablando con amigos hasta que es la hora de retomar las grabaciones.

Pasa la tarde de manera larga y aburrida. Sin duda hoy ha sido un día raro. Supongo que al verla me he sentido tan bien como hacía tiempo que no me sentía pero después he vuelto a saborear la amargura al entender que ha sido solo un encuentro de casualidad...

- Dani, vamos a tomar algo todos, ¿te vienes?
- Puf... No me apetece la verdad, quiero ir a casa.
- Va, vente... Así desconectas.
- Estoy cansado... Salid vosotros, mañana nos vemos.
Me despido y me voy a casa.

Me ducho y me tumbo en el sofá desganado. Pongo la tele pero no echan nada que me distraiga. Miro el reloj. Las siete y media. Apago el televisor y cierro los ojos.
Y cuando creo que voy a quedarme dormido, suena el teléfono. Es un mensaje.
"He acabado antes de lo que pensaba, ¿sigue en pie la cena?"

domingo, 11 de agosto de 2013

Capítulo 9.

La miro de arriba a abajo. Aún no sé si puedo creérmelo. Es ella y está delante mío.
- Ann. Anna...
- Hola... ¿Me das dos besos? -me pregunta con una sonrisa en los labios.
- Claro... -me acerco para saludarla. No ha cambiado de perfume y eso me encanta- ¿Qué haces aquí?
- Pues nada... Estaba por aquí y cuando te he reconocido no he podido evitar saludarte...
Observo cada uno de sus gestos. ¿Cuánto hacía que no nos veíamos? Desde aquella tarde en mi casa... A mí me han parecido siglos...
- Me alegro de que te hayas acercado... Hacía mucho que no te veía, cara a cara quiero decir... Porque desde que hiciste las fotos para el Corte Inglés estás por todos lados... -le digo aún aturdido por la sorpresa de verla de nuevo. Ella se ríe, con esa sonrisa traviesa de no haber roto nunca un plato. Y yo me limito a observarla. Me reprimo un "te he echado de menos" que quiere salir a gritos de mi garganta. Y vuelvo a a sonreír. - ¿Y cómo te va todo?
- Bien, todo bien... ¿Y tú que tal? Veo que estás grabando para Aída, ¿no?
- Sí... Me gusta mucho este trabajo... Estoy muy contento...
Disfruto una vez más de su tímida sonrisa. - Y ahora... ¿Estás viviendo en Barcelona?
- Sí... Pero últimamente paso más tiempo aquí que allí... ¿Y tú? Aquí, ¿verdad?
- Pues sí... Aunque ya no vivo en el mismo piso...
- ¿Ah no?
- No... Demasiados recuerdos...
Veo como su expresión cambia. Se pone seria y aunque intenta disimularlo sé que todo nuestro pasado se le ha venido a la cabeza.

- ¡¡¡Dani!!! ¡¡¡Te toca!!!! -gritan desde dentro del edificio.

- Bueno... Tengo que irme...
- Sí, no te preocupes...
- Anna...
- Dime.
- Bueno que... Me ha gustado verte...
- A mí también, Dani... Espero que todo te vaya bien...
- Igualmente... Cuídate mucho...
Ella sonríe y se aleja. Y yo me quedo mirando como se va. ¿En serio vas a dejarla ir? ¿Otra vez? Me digo a mí mismo.



- ¡Anna! ¡Espera!

sábado, 10 de agosto de 2013

Capítulo 8.

Octubre, 2013.

El tiempo pasa rápido y las cosas cambian demasiado. Miro atrás y muy pocas cosas son ahora como eran antes. La gente que me rodea hoy no estaba conmigo hace meses y las personas que hace meses necesitaba a mi lado hoy ya no están. Supongo que todo pasa por algo pero a veces desearía que todo fuera como antes... A veces me gustaría poder llamar a quien antes tenía en mi lista de 'contactos favoritos'. Tuve que borrar su número de mi teléfono, pero tengo cada dígito grabado en mi mente. ¿Cuántas veces habré tecleado su número y no me habré atrevido a darle a la última tecla? Demasiadas, y  hoy se suma una más.

Mi vida profesional va sobre ruedas. Algunos proyectos han fallado pero me han servido para darme cuenta de que no lo tengo todo ganado, y que para conseguir algo hay que luchar hasta el final. Intento evadirme de mi vida personal con mi trabajo, con mis actuaciones y ensayos pero han pasado demasiadas cosas y empiezo a pensar que son imposibles de olvidar.

A veces intento pensar cómo he llegado hasta aquí. En qué he fallado y qué es lo que me ha salido bien. Pero entonces me doy cuenta de que es mejor no pensar. ¿A caso gano algo martirizándome con lo que fui y lo que dejé de ser? ¿A caso puedo echar el tiempo atrás y cambiar ciertas decisiones? Quizás si pudiera tampoco cambiaría nada o sí, ni siquiera lo sé.

Me apoyo en la pared esperando que digan mi nombre para entrar a grabar. Aún no hace frío pero el viento empieza a refrescar. Cojo el móvil y me doy cuenta de que cada vez que miro la pantalla lo hago esperando ver un mensaje suyo, pero nunca hay nada.
Es entonces cuando me parece sentir su olor...

- Vaya... Camisa a cuadros, Converse y enganchado al Iphone... No cambias Martínez...