viernes, 25 de noviembre de 2011

Capitulo 114: Sin ti

Intento coger a Dani del suelo antes de que el borracho vuelva a atacar pero no lo consigo, me aparta de un empujón y aún no sé como consigo mantenerme de pie... Veo como Dani en el suelo sin moverse y con los ojos cerrados mantiene la mueca de dolor y recibe varias patadas en el costado izquierdo... lloro, lloro desconsoladamente y pido ayuda porque no puedo hacer nada para detener esto.
- Dani, Dani! Levanta por favor! -le digo mientras hago fuerza para sujetarle. Miro hacia arriba y veo que unos chicos están cogiendo al tipo que le hizo daño a Dani, y me quedo más tranquila sabiendo que no va a volverle a atacar. Dani sigue sin responderme y sigue sin moverse y yo creo que voy a empezar a llorar pero me contengo, tumbo a Dani boca arriba ya que me veo incapaz de levantarle.
- Mi vida, por favor, reacciona... -tiene los ojos cerrados y uno de ellos morado, le acaricio la mejilla, subo hasta su cabeza y me quedo ahí enredando mis dedos entre su pelo- Dani, por favor, no me hagas esto, vamos, mi amor! -noto como mis mejillas se cubren de lágrimas y como mi respiración se acelera, el miedo me come por dentro, la idea de que él me pueda dejar sola en este mundo, la idea de que mi mejor sueño se convierta en una pesadilla me mata, y sigo llorando, y sigo rogándole a Dani que reaccione, pero no recibo nada- Por favor Daniel, joder! Necesito que me digas algo, necesito que respondas, necesito saber que estás bien, que sigues ahí, que no te voy a perder...
Nada... sigue quieto, la gente empieza a acorralarnos pero nadie se acerca, deseo que esto no esté pasando, deseo despertarme y ver a Dani al lado de mi cama consolándome mientras me explica que esto solo ha sido una pesadilla, pero no... abro los ojos y sigo viéndole en el suelo, viendo solo su cuerpo, viendo como no me dice nada, como me quedo sin respuesta, como el amor de mi vida está inconsciente entre mis brazos... Mi respiración se vuelve más entrecortada todavía, mi miedo aumenta al mismo tiempo que mi pulso se acelera. Sigo acariciándole el pelo con una mano y la mejilla con la otra, mientras escucho el sonido de la ambulancia... Jamás pensé que algo tan trágico me podría pasar, que este viaje pudiera tener algún problema, pero las cosas no son siempre como uno las idealiza, siempre hay algo que estropea el mejor de los momentos...

Vamos hacia el hospital en la ambulancia, observo a Dani en la camilla, está en la misma posición que cuando estaba en el suelo de aquella discoteca que jamás debimos pisar... Le beso la frente con dulzura aunque él quizás ahora no esté sintiendo nada... Sigo llorando y mi respiración sigue acelerada, me tiemblan las manos y siento que tengo el corazón en un puño...
Veo como tumban a Dani en una cama del hospital, dicen que le tienen que hacer algunas pruebas y que espere fuera... Les hago caso y me quedo fuera sintiendo como tengo un nudo en la garganta y mis nervios van en aumento...
Pasan un par de horas y me dicen que ya puedo pasar a verle, entro más nerviosa todavía, pero me lo encuentro igual que antes... tumbado, ojos cerrados, piel pálida y cuerpo inmóvil. Me siento a un lado de la cama y cojo su mano con fuerza, me apoyo en su pecho y escucho el latido lento de su corazón y mientras siento como su pecho se mueve al compás de su respiración consigo tranquilizarme un poco...
Siguen pasando los minutos y él sigue igual... Me incorporo y aún sentada al filo de la cama miro cada parte de su rostro, sigo cogiendo su mano con fuerza y de pronto noto como él también está apretando mi mano.
- Dani! Dani, mi amor... -digo conteniéndome las lágrimas pero sin conseguirlo del todo- dime algo, mi vida, dime algo por favor...
- Te... te amo... -susurra lentamente...

sábado, 19 de noviembre de 2011

Capitulo 113: Poco para ti

El agua sigue mojando nuestros cuerpos, él sigue haciéndome disfrutar y el tiempo parece haberse parado. Una y otra vez me siento en lo más alto, una y otra vez me estremezco, porque no hay segundo que no disfrute con Dani, desde que empezamos hasta que terminamos solo siento placer y más placer. El sonido del agua cayendo hace que nuestros suspiros no se oigan tanto, pero aún así noto su respiración acelerada, el movimiento rápido de su pulso, y su piel erizándose por cada roce de nuestro cuerpo.
- Cre.o qu.e ja.más ten.dré u.n cu.mple.añ.os c.omo es.te... -dice aún con la respiración entrecortada después de besarnos por última vez bajo la ducha.
- Esp.ero que los sigui.entes sean mu.cho mej.or que est.e.
- Es.o ya serí.a dema.siado... -me dice abrazándome.
- Todo es po.co para ti, mi vi.da. -le dejo un tierno beso en el cuello y me salgo de la ducha antes que él. Nos arreglamos y nos disponemos a salir por ahí.

Estamos en una discoteca bailando y bebiendo, Dani va un momento al baño y yo sigo bailando cerca de la barra del bar cuando veo que un chico se me acerca. Me giro para darle la espalda, no quiero que piense que voy a ligar, aunque creo que está demasiado borracho como para darse cuenta de sí quiero o no tener algo con él. El chico me dice algo en inglés, y aunque no se le entiende mucho, creo que me ha dicho una grosería bastante fea, me repugna la gente así... Sigo como si nada esperando a que Dani venga a salvarme de este tío, pero todavía no aparece. Cuando el chico se acerca bastante a mí consigo escapar de él metiéndome entre la gente, pero de repente noto una mano en mi culo, me giro rápidamente para ver que desgraciadamente es el mismo borracho de antes, se acerca a mí con la intención de besarme, pero de repente algo le frena a hacerlo... Dani le tiene agarrado por detrás, le coge de la camisa y consigue que el chico quede frente a él, veo como Dani le mira con odio y con mucha rabia, intento frenarle pero no me mira, directamente le da un puñetazo en la cara al borracho para que éste caiga al suelo.
- ¡¡¡No la vuelvas a tocar!!! -escucho como le dice Dani chillando, pero el borracho se levanta y empuja a Dani para que caiga al suelo. Intento parar esto como sea, pero se me hace imposible... Dani hace el amago de levantarse pero antes de que pueda el borracho vuelve a pegarle más fuerte.
- ¡¡No, no, no!!

jueves, 17 de noviembre de 2011

Capitulo 112: Emoción

Bajamos del avión, salimos del aeropuerto y noto como el aire neoyorquino golpea mi piel. De pie al lado de Dani siento que esto es el principio de un gran viaje... miro a mi alrededor, es de noche y nunca vi un cielo tan bonito, iluminado por tantas estrellas. Giro mi cabeza para observar mi compañía, y al sonreírle me sonríe él también, entonces es cuando me doy cuenta de que no hay estrella en el firmamento que ilumine más que su sonrisa. 
- Ni en los mejores sueños me ha pasado esto. Es increíble... -me dice soltando las maletas en el suelo y abrazándome por detrás, rodeando mi cintura con sus brazos. Giro a un lado la cabeza y le beso en la mejilla, él aún apoyado en mi hombro se gira también y me besa en los labios. 
- Vamos a pedir un taxi, mi amor, que tenemos que ir al hotel. 

Dejo mi maleta en el suelo para abrir la puerta de nuestra habitación. Me quedo sorprendida al entrar, es realmente bonita, en fotos ya lo era, pero estando aquí me quedo boquiabierta. 
- Dani ya puedes entrar. -estaba esperando a fuera. Cuando entra se queda también con la boca abierta. 
- ¿Enserio? ¿De verdad has alquilado esta pedazo de habitación para estar conmigo? -sigue mirando cada rincón de la habitación... 
- Mi vida, es el primer cumpleaños tuyo que pasamos juntos, nuestras primeras navidades, creo que merecemos esto. 
- Gracias mi niña, no sé como puedo agradecerte esto. 
- Así... -me acerco a él y le beso, enredo mis manos detrás de su cuello y él hace lo mismo con las suyas detrás de mi cintura. 

Llevamos 24 horas en New York, 24 horas llenas de amor insaciable, donde los besos, las caricias, los abrazos, los "te quiero" han estado presentes continuamente... Quedan 5 minutos para que sean las 12 de la noche, para que el amor de mi vida cumpla sus 29 años. Acabamos de llegar de hacer turismo por las mejores zonas de New York, aunque el sitio preferido de Dani lo visitaremos mañana. 
Él está en la ducha, yo estoy mirando que ponerme para salir esta noche, aunque en realidad estoy pendiente del reloj, parezco una niña ansiosa esperando a que las agujas marquen las 00:00h. Me meto desnuda sigilosamente en el baño, detrás de la cortina puedo observar su cuerpo desnudo, y cuando todavía no se ha percatado de mi presencia, me meto en la ducha con él. Se gira extrañado, y cuando me ve sonríe. Tiene intención de decirme algo, pero pongo mi dedo índice sobre sus labios. 
- Felicidades, mi vida. -le susurro en el oído. Le miro a los ojos, los tiene brillantes, está realmente emocionado. Presiono el botón de la ducha haciendo que nuestros cuerpos se cubran de agua, me coge de la cintura y me pega a él, noto cada fibra de su piel pegada a mí, y me besa... me besa como nunca antes lo hizo o por lo menos me besa haciendo que nuevos sentimientos nazcan en mí. Noto sus labios húmedos en mi boca, en mi cuello, en cada parte de mi cuerpo, le acaricio la espalda con deseo cuando vuelve a besarme con una pasión desmesurada, con un amor innegable, me besa con ganas de hacerme suya una vez más, y yo le beso deseando que me haga el amor, mientras nuestros cuerpos se mojan, mientras la temperatura sigue subiendo...

viernes, 11 de noviembre de 2011

Capitulo 111: Sonreír

Estamos en el aeropuerto, nuestro avión está a punto de salir. Entramos y nos sentamos en los asientos asignados, pongo la mano en el muslo de Dani y él me la agarra con fuerza, sabe que esto de los aviones me da algo de miedo, y con solo estrechar su mano con la mía me tranquiliza muchísimo.
- Aún no me lo creo... ¿de verdad vamos a New York? -me pregunta aún incrédulo con la situación.
- No... En realidad vamos a Andorra, lo de New York era por crearte falsas ilusiones. -digo riéndome, al principio se queda serio pensando que es verdad, luego nota que es broma y se ríe también.
- Andorra, New York, Mollet, Astorga, Madrid... Me da igual a donde vayamos si vamos juntos... -me mira fijamente a los ojos, haciendo que todos mis pensamientos se vayan a no sé donde, me encantaría besarle pero aquí puede haber alguien que nos vea, así que me aguanto las ganas y me limito a sonreír sinceramente.
El avión empieza a despegar, Dani me acaricia el brazo para tranquilizarme ya que en este momento es cuando más nerviosa me pongo, pero a su lado, es como si estuviera en el sofá de mi casa, sin ningún tipo de miedo. Nos espera un viaje largo, y cuando ya llevamos hablando un rato me empieza a entrar el sueño, Dani sonríe y se acerca un poco a mí para que yo pueda apoyar mi cabeza en su hombro, así lo hago, y desde aquí puedo oler su perfecto aroma.
- Qué bien hueles... -le susurro. Me responde con un beso tierno en el pelo, y mientras me sigue acariciando el brazo, me duermo acurrucando mi cabeza entre su cuello. Me despierto al cabo de las horas, aún seguimos en el avión, miro a Dani, ahora es él el que está dormido, me muevo lentamente para no despertarle, con el movimiento acaba poniendo su cabeza en mi hombro, me encanta que se apoye en mí para dormir, me encanta ser su almohada... Pido algo para comer, y se me hace realmente difícil masticar, porque me da la sensación que cualquier movimiento que haga despertará a Dani.
- Mm... Dame un poquito ¿no? -le escucho aún teniendo su cabeza apoyada en mi hombro, mientras golpea su aliento con mi cuello, haciéndome estremecer. Le acerco un trozo de sándwich a la boca y cuando ya está masticando se incorpora y me mira. Apoyo mi cabeza en el respaldo del asiento y la giro para mirarle yo también, le miro los ojos, la nariz, la boca, vuelvo a sus ojos, a su nariz, a sus labios, una y otra vez, y sonrío mientras lo hago, sonrío porque no me sale hacer nada más, no me sale hablar, solo me sale sonreír, al verle aquí conmigo...
- Eres... eres perfecto Dani... -le digo después de verle sonreír a él también.
- No lo creo... Además por muy perfecto que fuera jamás estaría a tu altura... -se acerca a mí poco a poco.
- Eres perfecto para mí, no necesito nada más mientras te tenga a ti. -me acerco yo también.
- Oye... Ya no estamos en Madrid... -me susurra a pocos milímetros de distancia.
- Ya... ¿por qué?
- Porque entonces no tengo ningún impedimento para besarte... -dice acercándose un poco más.
- Entonces deberías besarme... -cierro los ojos esperando a que sus labios choquen con los míos, y aunque tarda un segundo en besarme, se me hace eterna la espera, pero una vez que le tengo aquí pegado a mí no desaprovecho ni un segundo, le beso con todo el amor que puedo transmitirle, saboreo sus labios aquí, volando entre las nubes, teniendo el mundo a nuestros pies...

sábado, 5 de noviembre de 2011

Capitulo 110: Tu regalo

Nos quedamos quietos, me mira asustado y yo a él, en realidad no estamos haciendo nada malo, pero me da miedo que nos pillen en plan pareja... Me levanto sigilosamente y me acerco a la mirilla, suspiro aliviada al ver que es Juange. Le digo a Dani que se mantenga callado, y abro la puerta.
- Hola! -digo aparentando tranquilidad.
- Hola Annita! Me dijiste que hoy ibas al dentista y como siempre te dejan fatal, me preguntaba si necesitabas algo. -qué majo es, madre mía!
- Ay Juange, eres el mejor, pero no necesito nada, gracias igualmente.
- ¿Segura? Que tú siempre cuando vienes del dentista estás mimosa y con ganas de cariño, y aquí sola igual no estás bien... -como me conoce, pero yo ya tengo a quien me cuide esta noche...
- Ya, pero hoy tengo mucho sueño y me iré ahora a dormir, muchas gracias, guapo!
- Vale cariño, descansa y si necesitas algo me lo dices, que estoy aquí al lado, eh! -sonríe y se aleja hasta su puerta, yo cierro la puerta y me quedo apoyada en ella, Dani me sonríe desde la cocina donde estaba medio escondido y yo le devuelvo la sonrisa.
- Como odio tener que esconderme, joder, quiero que la gente sepa que soy feliz aquí contigo cuidándote! -me dice abrazándome.
- Te quiero mi vida! -me besa con miedo de hacerme daño y seguimos cenando, cuando terminamos vamos al sofá y nos ponemos una película romanticona de las que nos gustan a los dos.
- Oye ahora que me fijo... ¿no tenías otro pijama más feo para ponerte, no? -dice riéndose de mi pijama rosa de osos.
- Oye no te metas con este pijama, pensé que no te iba a ver y es el más cómodo que tengo! -y así seguimos toda la noche, él metiéndose conmigo, yo haciéndome la ofendida y reconciliándonos con miles de besos suaves.

Pasan las semanas en las que mi amor por Dani sigue creciendo constantemente, quedan 4 días para su cumpleaños y ya tengo el regalo preparado, creo que le va a gustar, o eso espero... Estoy en mi camerino cuando llama Raúl a mi puerta, le invito a pasar y se queda un rato conmigo charlando, últimamente le gusta hablar bastante conmigo y a mí cada vez me cae mejor, es uno de mis mejores amigos en Madrid. Llega la hora de comer y bajamos juntos al comedor, me siento al lado de Dani que ya estaba allí, le sonrío y me sonríe pero noto que esa sonrisa es bastante forzada. Comemos y al contrario que siempre, hoy Dani está serio y no habla mucho. Cuando terminamos de comer quiero ir a hablar con él.
- Dani, ¿te vienes a mi camerino ahora? -le digo sonriente.
- No, estoy ocupado, luego hablamos. -y me vuelve a sonreír forzadamente. Joder, le quería dar ya su regalo, pero parece que él no está por la labor de hablar conmigo.
Hacemos el programa y le noto distante, sobretodo en la sección de Raúl, creo que ya sé de que va esto. Termina el programa y voy directa a su camerino, si tengo que esperar a que Dani venga a hablar conmigo me dan las uvas, así que voy directamente yo.
- Pasa. -sabe que soy yo, y me contesta tan soso... no me gusta.
- ¿Qué te pasa? -le pregunto preocupada sentándome encima suyo con las piernas a un lado.
- Nada, ¿por qué?
- Va... Se te nota, te conozco... ¿pasa algo con Raúl?
- No sé, dímelo tú. -vale, está celoso.
- A mi no me pasa nada... Eres tú el que piensas que pasa algo, es mi amigo y hablo con él...
- Más que conmigo. -dice ya algo molesto.
- ¿Más que contigo? Hoy sí hablé más con él, pero porque tú estabas muy ocupado. Sabes de sobra que yo siempre quiero estar hablando contigo, pero si viene a mi camerino no le voy a cerrar la puerta...
- Ya... -ahora pasa de estar molesto a estar como con rabieta de niño pequeño.
- Va, mi vida, no vamos a estar mal ahora... ¿Tienes dudas de algo? -me giro y coloco mis piernas rodeando su cintura para quedar frente a él.
- No... Pero no sé, da igual déjalo, me molesta un poco que estés tan bien con él, supongo que es el miedo que tengo de perderte y de que te des cuenta de que no me necesitas co... -le corto, no le corto con un beso, sino apoyando un sobre encima de su cara, lo separo y le miro.
- Calla y abre esto. Y a ver si te piensas que yo estas cosas las hago por alguien de quien no estoy enamorada hasta las trancas.
- Pero Anna te estoy hablando.
- Dani, te necesito y te quiero -sonríe al oírme decir eso- y ahora quiero que abras este sobre por si te queda alguna duda de eso.
- Pero, ¿que es? -dice extrañado.
- Tu regalo. -empieza a abrir el sobre, mira lo que hay dentro, se queda parado mirando lo que contenía el sobre, posa su mirada sobre mis ojos, tiene los ojos como platos, sonríe con la mayor fuerza posible.
- Anna... Anna esto es... No me lo puedo creer... Esto son dos billetes... dos billetes para.... para New York, Anna!!!!!!!!!!!! -dice cogiéndome de la cintura y levantándonos mientras me abraza con fuerza. Sí, le ha gustado.

martes, 1 de noviembre de 2011

Capitulo 109: No quiero ni puedo

Me aparto para que entre, y cierro la puerta, me siento en el sofá sin decirle nada, él se sienta conmigo.
- Anna lo siento, he sido un tonto... No te escuché cuando me dijiste eso, y como me dijiste que no te enfadabas por que hubiese quedado con ella, pensé que tampoco te molestaría que quedáramos otra vez...
- Joder Dani, una cosa es que te diga que no me moleste que quedes una vez, y otra es que ahora estéis quedando cada día, que es tu ex-novia...
- Ya lo sé, pero yo con ella no sentí nada, solo quería arreglar las cosas para volver a ser amigos, nada más...
- Mira Dani, haz lo que quieras, no te prohíbo nada porque no hay nada de malo en que quieras ser su amigo, pero entiéndeme... Es tu ex-novia, es la chica que me dijo que me quería joder, y que ahora quedes tanto con ella no me agrada del todo... -me levanto para ir a la cocina, mi puré debe de estar listo.
- Pero... ¿solo te molesta eso? ¿No hay nada más? -me pregunta entrando él también a la cocina.
- Eh... Bueno... -cojo el plato y lo llevo a la mesa, Dani me sigue- Tengo miedo de algo... Por mucho que digas que con ella no sentiste nada, sé que te gusta físicamente, y me da miedo que te vuelva a gustar mucho, que te guste más que yo... -Dani no responde, me coge del brazo y me lleva al baño, me planta frente al espejo, poniéndose él detrás mío.
- Mírate, ¿crees que alguien puede gustarme más que tú? Mira cada parte de tu cuerpo, mira tu pelo, tus ojos, tu nariz, tus labios, tus... -dice mirando mis pechos y sonriendo traviesamente- mírate Anna, no hay mujer más hermosa que tú en todo el mundo, no hay ninguna otra chica que esté perfecta con este pijama, -mierda, sigo llevando aquel rosa de osos- no hay en este mundo otra mujer que me encante aún teniendo la muela hinchada... Créeme mi amor, aún cuando pienses que estás horrible, para mí siempre estarás preciosa, siempre serás la mujer más bella de todas las que conozco. -me agarra de los brazos y me gira para que quedemos frente a frente.
- ¿De verdad? -digo aún insegura.
- De verdad. Anna, después de probar tus labios, no me interesan los besos de otras, después de que mi piel rozara con la tuya, no quiero las caricias de nadie más, después de quererte como te quiero, no quiero ni puedo amar a otra mujer que no seas tú. -mis ojos se cubren de lágrimas, pero no las dejo salir, creo que nadie me ha dicho algo tan bonito, creo que nadie me ha hecho sentir tanto con unas palabras...Lentamente vamos recortando la distancia que nos separa, me pongo un poco de puntillas, y dejo que me bese suavemente, pone sus manos en mi cuello, gira la cabeza para besarme mejor, abrimos un poco nuestros labios para hacer que nuestras lenguas se choquen, y cuando eso pasa, me separo un milímetro con una mueca de dolor.
- Mm... -digo tocándome por fuera la muela y cerrando los ojos con fuerza.
- ¿Te duele? -dice poniendo su mano sobre la mano que tengo yo en mi mejilla.
- Sí... Hoy me han torturado en el dentista... -sonrío ligeramente y él hace lo mismo después de oír mi comentario.
- Uy! Que voy a ese dentista y le canto las cuarenta eh! Que no me entere yo que alguien hace daño a mi niña. -me río aún manteniendo la mueca de dolor.
- No bobo, que es el dentista amigo de Flo, pobre...
- Ah bueno entonces... No, no, tampoco! Que estoy loquísimo, eh.
- Por mí... -digo dejando a un lado la modestia.
- Como lo sabes, pillina... -me agarra y me pega contra él, pone su cabeza entre mi hombro y mi cuello- Te quiero. -me susurra al oído, haciendo que todo el dolor acumulado en la muela se me olvide, y pueda sonreír sin ningún tipo de molestia.

Estamos en el comedor, le hice otro puré a Dani, es un envidioso y quería uno como el mío, jajaja. Nos sentamos en la mesa, cojo la cuchara para empezar.
- No, no. Hoy te doy yo de comer. -dice quitándome la cuchara de la mano.
- ¿Que haces Daniel? Que me duele la muela, no la mano.
- Calla anda, venga, la boquita. Mmmm, mmmm -empieza a hacerme el avión- venga que el avión ya mismo aterriza. -dice mientras sigue mareando la cuchara en el aire.
- Si lo vas a hacer mal no lo hagas, eh. -le digo como una madre que regaña al niño travieso.
- Vale... Mmmm... Mm.... -sigue mareando la cuchara, cuando estoy apunto de quitarle el cubierto de la mano, me lo acerca a la boca, y antes de que vuelva a abrirla para comer el puré, Dani me planta un beso en los labios.
- Mmm... Esto está más bueno que el puré. -digo sonriendo después de separar nuestros labios.
- Y te daría más, pero eres una quejica y dices que te duele la muela... -este me quiere picar.
- Eh, que me duele de verdad! -digo dándole un golpe en el brazo.
- Ya lo sé mi vida, y esta noche te voy a cuidar como te mereces. -y me besa suavemente la mejilla opuesta a la muela hinchada.
Y cuando voy a devolverle el beso, de repente, suena el timbre.