jueves, 29 de diciembre de 2011

Capitulo 124: Prometido

Y haciéndome estas preguntas salgo de casa para ir al plató. Por el camino me encuentro a Flo.
- ¿Cómo estás? -me pregunta después de darme un abrazo.
- Pues bueno, sigue sin bajarme la regla y sigo estando mal con Dani.
- ¿Qué ha pasado? Últimamente no me cuenta nada.
- Él a ti no te cuenta nada, pero tu a él se lo cuentas todo ¿no? Hasta lo que no debes contar.
- ¿Te refieres a qué le conté lo de tu posible embarazo? -asiento con la cabeza- Anna, te dije que lo debía saber, y sabía que no se lo ibas a contar, no me quedó otra. Es lo mejor para vosotros.
- No Flo, no es lo mejor, ayer vino alterado a mi camerino diciéndome que se lo habías contado. Y la cosa ha ido a peor.
- ¿Por qué?
- Porque le dije que sabía que tenía novia, y que no me importaba eso ni que ya no me quisiera. Pero me dijo algo raro... Me dijo que no tenía ni idea, y que me arrepentiría de eso si me enteraba de la verdad.
- Ah... Ya... -me dice algo nervioso.
- ¿Qué pasa? ¿Sabes a que se refería con eso?
- Eh, no, no...
- Flo, mientes fatal. Cuéntamelo por favor.
- No puedo Anna. Dani no me deja contarte nada. -empieza a caminar hacia otro lado, pero me pongo frente a él.
- Flo, me lo debes. Le contaste a Dani lo del retraso, cuéntame a mí esto, por favor.
- Qué no, que no puedo.
- Flo, lo necesito. Por favor...
- Joder, está bien. Te lo cuento pero prométeme que no le dirás a Dani que lo sabes.
- Prometido.
- Flo! Ven rápido, tenemos que empezar ya a preparar el programa de hoy. -le dicen desde dentro de plató.
- Annita, me tengo que ir ahora, al terminar el programa te lo cuento ¿vale? -y dándome un beso en la mejilla se marcha.


Me leo el guión, y la hora de comer bajo al comedor. Me siento en la punta de la mesa, y Dani al verme sentada ahí, se sienta en el otro extremo. Joder, parece que no puede estar cerca de mí... Pues nada. Cojo mi comida y a la segunda cucharada me canso. Me canso de comer y de tener al amor de mi vida a tanta distancia, así que me levanto dejando el plato lleno en la mesa y me voy a la terraza a tomar el aire.
Me apoyo en la pared y saco el paquete de cigarros del bolsillo. Me meto uno en la boca y saco el mechero para encenderlo, pero alguien me quita el cigarro de la boca y el mechero de la mano.
- ¿Pero que coj.on.es ha.ces? -le pregunto nerviosa al ver quien es.

martes, 27 de diciembre de 2011

Capitulo 123: Lo voy a averiguar.

- ¿Qué? ¿De qué hablas? -pregunto asustada al verle tan enfadado.
- No te hagas la tonta! Me lo ha contado Flo!
- Tranquilízate, eh!
- ¿Que me tranquilice? Me acabo de enterar de que tienes un retraso de 2 semanas, y me he enterado porque me lo dice Flo, no porque me lo hayas dicho tú. -dice un poco más calmado.
- Es que no quería que supieras nada.
- ¿Y se puede saber por qué? ¿Qué pasa? ¿Ha sido otro el que te ha dejado embarazada? -se vuelve a alterar.
- A mí no me hables así, eh! Lo primero que no sé si estoy embarazada, y lo segundo es que si lo estoy, es de ti, imbécil. Que yo no soy como tú que a los dos días de dejarlo ya tienes otra novia.
- A ti eso no te importa ¿vale?
- Pues no, no me importa! -miento- No me importa que estés con otra, ni me importa que ya no me quieras, no me importas Dani, ¡te he olvidado! -me mira entristecido y enfadado, y yo entre lágrimas sigo mintiendo.
- Ya lo sé, ya sé que estás mejor sin mí. Vete con Miki, corre! Él seguro que te sigue queriendo. ¿No? -me habla con la respiración entrecortada, y yo le miro deseando que no rompa a llorar, no lo soportaría.
- Pues no lo sé, pero seguro que no se ha echado otra novia todavía, no como tú. -me acerco a él y pongo mi mano en su pecho- ¿A ella también le dices que la quieres? ¿A ella también la engañas diciéndole que no hay otra mujer para ti que no sea ella? Eh, dime, venga dime, dime si a ella le haces lo mismo que a mí. -le hablo mientras voy dándole empujones pequeños en el pecho.
- Pues no tienes ni idea, no sabes nada Anna, y el día que te enteres de la verdad te vas a arrepentir de esto. Solo quería ayudarte, pero ya veo que no me necesitas. -y se va, cerrando la puerta pero esta vez, sin portazo.


Llego a casa cansada de llorar en mi camerino. Me doy un baño caliente aunque no consigo relajarme, y sin cenar me meto en la cama para intentar dormir.
Suena el despertador cuando quizás llevo un par de horas durmiendo, ya que el resto de la noche me lo he pasado pensando. Mientras me hago una tostada pienso en lo que me dijo Dani "No tienes ni idea, cuando te enteres de la verdad te vas a arrepentir de esto" ¿qué quiere decir? ¿De qué me tengo que enterar?. Sea lo que sea, lo voy a averiguar.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Capitulo 122: Mi problema

- ¿Cómo? -me pregunta incrédulo.
- Pu.es e.so... -digo aún llorando.
- ¿Estás embarazada?
- No lo sé...
- ¿De cuánto es el retraso? -me pregunta directamente Flo después de sentarse a mi lado y acariciarme la espalda.
- Dos semanas... -digo calmándome.
-¿Tienes nauseas, mareos?
- Me mareo bastante últimamente, pero no he tenido nauseas.
- ¿Dani lo sabe?
- No... No quiero que lo sepa.
- Pero él tiene que saberlo. Tienes que contárselo Anna...
- No, no quiero. No quiero saber nada de él, ni él de mí.
- Me da igual! Anna, si no te baja la regla desde hace dos semanas tienes que contárselo, aunque ya no seáis nada, Dani tiene que enterarse de esto.

Voy a maquillaje después de haber hablado largo y tendido con Flo, él sigue diciéndome que Dani tiene que enterarse de esto, y yo sigo pensando que no. No se lo voy a contar, lo tengo claro. Él ya ha rehecho su vida demostrándome que no me quería tanto como decía. No quiere hijos, jamás. Y menos ahora que es tan famoso, tan popular, tan querido por la gente, tan libre, tan soltero como antes... Éste es mi problema y él no se va a enterar, por lo menos hasta que yo pueda disimularlo.
Este fin de semana en Mollet me haré la prueba para saber si realmente estoy embarazada, ojalá que no. Tener un hijo ahora... No, no por favor. Aunque sé que nadie sería mejor padre para mis hijos que Dani, pero ahora ya no estamos juntos. Además, ahora trabajo en la televisión, y sé que tener un hijo me impediría seguir en Otra Movida.
Terminan de maquillarme y estoy lista para salir a hacer el programa. Lo hago como puedo, hoy las salidas de guión se podían contar con los dedos de una mano, pero es que hoy no puedo hacer nada más, Flo intentaba disimular su preocupación y Dani estaba muy tenso.
Me meto en mi camerino para coger mis cosas, y mientras busco las llaves de casa Dani abre la puerta de mi camerino con fuerza, y la cierra más fuerte aún una vez está dentro.
- ¿Por qué no me has contado nada? ¡Joder!

sábado, 17 de diciembre de 2011

Capitulo 121: Sí o sí

- Dani! -le digo mientras me levanto, pero él no se gira- Daniiii! -grito más fuerte pero sigue sin girarse, hasta que le veo desaparecer detrás de la puerta. Sé que me ha oído, pero ni siquiera se ha girado... Ni siquiera me ha dejado que le explique nada... Está claro que no quiere saber nada de mí...

Siguen pasando los días, y las semanas, y aunque muchas veces busco a Dani con la mirada, él se escapa de mí... No sé si tengo el valor suficiente para hablar con él, pero está claro que lo tengo que hacer, que hay algo que él tiene que saber, sí o sí.
Camino por las calles de Madrid, necesito despejarme y caminar sin saber a donde me dirijo. Voy andando mientras pienso cual sería la mejor manera de contarle a Dani lo que me pasa... No sé como se lo tomará, bueno... sé que le afectará mucho, como a mí... Pero quiero pensar que esto se va a solucionar, que en realidad no pasa nada...  Veo una librería y decido entrar a por un par de revistas para distraerme cuando llegue a casa. Paso de largo de la sección de la prensa rosa, nunca me gustó y desde la vez en la que fui portada de una de esas revistas, ni siquiera las miro. Voy a la caja a pagar, y detrás del dependiente hay más revistas, las miro y en una de ellas, veo algo que me daña por completo. La miro más fijamente, porque no logro leer lo que dice.
- ¿Quiere comprarla? -me pregunta el dependiente al verme tan interesada en leerla.
- Sí. -le pago las revistas y voy directa a casa. Llego y sin quitarme el bolso ni la chaqueta me siento directamente en el sofá, y saco la "Cuore" de la bolsa. Cierro los ojos una vez tengo la revista en mis manos. No quiero verlo. Bueno sí, necesito saber que está pasando. Miro la portada, y donde hace unas 4 semanas estábamos Dani y yo besándonos, está Dani besándose con otra chica. Aprieto la mandíbula llena de rabia, intento controlar mis ganas de llorar.
"Dani se cansó de su compañera de trabajo" Ese es el titular... Y esta vez no sé si tiene razón o no. Abro las páginas con miedo a lo que pueda ver, y mientras sigo viendo fotos, empiezo a llorar. Él la coge de la cintura, y ella se apoya en su hombro... En otra foto salen besándose apasionadamente... No sé quién es ella, solo sé que no soy yo, y no hay otra cosa en el mundo que me duela más que eso. Y sigo leyendo lo que pone en la revista...
"Dani Martínez muy bien acompañado de su nueva novia" "¿Qué pensará Anna Simon del poco tiempo que ha tardado Dani en substituirla?"
Lo que me faltaba... Bastante tengo con lo que tengo, para encima enterarme de que tiene novia... ¿y ahora como le cuento lo que me pasa?

Al día siguiente me levanto sin fuerzas, me miro al espejo y me veo los ojos hinchados de todo lo que lloré ayer. No desayuno, pero ya llevo unos cuantos días sin desayunar... hay algo que me tiene muy preocupada, y no son las fotos de la revista de ayer. Me ducho y me dirijo a plató. Llego al camerino, repaso el guión como puedo, voy al baño y allí lloro otra vez. Esto va muy mal... Creo que se me viene un problemón encima... Vuelvo a mi camerino, es la hora de comer, pero no tengo hambre así que no salgo del camerino. Empiezo a pensar y vuelvo a desahogarme, justo en ese momento llaman a la puerta. Como ve que no respondo entra directamente.
- ¿Anna? ¿Qué te pasa? -me pregunta Flo preocupado.
- Na.da... -digo con la respiración entrecortada.
- Joder, llevas dos semanas muy rara! La gente se empieza a dar cuenta! -no contesto- Joder Anna! ¿Que cojones pasa? -me pregunta ya alterado.
- ¡Que no me baja la regla, joder!

viernes, 16 de diciembre de 2011

Capitulo 120: Perdóname

Me quedo mirando la puerta cerrada mientras mis ojos se van cubriendo de lágrimas, hasta que éstas poco a poco comienzan a salir. Flo me mira sorprendido, y yo derrotada me siento en su sofá. Él se acerca, se sienta a mi lado, pone su mano sobre mi rodilla y con la otra rodea mi espalda, me pega a él, y apoyada en su hombro me desahogo. Al cabo de los minutos se separa de mí, me coge de las manos, e intenta sacarme de mis pensamientos.
- ¿Qué ha pasado? -me pregunta aún extrañado con la situación. Incapaz de articular palabra, solo puedo negar con la cabeza y llorar más. Me vuelve a pegar a él, esta vez abrazándome y obviamente rompo a llorar más fuerte que la vez anterior.
- Yo... yo le quiero... -consigo susurrar aún entre los brazos de Flo.
- Y él a ti... -me dice mientras frota mi espalda y me da un beso en la frente.
- Dijo que se acabó... Se ha ido y me ha dejado aquí... -me froto los ojos aunque probablemente en unos segundos se vuelvan a encharcar de lágrimas.
- Pero sabes que volverá...
- No... Le dije que con Miki no tendría estos problemas... y se me olvidó decirle que me daban igual los problemas que él y cualquier persona me causaran, porque con solo un beso de sus labios encuentro solución a todo obstáculo. -lloro otra vez.
- Pues corre Anna! dile esto que me has dicho a mí, y volverá, te lo aseguro.
- No... No me lo merezco... y es mejor esto, sé que no soportaría tener que disimular que me quiere, y yo tampoco podría... Me olvidará...
- Nunca se va a olvidar de ti, y posiblemente nunca dejará de quererte. -Flo intenta animarme, a pesar de que le he fallado.
- Flo... Quiero pedirte perdón, fue una tontería de niños, no sé como pude... De verd. -me corta.
- Ya está, sé que estás arrepentida, no te martirices más.

Pasada una semana, sigo igual que cuando Dani pegó aquel portazo y se fue. Han sido pocas las miradas que han habido entre nosotros durante estos días, y bueno... al ser miradas de tristeza, de rencor, de dolor, prefiero que haya sido así, que las veces que nuestras miradas se han cruzado, se puedan contar con los dedos de una mano.
Leo el guión sola en mi camerino, voy a maquillaje sola, tomo el aire en la terraza sola, y como rodeada de gente pero sin él, así que también me siento sola. No sé si seré capaz de acostumbrarme a esta soledad, a este vacío que Dani ha dejado en mí. También ha sido una semana llena de preguntas, de llamadas, de gente sorprendida por las fotos, y personas que querían más fotos aún, pero que no conseguían nada, ya que como dijo Dani, eso es lo que hay entre él y yo: nada.
Estoy sentada en el suelo de la terraza, dejando que el frío viento golpee en mi cara. Giro un momento la cabeza, y veo como Dani está entrando para tomar el aire, me mira, baja la cabeza, y se gira para irse. Pero cansada de vivir así, yo me levanto dispuesta a hablar con él, a explicarle lo que siento, a decirle: "Perdóname, te quiero y no me importa nada más."

domingo, 11 de diciembre de 2011

Capitulo 119: Disimular

Miro la portada... Dani y yo en plena calle madrileña besándonos... No recuerdo este momento, pero por nuestra ropa reconozco que es de aquella noche en la que nos emborrachamos... No me atrevo a levantar la mirada, mis ojos se cubren de lágrimas, no quería que esto sucediera nunca...
- No sé como me podéis decepcionar de tal manera... Según esta revista se os vio en un local besándoos y lo que es peor, borrachos. ¿Sabéis lo que eso significa? Estáis dando una mala imagen de este programa, estáis demostrando que los presentadores de Otra Movida son unos borrachos, ¿y sabéis quien paga las consecuencias de esto? Yo, yo y todo el equipo que se ve involucrado en vuestro juego de niños.
- Flo... -empieza a hablar Dani pero Flo le corta.
- No, hoy sí que no me vas a replicar, pensé que con la bronca de hace 3 días esto se solucionaba, pero ya veo que con vosotros esto no funciona así. -Flo está nervioso, está alterado, y lo peor... está dolido y decepcionado con nosotros.
- Es que esto fue de antes. -consigue decir Dani sin verse interrumpido por Flo.
- ¿Y crees que eso lo soluciona? ¿Crees que con esa excusa nadie me va a echar la bronca a mí? ¿No os dais cuenta de lo que pasa? Os dije que no quería que nadie más supiera lo vuestro, y ahora lo sabe todo el mundo!!!! -estamos los tres de pie, yo mirando al suelo e intentando que mis lágrimas no caigan, pero no lo consigo.
- ¿Y que podemos hacer ahora? -pregunta Dani.
- No os voy a prohibir que salgáis juntos, porque lo haríais en secreto sin que yo lo supiera, pero ya os las estáis apañando, para que la gente se olvide de esto. Tendréis que disimular, nada de acompañar el uno al otro a maquillaje, nada de estar todo el día en el camerino del otro, nada de salir juntos del programa, nada de salir solos por la calle, nada de tonteo durante el programa. ¿Entendido?
- Joder, no podremos hacer nada! -grita Dani enfadado.
- ¿Qué quieres? Es vuestra culpa! Bastante estoy haciendo, os podría echar a los dos, os podría prohibir estar juntos, y sigo dejando que hagáis esas cosas! -Flo se vuelve a alterar, yo ya he dejado de llorar.
- ¿Y a mí que me importa? Joder, quiero hacer lo que quiera con Anna! -vuelve a chillar Dani.
- Pues no se puede! Ahora todo el mundo os va a perseguir, os van a hartar de preguntas, pero os lo merecéis! No me esperaba esto de vosotros... -Flo se acerca a mí- De ti Anna tenía una imagen equivocada, me has fallado... -y se marcha, dejándonos a Dani y a mí solos.
- Joder... como se ha puesto... -dice Dani acercándose a mí e intentado besarme, pero me aparto.
- ¿Qué haces, Dani? ¿No eres consciente de lo que nos ha dicho Flo, o qué? -le pregunto alterada.
- ¿Y qué pasa? ¿No te puedo ni besar?
- No, joder, no! Esto es una mierda, quería que mi vida privada fuera mía y de nadie más, y por esta revista -digo mientras la lanzo al suelo- todo el mundo sabe lo que hago cuando no estoy en el programa!
- ¿Y acaso es culpa mía? -se empieza alterar.
- ¡Pues fuiste tú el que quería el jueguecito de a ver quien aguanta más bebiendo! Y si no fuese por eso no seríamos portada de una revista y no estaríamos en boca de todo el mundo.
- ¡Lo que faltaba! Ahora soy el culpable de esto! ¡Pues en su momento bien que te gustó la idea! -me dice gritando.
- Sí! Pero ahora no, ahora me arrepiento, me arrepiento de todo! De este maldito juego y de haber empezado todo esto! -chillo yo también.
- Claro, con Miki te iría todo mejor ¿verdad? -está muy irritado.
- Pues quizás sí, quizás con Miki no me hubiese pasado esto!
- ¿Ah sí?
- ¿Qué pasa ahora? -entra Flo después de haber oído los gritos.
- No pasa nada y tranquilo que no habrá que disimular porque a partir de ahora entre Anna y yo no hay nada! ¡Se acabó! -dice gritando y cerrando de un portazo.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Capitulo 118: Mala cara

Le beso dulcemente bajo el agua mientras intento recordar algo de esta noche pasada, pero no consigo mi objetivo.
- ¿Qué pasa, mi vida? -me pregunta Dani viéndome distraída.
- Estaba intentado recordar lo que hicimos anoche... -Dani al escucharme pone sus manos en mi cuerpo desnudo y me pega a él.
- Si quieres te ayudo a recordar de otra manera... -me susurra al oído mientras me da pequeños mordiscos en el cuello.
- Dani... -digo apartándome un poco de él- Llegaremos tarde...
- Mm.... -vuelve a unir nuestros cuerpos, y vuelve a unir sus labios con mi piel- No importa...
- Sí, sí importa... -y cuando intento volver a separarme de él, vuelve a atacar, pero esta vez lo hace subiendo su mano por mi muslo, tocándome y haciendo que mi propósito de parar se desvanezca por completo.

Llegamos tarde como predije y parece que eso a Flo no le gusta, lógicamente. Nos hace ir a su camerino y temiéndonos lo peor nos dirigimos hacia allí.
La charla empieza calmada, pero poco a poco el ambiente se va caldeando. Yo me mantengo callada, Flo tiene toda la razón en sus palabras, no es la primera vez que llegamos tarde y todo reproche que nos haga lo tenemos merecido. Pero Dani parece que no piensa lo mismo, y a cada cosa que Flo nos dice, él salta replicando... intento que Dani se mantenga callado como yo, pero no logro conseguirlo del todo.
- La próxima vez que vuestra relación afecte al programa, ¡habrá muchos problemas! -y con esta última frase de Flo, acaba la bronca de hoy.

El día transcurrió en un ambiente tenso, pero después de un par de días las cosas ya están mejor.
Me meto en mi camerino para estudiar el guión, y salgo para comer, donde me encuentro con Dani y los demás y me siento con ellos. Dani me acompaña a maquillaje como cada día aunque eso hace que cada vez sea más sospechosa nuestra "gran relación de amistad" y la gente empiece a pensar que entre nosotros hay algo más...
Terminamos el programa y hoy me vuelvo sola a casa porque Dani tiene cosas que hacer... Me ducho, ceno y pronto me voy a la cama. Al día siguiente me despierto con energía, con ganas de verle y de besarle mucho mucho mucho... Entro feliz a plató y antes de meterme en mi camerino, Juange me avisa para decirme que Flo me está esperando en el suyo. Llamo a la puerta y cuando me da permiso para entrar, veo como Dani está sentado a su lado, con muy mala cara... Pero creo que la cara de Flo es mucho peor.
- ¿Qué pasa? -pregunto extrañada.
- ¿Qué pasa? ¡¿QUÉ PASA?! Esto pasa! -me dice Flo chillando y dejándome sobre las manos una revista... Oh no... Mierda.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Capitulo 117: Paradise

Dani lleno de deseo se abalanza sobre mí y me besa como pensé que jamás me besaría nadie, pone su mano izquiera en la zona más baja de mi espalda para pegarme mucho más a él y sigue manteniéndonos pegados a la pared con su otra mano apoyada en ella. Una y otra vez nuestras lenguas se chocan ajenas al peligro que esto conlleva y es que esto de beber no es bueno... pero ahora mismo no me importa. Dani me muerde el labio con fuerza provocándome aún más y haciendo que mis ganas de entregarme a él se multipliquen. Presiono mis manos en su espalda sintiendo cada fibra de su ser y no separo mis labios de los suyos ni tan solo un segundo.
- Vamos a mi casa. -me pide impulsado por las ganas de hacerme el amor. Solo respondo con una sonrisa cómplice dándole permiso para llevarme a donde él crea oportuno. Estamos demasiado bebidos así que decidimos ir caminando... Los diez minutos de trayecto le parecen demasiado largos para aguantar sin besarme, así que en mitad de una calle de Madrid me agarra de la cintura para volver a juntar nuestros labios. Cuando estamos en su portal siento que por mucha borrachera que llevemos encima, en nuestras venas corre más deseo que alcohol.

- Por fin te tengo aquí... -me dice después de observar mi cuerpo desnudo en su cama.
- Estás tardando demasiado... -le digo estirando de su camiseta para pegarle junto a mí.
- Shh... tenemos toda la noche... -me dice él, pero de repente también le entra la prisa y poco después de quitarle la camiseta y quedar en igualdad de condiciones, siento como empieza a hacerme el amor... Y la locura invade esta habitación, disfruto como jamás lo he hecho y creo que él también. Y la temperatura sigue subiendo, y da igual si Madrid ahora está en pleno invierno, nuestros cuerpos sudan como si de agosto se tratara.
Nos fundimos en un largo beso dando por terminado el primer encuentro sexual de esta noche... Nos cubrimos con las sábanas y aunque en principio tenía intención de dormir, decido acariciar sutilmente el torso de Dani para notar como su piel se eriza y como él sonríe pícaramente. Y poco a poco son mis labios los que rozan su piel, pidiéndole más...
- Hoy estás insaciable eh... -me dice Dani poniéndose sobre mí... Y una vez más, me lleva hasta las nubes, haciendo que mis suspiros esta noche se vuelvan cada vez más fuertes...

El sonido del maldito despertador no nos deja dormir más. Y hoy me despierto con muchísimo dolor de cabeza... Dani que parece algo más acostumbrado a esta situación se levanta con mejor humor.
- Joder... vaya nochecita nos debimos de pegar... -me dice mirando nuestra ropa interior por los suelos y las sábanas fuera de su sitio.
- Pues yo no me acuerdo de nada... -digo a punto de entrar a la ducha y encendiendo la radio. Dani se mete conmigo y mientras el agua empieza a caer, suena Paradise de Coldplay.
- Yo tampoco recuerdo nada... -me dice Dani empezando a escuchar la canción y susurrándome al oído- Solo sé que me llevaste al paraíso...

domingo, 4 de diciembre de 2011

Capitulo 116: Sin control

Miro el reloj y me sorprendo al ver que son las 8 de la tarde. Claro, estamos ya en Madrid... maldito jet-lag. Llegamos a casa con las maletas a cuestas y ni siquiera cenamos.
- Estoy tan cansada que podría dormirme de pie... -digo bostezando y dejando el bolso en la mesa.
- Anda ven. -me dice Dani mientras me coge en brazos y me lleva a la cama. Me deja encima de ésta con delicadeza e insiste en ser él quien me ponga hoy el pijama.
- Dani que estoy cansada pero tampoco tanto! -digo cuando se atasca al intentar desabrocharme el botón del pantalón. Como buen cabezota que es, niega con la cabeza y hasta que no termina de ponerme el pijama no se queda tranquilo. Cuando él también lo lleva puesto se acuesta a mi lado, y antes de que me dé tiempo a pensar, me duermo entre sus brazos.


Ha pasado algo más de un mes desde aquel viaje tan inolvidable, las cosas entre nosotros siguen igual de bien, o incluso mejor. Le quiero, le adoro, le deseo y recibo lo mismo por su parte.
- ¿Preparada para pillar una buena borrachera hoy? -me susurra por sorpresa minutos antes de empezar el programa. Sonrío de manera pícara. El otro día le recordé aquella apuesta que hicimos un día sobre quien aguantaba más, y como se acordó de que gané yo quiere volver a intentarlo... No tiene remedio, y yo parece que me vuelvo una niña pequeña como él.
Me arreglo para salir esta noche por ahí con él. Me pongo unos leggins negros apretados y una camiseta gris brillante, cuando termino de maquillarme oigo el pitido de su coche abajo de mi portal... él tan puntual como siempre.
Entramos en uno de sus bares favoritos de Madrid y entre copa y copa bailamos y reímos. Con la tontería nos estamos emborrachando bastante, y esta vez creo que él va mejor que yo. Pasan un par de horas y cuando me fijo estamos en un local diferente, nos encontramos a unos amigos y no dudan en quedarse con nosotros.
- Te voy a ganar... -me susurra mientras me coge de la cintura y me aprieta contra él.
- La noche es muy larga... -le susurro yo también, y empiezo a besarle el cuello olvidándome de que estamos en un sitio público. Él me sigue el juego poniendo sus manos en mi trasero y haciendo que cualquier milímetro que hubiese entre nuestros cuerpos desaparezca.
- ¿Sabes que hoy te encuentro realmente irresistible? -me dice mientras está a punto de besarme.
- ¿Solo hoy? -le sonrío pícaramente y me separo de él para ir a por otra copa.
Cuando ya llevamos unas cuantas copas más, tiro de los brazos de Dani para hacer que se venga conmigo a bailar a la zona arrinconada de la pista.
- Como te sigas moviendo así no creo que pueda controlarme... -suspira y me acorrala en la pared, pongo mis manos por debajo de su camiseta y le pego más a mí.
- ¿Y quién te ha dicho a ti que quiero que te controles?

sábado, 3 de diciembre de 2011

Capitulo 115: Y llegaste tú

Le miro sorprendida y me acerco a sus labios para besarlos con delicadeza. Le acaricio suavemente la mejilla con las yemas de mis dedos y me separo para mirarle fijamente a los ojos.

Nos metemos en la cama después de este día tan duro. Dejaron salir a Dani del hospital a media mañana y pudimos disfrutar de su día de cumpleaños en la zona más bonita de New York.
- Buenas noches, mi vida. -le digo acurrucada a su lado bajo las sábanas.
- Hasta mañana, pequeña. -me dice sonriente porque sabe que hace tiempo que no me llama así.
Me despierto y con los ojos aún cerrados acaricio el otro lado de la cama esperando chocarme con el cuerpo de Dani, pero no está. Abro los ojos despacio para ver como me encuentro sola en la habitación.
- ¿Dani? -le llamo pero no me contesta. Me incorporo y me siento al filo de la cama, busco por el suelo mis zapatillas cuando me doy cuenta de que hay pétalos de rosa esparcidos haciendo un caminito. Voy caminando sorprendida porque no sé que habrá al final de este camino. Llego al medio del comedor de nuestra suite donde me encuentro algo parecido a una tienda de campaña pero más grande y cubierto de sábanas blancas. Aparto una de esas sábanas para entrar y veo a Dani sonriéndome, sentado detrás de una mesa pequeñita donde hay un pastel de chocolate.
- Buenos días, princesa. -me dice levantándose y ayudándome a sentar.
- Buenísimos días, amor. -digo sonriéndole y observando esto tan bonito que ha preparado.
- ¿Te gusta?
- Me encanta! Es precioso! ¿Pero por qué has hecho esto? -le digo mientras se pone frente a mí y coge mis manos con dulzura.
- Porque hoy es día 26... hoy hace un mes que fui a Mollet como un loco para verte, para decirte que te necesitaba y que te quería. Hoy hace exactamente un mes que conozco nuevos sentimientos, que puedo sentirme feliz de verdad... Hoy es nuestro día. -me quedo paralizada escuchándole, se ha acordado y me ha preparado esto...
- Bf Dani... es increíble, te acuerdas de que hoy hace un mes que empezó nuestra historia, me preparas esto aunque tengas que estar descansando... creo que no puedo pedir más, que ya lo tengo todo... -se acerca a mí despacio, pone sus manos en mis mejillas y me besa lentamente haciéndome estremecer.
- Quiero darte todo lo que te mereces, quiero que siempre recuerdes que te quiero, que eres lo que siempre he necesitado... Yo sentía que la vida no tenía sentido, sentía que estaba bien así, viviendo como vivía... pero llegaste tú, llegaste y el mundo se iluminó, llegaste para demostrarme que yo era capaz de amar, y ahora que te tengo, ahora que por fin miro a mi lado y te veo, ahora no voy a perderte, ahora solo quiero hacerte feliz...

viernes, 25 de noviembre de 2011

Capitulo 114: Sin ti

Intento coger a Dani del suelo antes de que el borracho vuelva a atacar pero no lo consigo, me aparta de un empujón y aún no sé como consigo mantenerme de pie... Veo como Dani en el suelo sin moverse y con los ojos cerrados mantiene la mueca de dolor y recibe varias patadas en el costado izquierdo... lloro, lloro desconsoladamente y pido ayuda porque no puedo hacer nada para detener esto.
- Dani, Dani! Levanta por favor! -le digo mientras hago fuerza para sujetarle. Miro hacia arriba y veo que unos chicos están cogiendo al tipo que le hizo daño a Dani, y me quedo más tranquila sabiendo que no va a volverle a atacar. Dani sigue sin responderme y sigue sin moverse y yo creo que voy a empezar a llorar pero me contengo, tumbo a Dani boca arriba ya que me veo incapaz de levantarle.
- Mi vida, por favor, reacciona... -tiene los ojos cerrados y uno de ellos morado, le acaricio la mejilla, subo hasta su cabeza y me quedo ahí enredando mis dedos entre su pelo- Dani, por favor, no me hagas esto, vamos, mi amor! -noto como mis mejillas se cubren de lágrimas y como mi respiración se acelera, el miedo me come por dentro, la idea de que él me pueda dejar sola en este mundo, la idea de que mi mejor sueño se convierta en una pesadilla me mata, y sigo llorando, y sigo rogándole a Dani que reaccione, pero no recibo nada- Por favor Daniel, joder! Necesito que me digas algo, necesito que respondas, necesito saber que estás bien, que sigues ahí, que no te voy a perder...
Nada... sigue quieto, la gente empieza a acorralarnos pero nadie se acerca, deseo que esto no esté pasando, deseo despertarme y ver a Dani al lado de mi cama consolándome mientras me explica que esto solo ha sido una pesadilla, pero no... abro los ojos y sigo viéndole en el suelo, viendo solo su cuerpo, viendo como no me dice nada, como me quedo sin respuesta, como el amor de mi vida está inconsciente entre mis brazos... Mi respiración se vuelve más entrecortada todavía, mi miedo aumenta al mismo tiempo que mi pulso se acelera. Sigo acariciándole el pelo con una mano y la mejilla con la otra, mientras escucho el sonido de la ambulancia... Jamás pensé que algo tan trágico me podría pasar, que este viaje pudiera tener algún problema, pero las cosas no son siempre como uno las idealiza, siempre hay algo que estropea el mejor de los momentos...

Vamos hacia el hospital en la ambulancia, observo a Dani en la camilla, está en la misma posición que cuando estaba en el suelo de aquella discoteca que jamás debimos pisar... Le beso la frente con dulzura aunque él quizás ahora no esté sintiendo nada... Sigo llorando y mi respiración sigue acelerada, me tiemblan las manos y siento que tengo el corazón en un puño...
Veo como tumban a Dani en una cama del hospital, dicen que le tienen que hacer algunas pruebas y que espere fuera... Les hago caso y me quedo fuera sintiendo como tengo un nudo en la garganta y mis nervios van en aumento...
Pasan un par de horas y me dicen que ya puedo pasar a verle, entro más nerviosa todavía, pero me lo encuentro igual que antes... tumbado, ojos cerrados, piel pálida y cuerpo inmóvil. Me siento a un lado de la cama y cojo su mano con fuerza, me apoyo en su pecho y escucho el latido lento de su corazón y mientras siento como su pecho se mueve al compás de su respiración consigo tranquilizarme un poco...
Siguen pasando los minutos y él sigue igual... Me incorporo y aún sentada al filo de la cama miro cada parte de su rostro, sigo cogiendo su mano con fuerza y de pronto noto como él también está apretando mi mano.
- Dani! Dani, mi amor... -digo conteniéndome las lágrimas pero sin conseguirlo del todo- dime algo, mi vida, dime algo por favor...
- Te... te amo... -susurra lentamente...

sábado, 19 de noviembre de 2011

Capitulo 113: Poco para ti

El agua sigue mojando nuestros cuerpos, él sigue haciéndome disfrutar y el tiempo parece haberse parado. Una y otra vez me siento en lo más alto, una y otra vez me estremezco, porque no hay segundo que no disfrute con Dani, desde que empezamos hasta que terminamos solo siento placer y más placer. El sonido del agua cayendo hace que nuestros suspiros no se oigan tanto, pero aún así noto su respiración acelerada, el movimiento rápido de su pulso, y su piel erizándose por cada roce de nuestro cuerpo.
- Cre.o qu.e ja.más ten.dré u.n cu.mple.añ.os c.omo es.te... -dice aún con la respiración entrecortada después de besarnos por última vez bajo la ducha.
- Esp.ero que los sigui.entes sean mu.cho mej.or que est.e.
- Es.o ya serí.a dema.siado... -me dice abrazándome.
- Todo es po.co para ti, mi vi.da. -le dejo un tierno beso en el cuello y me salgo de la ducha antes que él. Nos arreglamos y nos disponemos a salir por ahí.

Estamos en una discoteca bailando y bebiendo, Dani va un momento al baño y yo sigo bailando cerca de la barra del bar cuando veo que un chico se me acerca. Me giro para darle la espalda, no quiero que piense que voy a ligar, aunque creo que está demasiado borracho como para darse cuenta de sí quiero o no tener algo con él. El chico me dice algo en inglés, y aunque no se le entiende mucho, creo que me ha dicho una grosería bastante fea, me repugna la gente así... Sigo como si nada esperando a que Dani venga a salvarme de este tío, pero todavía no aparece. Cuando el chico se acerca bastante a mí consigo escapar de él metiéndome entre la gente, pero de repente noto una mano en mi culo, me giro rápidamente para ver que desgraciadamente es el mismo borracho de antes, se acerca a mí con la intención de besarme, pero de repente algo le frena a hacerlo... Dani le tiene agarrado por detrás, le coge de la camisa y consigue que el chico quede frente a él, veo como Dani le mira con odio y con mucha rabia, intento frenarle pero no me mira, directamente le da un puñetazo en la cara al borracho para que éste caiga al suelo.
- ¡¡¡No la vuelvas a tocar!!! -escucho como le dice Dani chillando, pero el borracho se levanta y empuja a Dani para que caiga al suelo. Intento parar esto como sea, pero se me hace imposible... Dani hace el amago de levantarse pero antes de que pueda el borracho vuelve a pegarle más fuerte.
- ¡¡No, no, no!!

jueves, 17 de noviembre de 2011

Capitulo 112: Emoción

Bajamos del avión, salimos del aeropuerto y noto como el aire neoyorquino golpea mi piel. De pie al lado de Dani siento que esto es el principio de un gran viaje... miro a mi alrededor, es de noche y nunca vi un cielo tan bonito, iluminado por tantas estrellas. Giro mi cabeza para observar mi compañía, y al sonreírle me sonríe él también, entonces es cuando me doy cuenta de que no hay estrella en el firmamento que ilumine más que su sonrisa. 
- Ni en los mejores sueños me ha pasado esto. Es increíble... -me dice soltando las maletas en el suelo y abrazándome por detrás, rodeando mi cintura con sus brazos. Giro a un lado la cabeza y le beso en la mejilla, él aún apoyado en mi hombro se gira también y me besa en los labios. 
- Vamos a pedir un taxi, mi amor, que tenemos que ir al hotel. 

Dejo mi maleta en el suelo para abrir la puerta de nuestra habitación. Me quedo sorprendida al entrar, es realmente bonita, en fotos ya lo era, pero estando aquí me quedo boquiabierta. 
- Dani ya puedes entrar. -estaba esperando a fuera. Cuando entra se queda también con la boca abierta. 
- ¿Enserio? ¿De verdad has alquilado esta pedazo de habitación para estar conmigo? -sigue mirando cada rincón de la habitación... 
- Mi vida, es el primer cumpleaños tuyo que pasamos juntos, nuestras primeras navidades, creo que merecemos esto. 
- Gracias mi niña, no sé como puedo agradecerte esto. 
- Así... -me acerco a él y le beso, enredo mis manos detrás de su cuello y él hace lo mismo con las suyas detrás de mi cintura. 

Llevamos 24 horas en New York, 24 horas llenas de amor insaciable, donde los besos, las caricias, los abrazos, los "te quiero" han estado presentes continuamente... Quedan 5 minutos para que sean las 12 de la noche, para que el amor de mi vida cumpla sus 29 años. Acabamos de llegar de hacer turismo por las mejores zonas de New York, aunque el sitio preferido de Dani lo visitaremos mañana. 
Él está en la ducha, yo estoy mirando que ponerme para salir esta noche, aunque en realidad estoy pendiente del reloj, parezco una niña ansiosa esperando a que las agujas marquen las 00:00h. Me meto desnuda sigilosamente en el baño, detrás de la cortina puedo observar su cuerpo desnudo, y cuando todavía no se ha percatado de mi presencia, me meto en la ducha con él. Se gira extrañado, y cuando me ve sonríe. Tiene intención de decirme algo, pero pongo mi dedo índice sobre sus labios. 
- Felicidades, mi vida. -le susurro en el oído. Le miro a los ojos, los tiene brillantes, está realmente emocionado. Presiono el botón de la ducha haciendo que nuestros cuerpos se cubran de agua, me coge de la cintura y me pega a él, noto cada fibra de su piel pegada a mí, y me besa... me besa como nunca antes lo hizo o por lo menos me besa haciendo que nuevos sentimientos nazcan en mí. Noto sus labios húmedos en mi boca, en mi cuello, en cada parte de mi cuerpo, le acaricio la espalda con deseo cuando vuelve a besarme con una pasión desmesurada, con un amor innegable, me besa con ganas de hacerme suya una vez más, y yo le beso deseando que me haga el amor, mientras nuestros cuerpos se mojan, mientras la temperatura sigue subiendo...

viernes, 11 de noviembre de 2011

Capitulo 111: Sonreír

Estamos en el aeropuerto, nuestro avión está a punto de salir. Entramos y nos sentamos en los asientos asignados, pongo la mano en el muslo de Dani y él me la agarra con fuerza, sabe que esto de los aviones me da algo de miedo, y con solo estrechar su mano con la mía me tranquiliza muchísimo.
- Aún no me lo creo... ¿de verdad vamos a New York? -me pregunta aún incrédulo con la situación.
- No... En realidad vamos a Andorra, lo de New York era por crearte falsas ilusiones. -digo riéndome, al principio se queda serio pensando que es verdad, luego nota que es broma y se ríe también.
- Andorra, New York, Mollet, Astorga, Madrid... Me da igual a donde vayamos si vamos juntos... -me mira fijamente a los ojos, haciendo que todos mis pensamientos se vayan a no sé donde, me encantaría besarle pero aquí puede haber alguien que nos vea, así que me aguanto las ganas y me limito a sonreír sinceramente.
El avión empieza a despegar, Dani me acaricia el brazo para tranquilizarme ya que en este momento es cuando más nerviosa me pongo, pero a su lado, es como si estuviera en el sofá de mi casa, sin ningún tipo de miedo. Nos espera un viaje largo, y cuando ya llevamos hablando un rato me empieza a entrar el sueño, Dani sonríe y se acerca un poco a mí para que yo pueda apoyar mi cabeza en su hombro, así lo hago, y desde aquí puedo oler su perfecto aroma.
- Qué bien hueles... -le susurro. Me responde con un beso tierno en el pelo, y mientras me sigue acariciando el brazo, me duermo acurrucando mi cabeza entre su cuello. Me despierto al cabo de las horas, aún seguimos en el avión, miro a Dani, ahora es él el que está dormido, me muevo lentamente para no despertarle, con el movimiento acaba poniendo su cabeza en mi hombro, me encanta que se apoye en mí para dormir, me encanta ser su almohada... Pido algo para comer, y se me hace realmente difícil masticar, porque me da la sensación que cualquier movimiento que haga despertará a Dani.
- Mm... Dame un poquito ¿no? -le escucho aún teniendo su cabeza apoyada en mi hombro, mientras golpea su aliento con mi cuello, haciéndome estremecer. Le acerco un trozo de sándwich a la boca y cuando ya está masticando se incorpora y me mira. Apoyo mi cabeza en el respaldo del asiento y la giro para mirarle yo también, le miro los ojos, la nariz, la boca, vuelvo a sus ojos, a su nariz, a sus labios, una y otra vez, y sonrío mientras lo hago, sonrío porque no me sale hacer nada más, no me sale hablar, solo me sale sonreír, al verle aquí conmigo...
- Eres... eres perfecto Dani... -le digo después de verle sonreír a él también.
- No lo creo... Además por muy perfecto que fuera jamás estaría a tu altura... -se acerca a mí poco a poco.
- Eres perfecto para mí, no necesito nada más mientras te tenga a ti. -me acerco yo también.
- Oye... Ya no estamos en Madrid... -me susurra a pocos milímetros de distancia.
- Ya... ¿por qué?
- Porque entonces no tengo ningún impedimento para besarte... -dice acercándose un poco más.
- Entonces deberías besarme... -cierro los ojos esperando a que sus labios choquen con los míos, y aunque tarda un segundo en besarme, se me hace eterna la espera, pero una vez que le tengo aquí pegado a mí no desaprovecho ni un segundo, le beso con todo el amor que puedo transmitirle, saboreo sus labios aquí, volando entre las nubes, teniendo el mundo a nuestros pies...

sábado, 5 de noviembre de 2011

Capitulo 110: Tu regalo

Nos quedamos quietos, me mira asustado y yo a él, en realidad no estamos haciendo nada malo, pero me da miedo que nos pillen en plan pareja... Me levanto sigilosamente y me acerco a la mirilla, suspiro aliviada al ver que es Juange. Le digo a Dani que se mantenga callado, y abro la puerta.
- Hola! -digo aparentando tranquilidad.
- Hola Annita! Me dijiste que hoy ibas al dentista y como siempre te dejan fatal, me preguntaba si necesitabas algo. -qué majo es, madre mía!
- Ay Juange, eres el mejor, pero no necesito nada, gracias igualmente.
- ¿Segura? Que tú siempre cuando vienes del dentista estás mimosa y con ganas de cariño, y aquí sola igual no estás bien... -como me conoce, pero yo ya tengo a quien me cuide esta noche...
- Ya, pero hoy tengo mucho sueño y me iré ahora a dormir, muchas gracias, guapo!
- Vale cariño, descansa y si necesitas algo me lo dices, que estoy aquí al lado, eh! -sonríe y se aleja hasta su puerta, yo cierro la puerta y me quedo apoyada en ella, Dani me sonríe desde la cocina donde estaba medio escondido y yo le devuelvo la sonrisa.
- Como odio tener que esconderme, joder, quiero que la gente sepa que soy feliz aquí contigo cuidándote! -me dice abrazándome.
- Te quiero mi vida! -me besa con miedo de hacerme daño y seguimos cenando, cuando terminamos vamos al sofá y nos ponemos una película romanticona de las que nos gustan a los dos.
- Oye ahora que me fijo... ¿no tenías otro pijama más feo para ponerte, no? -dice riéndose de mi pijama rosa de osos.
- Oye no te metas con este pijama, pensé que no te iba a ver y es el más cómodo que tengo! -y así seguimos toda la noche, él metiéndose conmigo, yo haciéndome la ofendida y reconciliándonos con miles de besos suaves.

Pasan las semanas en las que mi amor por Dani sigue creciendo constantemente, quedan 4 días para su cumpleaños y ya tengo el regalo preparado, creo que le va a gustar, o eso espero... Estoy en mi camerino cuando llama Raúl a mi puerta, le invito a pasar y se queda un rato conmigo charlando, últimamente le gusta hablar bastante conmigo y a mí cada vez me cae mejor, es uno de mis mejores amigos en Madrid. Llega la hora de comer y bajamos juntos al comedor, me siento al lado de Dani que ya estaba allí, le sonrío y me sonríe pero noto que esa sonrisa es bastante forzada. Comemos y al contrario que siempre, hoy Dani está serio y no habla mucho. Cuando terminamos de comer quiero ir a hablar con él.
- Dani, ¿te vienes a mi camerino ahora? -le digo sonriente.
- No, estoy ocupado, luego hablamos. -y me vuelve a sonreír forzadamente. Joder, le quería dar ya su regalo, pero parece que él no está por la labor de hablar conmigo.
Hacemos el programa y le noto distante, sobretodo en la sección de Raúl, creo que ya sé de que va esto. Termina el programa y voy directa a su camerino, si tengo que esperar a que Dani venga a hablar conmigo me dan las uvas, así que voy directamente yo.
- Pasa. -sabe que soy yo, y me contesta tan soso... no me gusta.
- ¿Qué te pasa? -le pregunto preocupada sentándome encima suyo con las piernas a un lado.
- Nada, ¿por qué?
- Va... Se te nota, te conozco... ¿pasa algo con Raúl?
- No sé, dímelo tú. -vale, está celoso.
- A mi no me pasa nada... Eres tú el que piensas que pasa algo, es mi amigo y hablo con él...
- Más que conmigo. -dice ya algo molesto.
- ¿Más que contigo? Hoy sí hablé más con él, pero porque tú estabas muy ocupado. Sabes de sobra que yo siempre quiero estar hablando contigo, pero si viene a mi camerino no le voy a cerrar la puerta...
- Ya... -ahora pasa de estar molesto a estar como con rabieta de niño pequeño.
- Va, mi vida, no vamos a estar mal ahora... ¿Tienes dudas de algo? -me giro y coloco mis piernas rodeando su cintura para quedar frente a él.
- No... Pero no sé, da igual déjalo, me molesta un poco que estés tan bien con él, supongo que es el miedo que tengo de perderte y de que te des cuenta de que no me necesitas co... -le corto, no le corto con un beso, sino apoyando un sobre encima de su cara, lo separo y le miro.
- Calla y abre esto. Y a ver si te piensas que yo estas cosas las hago por alguien de quien no estoy enamorada hasta las trancas.
- Pero Anna te estoy hablando.
- Dani, te necesito y te quiero -sonríe al oírme decir eso- y ahora quiero que abras este sobre por si te queda alguna duda de eso.
- Pero, ¿que es? -dice extrañado.
- Tu regalo. -empieza a abrir el sobre, mira lo que hay dentro, se queda parado mirando lo que contenía el sobre, posa su mirada sobre mis ojos, tiene los ojos como platos, sonríe con la mayor fuerza posible.
- Anna... Anna esto es... No me lo puedo creer... Esto son dos billetes... dos billetes para.... para New York, Anna!!!!!!!!!!!! -dice cogiéndome de la cintura y levantándonos mientras me abraza con fuerza. Sí, le ha gustado.

martes, 1 de noviembre de 2011

Capitulo 109: No quiero ni puedo

Me aparto para que entre, y cierro la puerta, me siento en el sofá sin decirle nada, él se sienta conmigo.
- Anna lo siento, he sido un tonto... No te escuché cuando me dijiste eso, y como me dijiste que no te enfadabas por que hubiese quedado con ella, pensé que tampoco te molestaría que quedáramos otra vez...
- Joder Dani, una cosa es que te diga que no me moleste que quedes una vez, y otra es que ahora estéis quedando cada día, que es tu ex-novia...
- Ya lo sé, pero yo con ella no sentí nada, solo quería arreglar las cosas para volver a ser amigos, nada más...
- Mira Dani, haz lo que quieras, no te prohíbo nada porque no hay nada de malo en que quieras ser su amigo, pero entiéndeme... Es tu ex-novia, es la chica que me dijo que me quería joder, y que ahora quedes tanto con ella no me agrada del todo... -me levanto para ir a la cocina, mi puré debe de estar listo.
- Pero... ¿solo te molesta eso? ¿No hay nada más? -me pregunta entrando él también a la cocina.
- Eh... Bueno... -cojo el plato y lo llevo a la mesa, Dani me sigue- Tengo miedo de algo... Por mucho que digas que con ella no sentiste nada, sé que te gusta físicamente, y me da miedo que te vuelva a gustar mucho, que te guste más que yo... -Dani no responde, me coge del brazo y me lleva al baño, me planta frente al espejo, poniéndose él detrás mío.
- Mírate, ¿crees que alguien puede gustarme más que tú? Mira cada parte de tu cuerpo, mira tu pelo, tus ojos, tu nariz, tus labios, tus... -dice mirando mis pechos y sonriendo traviesamente- mírate Anna, no hay mujer más hermosa que tú en todo el mundo, no hay ninguna otra chica que esté perfecta con este pijama, -mierda, sigo llevando aquel rosa de osos- no hay en este mundo otra mujer que me encante aún teniendo la muela hinchada... Créeme mi amor, aún cuando pienses que estás horrible, para mí siempre estarás preciosa, siempre serás la mujer más bella de todas las que conozco. -me agarra de los brazos y me gira para que quedemos frente a frente.
- ¿De verdad? -digo aún insegura.
- De verdad. Anna, después de probar tus labios, no me interesan los besos de otras, después de que mi piel rozara con la tuya, no quiero las caricias de nadie más, después de quererte como te quiero, no quiero ni puedo amar a otra mujer que no seas tú. -mis ojos se cubren de lágrimas, pero no las dejo salir, creo que nadie me ha dicho algo tan bonito, creo que nadie me ha hecho sentir tanto con unas palabras...Lentamente vamos recortando la distancia que nos separa, me pongo un poco de puntillas, y dejo que me bese suavemente, pone sus manos en mi cuello, gira la cabeza para besarme mejor, abrimos un poco nuestros labios para hacer que nuestras lenguas se choquen, y cuando eso pasa, me separo un milímetro con una mueca de dolor.
- Mm... -digo tocándome por fuera la muela y cerrando los ojos con fuerza.
- ¿Te duele? -dice poniendo su mano sobre la mano que tengo yo en mi mejilla.
- Sí... Hoy me han torturado en el dentista... -sonrío ligeramente y él hace lo mismo después de oír mi comentario.
- Uy! Que voy a ese dentista y le canto las cuarenta eh! Que no me entere yo que alguien hace daño a mi niña. -me río aún manteniendo la mueca de dolor.
- No bobo, que es el dentista amigo de Flo, pobre...
- Ah bueno entonces... No, no, tampoco! Que estoy loquísimo, eh.
- Por mí... -digo dejando a un lado la modestia.
- Como lo sabes, pillina... -me agarra y me pega contra él, pone su cabeza entre mi hombro y mi cuello- Te quiero. -me susurra al oído, haciendo que todo el dolor acumulado en la muela se me olvide, y pueda sonreír sin ningún tipo de molestia.

Estamos en el comedor, le hice otro puré a Dani, es un envidioso y quería uno como el mío, jajaja. Nos sentamos en la mesa, cojo la cuchara para empezar.
- No, no. Hoy te doy yo de comer. -dice quitándome la cuchara de la mano.
- ¿Que haces Daniel? Que me duele la muela, no la mano.
- Calla anda, venga, la boquita. Mmmm, mmmm -empieza a hacerme el avión- venga que el avión ya mismo aterriza. -dice mientras sigue mareando la cuchara en el aire.
- Si lo vas a hacer mal no lo hagas, eh. -le digo como una madre que regaña al niño travieso.
- Vale... Mmmm... Mm.... -sigue mareando la cuchara, cuando estoy apunto de quitarle el cubierto de la mano, me lo acerca a la boca, y antes de que vuelva a abrirla para comer el puré, Dani me planta un beso en los labios.
- Mmm... Esto está más bueno que el puré. -digo sonriendo después de separar nuestros labios.
- Y te daría más, pero eres una quejica y dices que te duele la muela... -este me quiere picar.
- Eh, que me duele de verdad! -digo dándole un golpe en el brazo.
- Ya lo sé mi vida, y esta noche te voy a cuidar como te mereces. -y me besa suavemente la mejilla opuesta a la muela hinchada.
Y cuando voy a devolverle el beso, de repente, suena el timbre.

lunes, 31 de octubre de 2011

Capitulo 108: Que te quede claro

- ¿¡Qué!? -le miro fijamente, pero él sigue mirando al suelo, tengo mil preguntas para hacerle, quiero saber tantas cosas sobre esa cita, pero solo se me ocurre decir una cosa con mucho miedo.- ¿Quie.res termi.nar con es.to? -digo tartamudeando.
- ¡¿QUÉ!? No Anna, por Dios! ¿Cómo se te ocurre pensar eso? -ahora sí me mira, me agarra fuerte las manos que tengo sobre mis rodillas.
- No sé, has quedado con tu ex, me lo dices así de preocupado, pues pensé que igual te diste cuenta de que volvías a quererla...
- Anna, a ella nunca la quise, de eso puedes estar segura. Y no sé, te lo he dicho así porque tengo miedo de haberla cagado, de haber estropeado esto que tan bien nos iba, tengo miedo de que te enfades conmigo y me dejes... -su mirada se fija en nuestras manos que aún permanecen agarradas, está triste y no quiere que lo note.
- Pero a ver, ¿qué hicisteis? -le pregunto más calmada.
- Nada, hablar mientras tomábamos algo.
- Pero, ¿por qué quedaste con ella? -no entiendo el motivo.
- Me llamó, diciéndome que se arrepentía de haber terminado mal conmigo, y no sé, yo estoy acostumbrado a quedar siempre bien con mis ex-novias y quise ir para arreglar las cosas con ella... te juro que no hicimos nada más Anna. -con sus ojos clavados en los míos se me hace imposible no creerle.
- Vale, te creo, no pasa nada. -sonrío tímidamente, me jode que haya quedado con ella, pero no voy a prohibirle nada.
- Gracias mi vida. -me abraza y yo le abrazo a él- ¿Qué haces esta tarde?
- Tengo dentista. -empieza a sonarle el móvil, está mirando la pantalla pero yo sigo hablándole- pero a las 8 ya estaré en casa, así te puedes quedar a cenar y a dormir.
- ¿Sí? Hola Lara, ¿esta tarde? ¿A las 7? Perfecto, hasta luego.
- ¿Vas a quedar con Lara? -le pregunto algo mosqueada.
- Sí, pensaba quedar contigo pero como no puedes y ella me ha invitado. -dice tan tranquilo.
- Joder Dani, te he dicho que a las 8 ya estaría en casa para que te vinieras a cenar y a dormir, pero veo que estabas demasiado ocupado mirando la pantalla de tu móvil. -me levanto para irme.
- ¡Anna! No te he oído, lo siento, cancelo el plan, ¿vale?
- No Dani, no importa, ya nos veremos mañana. Pásatelo bien. -salgo de su camerino, cojo mis cosas y me marcho a casa para irme luego al dentista.

Llego a casa a las 8 menos cuarto, si Dani no hubiese sido tan tonto ahora podría estar arreglándome para él, para cenar aquí los dos... Pero no, él está ahora con su nueva amiga, la misma que tanto me ha criticado y tanto ha querido joderme, pero eso a él le da igual...
Como me duché antes de ir al dentista solo me tengo que poner el pijama, me pongo uno rosa con osos, creo que es el pijama más feo que tengo, pero también el más cómodo, además nadie tiene que verme hoy. Me preparo un puré para cenar, el dentista me tocó mucho la muela y ahora la tengo hinchada, me está doliendo demasiado como para ponerme a masticar.
De repente suena el timbre, en mi cabeza solo está Dani, pero no quiero que sea él, bueno sí quiero, pero no debería venir, y yo no debería abrirle. Miro por la mirilla y efectivamente es él, y aunque hace dos segundos me dije a mi misma que no debería abrirle, no me hago caso, y abro la puerta para tenerle frente a mí.
Él sonríe, pero yo me limito a quedarme quieta mirándole, seria. Y parece que se dispone a hablar.
- La he cagado, lo sé, pero voy a arreglarlo, que te quede claro, voy a hacer lo que haga falta para que me perdones y para volver a verte sonreír.

domingo, 30 de octubre de 2011

Capitulo 107: Aparentando serenidad

¿Algo pendiente? Mmm... sé a que se refiere, y sí, eso hay que solucionarlo cuanto antes. Me voy a casa, me ducho de cuerpo para mantener el peinado del programa, esa coleta que tanto le gusta a Dani y que según él tan bien me sienta. Vuelvo a lo mismo de siempre, la duda sobre mi vestuario, en el camino tengo que ir abrigada, con este frío el abrigo y las botas son indispensables, pero... cuando esté allí con él, quizás puedo sorprenderle con lo que lleve debajo de toda mi ropa...

Llego a casa de Dani, y mientras subo en el ascensor me termino de retocar, cuando las puertas se abren lo veo enfrente mío esperándome y sonriéndome de esa manera que me mata.
- Hola... -digo aguantándome las ganas de besarle porque estamos en mitad del rellano.
- Hola preciosa. -dice de manera seductora antes de besarme en la mejilla, o más bien comisura de mis labios.

Le sigo hasta la puerta de su casa y como buen caballero que es, me deja entrar a mí primero. Voy hacia el sofá dándole la espalda a él que está cerrando la puerta, después de escuchar como la puerta se cierra, noto su brazo agarrando el mío, dándome la vuelta para dejar nuestras caras a pocos centímetros, que a los dos segundos, se esfuman. Me besa con ganas, como si hiciera años que nuestros labios no se rozaran, y la verdad, las pocas horas que hace que no le beso, a mí también se me han hecho eternas. Seguimos besándonos apasionadamente, pero me separo un poco de él.
- ¿Dejarás que me quite el abrigo primero, no? -digo bromeando.
- Claro... El abrigo y lo que quieras. -vale, sí, tiene muchas ganas... y a mí cada vez me entran más. Pongo el abrigo sobre el sofá y antes de que éste caiga, Dani ya me tiene otra vez agarrada de la cintura y me pega a él- ¿Ahora ya puedo seguir besándote?
- Estás tardando... -digo antes de romper las barreras que separan nuestros labios, y esta vez soy yo la que le beso como si el mundo se fuera a terminar. Camino de espaldas sin dejar de besar a Dani hacia su habitación, el camino me lo sé de memoria, me tumbo sin soltarle y estiro de su camisa para que se ponga sobre mí.
- Mmm... tienes ganas eh. -dice entre besos.
- No más que tú. -digo quitándole la camisa. Me responde con una sonrisa pícara, con la que acaba de matarme por completo. Él también me quita la ropa, hasta dejarme en ropa interior, y me mira sorprendido.
- Guau... ¿enserio todo esto es para mí? -dice mirándome de arriba a abajo- Nunca te he visto tan sexy, mi amor... Ahora sí, me tienes loco de verdad...
- ¿Te gusta? -digo señalando mi ropa interior que es la lencería más sexy que encontré para la ocasión.
- Tú sabes lo que me encanta, tú sabes como ponerme así... Y por eso lo haces, eres mala... -dice mientras me besa el ombligo y va subiendo.
- Sería mala si ahora te dijera que me voy, pero sin embargo, hoy voy a dejar que disfrutes de esto -digo mirando mi cuerpo- que sí, es todo para ti.
- Bff... -suspira cuando llega a mi cuello- ¿pero tu también vas a disfrutar no?
- Ya veremos... Eso está en tus manos. -sé que voy a disfrutar, no ha habido vez que no disfrutara con Dani, pero nunca está mal hacerle creer que no lo consigue del todo. Se desnuda rápidamente, y me desnuda a mí, sé que tiene ganas de demostrarme cuanto me va a hacer disfrutar bajo estas sábanas, y yo me muero por empezar. Paso las yemas de mis dedos ligeramente por su espalda, mientras por fin empieza a hacerme el amor, cierro los ojos igual que él, no sé como consigue darme tanto placer. Me besa el cuello llevándome a lo más alto, suspiro una y otra vez, mientras escucho su respiración entrecortada, pongo mis manos en su cuello, y muevo su cabeza para que quede enfrente de la mía, sin abrir los ojos noto como los labios de Dani están cerca de los míos, y le beso haciendo que nuestras respiraciones se vuelvan más aceleradas si cabe. De repente noto como Dani sonríe entre los besos, haciéndome sonreír a mí también. Me mueve para ponerme sobre él, para que ahora sea yo la que dirija las normas del juego, y lo hago, y por como se eriza su piel deduzco que lo hago tal y como a él le gusta.
Terminamos fundiéndonos en un apasionado beso, mientras Dani me acaricia con suavidad la parte más baja de mi espalda, me encanta que al terminar de hacerme el amor me haga eso, me hace sentir tan bien, hace que sienta que nadie me ha hecho el amor como él, que nadie me ha hecho tan feliz con un largo rato de sexo.

Y así pasan dos semanas, llenas de felicidad, de amor, de besos escondidos en zonas estratégicas del plató, de ganas de decirle al mundo entero lo feliz que me hace Dani, dos semanas en las que no tengo ningún miedo de nada, en las que siento que nada puede estropear mi felicidad, nuestra felicidad. Pero desde hace un rato siento que quizás puede haber algo malo, Dani me dijo que al terminar el programa fuera a su camerino porque "teníamos que hablar" y sí... eso siempre es malo. He estado este fin de semana en Mollet echándole de menos, y lo que menos me apetece es llegar un lunes a Madrid y que Dani me diga algo malo.
Me dirijo al sitio donde me citó algo miedosa, pero aparentando serenidad.
- ¿De que me tenías que hablar? -le digo después de estar unos minutos sentada con él en su sofá.
- Bueno, tengo que contarte algo... -dice mirando al suelo.
- ¿Qué pasa? -me está poniendo nerviosa.
- Anna... Este fin de semana... quedé con... -hace una pausa, ¡que me diga con quién!- quedé con Lara...

sábado, 29 de octubre de 2011

Capitulo 106: Algo pendiente

- ¿Qué?... -decimos Dani y yo con mucho mucho miedo, me pego a él para que me proteja y aunque Dani tiene el mismo miedo que yo a esta condición, me protege como ningún otro hombre sabría.
- Lo vuestro no lo tiene que saber nadie más, no quiero que nadie del equipo se entere, no quiero que seáis la parejita del equipo, fuera haced lo que queráis, pero dentro, haré como que ni yo lo sé, ¿vale?
- Vale... -volvemos a contestar Dani y yo a la vez, y los dos un poco más tranquilos, al menos podemos estar juntos.
- Y otra cosa, -dice Flo volviéndonos a poner nerviosos- en el momento en el que las cámaras se enciendan y el programa esté en directo, quiero que seáis los de siempre, confío en vosotros, y sé que si algún día vuestra relación se rompe, nadie lo va a notar, vais a estar bien y siendo tan amigos como siempre ¿entendido?
- Sí. -contesta Dani y a los pocos segundos asiento yo también.

Nos vamos al camerino de Dani a repasar el guión, cuando estoy leyendo mi parte veo que Dani se acerca mucho a mi, y pone su mano en mi muslo y empieza a subir.
- Daniel... -le cojo la mano y la aparto, pero vuelve al ataque.
- Un poquito... -dice con cara de niño travieso, la verdad es que me muero de ganas por dejarle, pero no podemos.
- No... -digo volviéndole a apartar la mano.
- ¿No quieres?
- No es eso... es que nos pueden pillar. -al oír mi respuesta vuelve a poner su mano en mi muslo, coge mi guión y el suyo y los deja en la mesa, se pega más a mí.
- Por eso no te preocupes, no va a venir nadie. -va acercando nuestras caras y yo no me resisto, ¿quién se resiste teniéndole a pocos centímetros?
- ¿Seguro? -le pregunto cuando nuestros labios están casi rozándose, asiente con la cabeza mientras recorta la poca distancia que nos separaba, y me besa mientras sigue subiendo su mano por mi muslo, los besos cada vez se vuelven más pasionales, y a mí me está poniendo mala... pero creo que él está peor, porque me empuja sin dudarlo para que quede tumbada y se pone entre mis piernas.
- Bff... -dice mientras le beso el cuello, y su respiración se va volviendo más agitada- me vuelves loco...
- Ya lo sé... -digo volviendo a sus labios- pero será mejor que paremos.
- No, no... tú no me dejas a medias... -y cuando termina de decirme esto me sonríe pícaramente, haciendo que mi idea de no ir a más, se desvanezca.
- Tú lo has querido... -digo quitándole la camiseta y haciendo que quede sentado en el sofá para sentarme yo encima. Vuelve a matarme con una sonrisa de las suyas mientras mete sus manos por debajo de mi camiseta y aprieta sus dedos contra mi espalda. Nos besamos mientras la temperatura sigue subiendo, Dani empieza a quitarme la camiseta.
- Dani!!! En medio minuto a maquillaje, te están esperando!! -dicen desde la puerta mientras llaman un par de veces, Dani se frena y me deja la camiseta puesta.
- Bueno, ¿aún nos da tiempo de hacer algo no? -me susurra cuando ve que ya no hay nadie tras la puerta.
- ¿En medio minuto? Mejor otro día. -digo quitándome de encima, la verdad es que tenía muchas ganas pero para medio minuto mejor no hacer nada- Luego te veo. -le mando un beso y le sonrío para fastidiarle un poco más, me encanta ver como se queda con las ganas y salgo del camerino de Dani para irme al mío.

El programa termina, creo hoy entre Dani y yo ha habido mucha tensión sexual no resuelta, espero que no se haya notado... Entro en el camerino después de hacerme algunas fotos con los fans y veo una nota encima de mi mesa.
"Te espero en mi casa en un par de horas, creo que tenemos algo pendiente ¿no?"

viernes, 28 de octubre de 2011

Capitulo 105: Con una condición

Desayunamos felices, la verdad es que parecemos una pareja feliz, bueno, en realidad, lo somos.
- ¿Hoy le contaremos a Flo lo nuestro, no? -me pregunta Dani llevando los platos a la cocina.
- Si crees que eso no nos causará problemas, sí. -digo guardando el mantel.
- Flo es nuestro jefe pero también nuestro amigo, y él sabe todo lo que hemos pasado tu y yo, creo que debemos contárselo.
- Ya... Pero tengo miedo de que nos diga que no podemos estar juntos o algo así... -la idea de que quizás me obliguen a separarme de Dani me aterroriza.
- Mi amor, Flo no nos dirá nada de eso, y si algún día me prohibieran estar a tu lado, haría lo que hiciera falta para no separarme de ti. -se queda enfrente mío, pone sus manos en mi cuello, yo rodeo su cintura con mis brazos- Ahora que logrado estar con la mujer de mi vida, ¿crees que estaría dispuesto a dejar que me separaran de ella?
- ¿De verdad? ¿No dejarás que nos separen? -digo triste apoyándome en su pecho, me coge de la barbilla y hace que quede mirándole  a los ojos, me encanta como le brillan.
- Nunca, pequeña... -me besa despacio, entrelaza su lengua con la mía lentamente, haciendo que se conozcan todavía más, y no deja de besarme, ni yo dejo de besarle a él. Pasan los minutos y aquí seguimos, como si el mundo estuviera parando mirando como nos besamos. Nos separamos, y apoyando su frente en la mía me sonríe, y sin poder evitarlo, yo esbozo una de las sonrisas más bonitas de mi vida.

Llegamos a plató juntos, pero fingiendo que entre nosotros hay solo una amistad, nos dirigimos al camerino de Flo, y antes de que Dani llame a la puerta me mira y me guiña un ojo para que esté tranquila, como ve que eso no es suficiente para calmar mis nervios, un segundo antes de que Flo abra la puerta Dani me coge la mano, esto sí me tranquiliza mucho más.
Flo nos mira, con una cara primero de sorpresa, luego extrañada, pero al final sonriente.
- Hola chicos. -dice mientras nos deja paso para entrar.
- Hola!! -decimos Dani y yo al mismo tiempo, nos soltamos de la mano y nos sentamos juntos en el sofá.
- ¿Algo que contar? -nos pregunta con ganas de saber todo lo ocurrido, yo no hablo, prefiero que conteste Dani.
- Pues... -se pone algo nervioso, me mira, esta vez soy yo la que le inspiro confianza con una sonrisa- sí.
- ¡Contadme! -dice muriéndose de la curiosidad.
- Dani y yo... -intento empezar a contarle.
- Estamos juntos, somos novios... -continúa Dani, que bien suena esto...
- ¿De verdad? ¡Ya era hora! -dice alegre, nos abraza a los dos. -¿Y desde cuando?
- Desde ayer, me decidí y fui a Mollet a verla, y bueno, le confesé todo lo que tú ya sabes, y no sé como tengo tanta suerte, pero aquí la tengo a mi lado... -Dani pasa su brazo rodeando mi espalda y me pega a él, los tres sonreímos.
- Me alegro de que te decidieras, te dije que podrías intentarlo y quizás conseguirlo, desde hacía mucho tiempo se notaba que lo vuestro no era normal, y míralo, el Martínez enamorado, ¡eso sí es otra movida! -jaja tiene razón...
- Gracias por entenderlo y apoyarnos, Flo. -digo después de un corto silencio.
- No me tienes que agradecer nada Annita, sois grandes amigos para mí y quiero que seáis felices, y cómo os digo, yo notaba que para ser felices necesitabais estar juntos.
- ¡Gracias de verdad! -dice Dani.
- ¡De nada! Pero chicos... entiendo que queráis estar juntos y ser una pareja, yo también quiero eso y espero que podáis ser felices, pero con una condición...

Capitulo 104: No me va a faltar nunca

Llegamos a Madrid, Dani dejó el coche cerca de la estación y nos dirigimos a mi casa, cuando llegamos me ayuda con la maleta.
- ¿Quieres que suba? -dice tímidamente.
- Sí. -digo de igual manera.
Entramos en mi casa, cenamos y nos tumbamos en el sofá a ver una película.
- Dani... -digo mientras estoy apoyada en su pecho y él me acaricia el pelo.
- Dime cariño.
- ¿Que va a pasar ahora? -me incorporo para quedar enfrente suyo, rodea con su brazo mi cintura y me pega más a él.
- ¿A qué te refieres?
- Pues a todo... Al programa, a la gente, ¿qué vamos a hacer? ¿Ocultaremos lo nuestro?
- Bff... Es complicado. Flo sabe lo que siento por ti, y sabe que lo iba a intentar contigo y me animó para hacerlo, pero el resto de la gente no sabe nada ¿no?
- Raúl sí, pero creo que nadie más. -pongo mi mano en su muslo debajo de la manta y le acaricio.
- ¿Tú que quieres hacer? -me acaricia la espalda también.
- Creo que lo mejor será que no lo sepa nadie más, no tardarían en atosigarnos a preguntas y prefiero que no sea así...
- Tienes razón, pero... yo quiero gritarle al mundo entero cuánto te quiero. -dice vergonzoso, sonrío como una tonta al escuchar esto que me dice, pongo mis manos en sus mejillas y me acerco a él.
- Me basta con que me lo digas a mí. -le susurro cerca de sus labios.
- No habrá día que no lo escuches, y no habrá día que no te lo demuestre. -termina besándome dulcemente de manera que me eleva hasta las nubes, me besa con amor, mucho amor...
- Te... quiero. -digo entre besos. Me levanto y le cojo de la mano haciendo que él también se levante, le llevo hasta mi habitación, y me tumbo en la cama, esperando a que él también se tumbe, así lo hace. Se tumba a mi lado, y nos quedamos mirando, deshace la cama para taparnos, aprovecha para meter su mano dentro de mi camiseta y me hace estremecer, me mira a los ojos, suspira.
- Te adoro. -dice antes de besarme, se pone encima mío, me quita la ropa y se la quito yo a él, nos volvemos a tapar completamente, quedando bajo las sábanas, no entra nada de luz, no le veo, pero... le siento. Me hace el amor, me demuestra de nuevo todo el amor que siente por mí y yo intento hacer lo mismo. Terminamos y me pongo el pijama, le dejo uno a él  y nos volvemos a meter en la cama. Se tumba boca arriba y yo me apoyo en su pecho, me vuelve a acariciar el pelo para que me duerma, y lo consigue.

Nuevo día, abro los ojos y cuando me giro veo que sigue aquí, veo que aunque esto sea demasiado perfecto para ser real, no es ninguna fantasía, está pasando de verdad. Me tumbo de lado y apoyo mi cabeza en la mano que tengo sobre la almohada, la otra la poso sobre su barriga que se mueve al compás de su respiración, está tan dormidito... está tan precioso. Mientras le miro me voy cuenta de que mi felicidad depende únicamente de él, si otra vez me volviera a dejar creo que no podría soportarlo, tengo tanto miedo...
- No sabes lo feliz que me hace que seas tú lo primero que vea al despertar. -Dani se ha despertado, y me ha sacado de mis pensamientos con estas hermosas palabras, todo mi miedo se desvanece, le abrazo sintiéndome protegida, y lo mejor, sintiendo que esta protección no me va a faltar nunca.

jueves, 20 de octubre de 2011

Capitulo 103: ¿Qué va a pasar?

Me termino de arreglar mientras Dani camina por mi casa para conocerla mejor. No me maquillo casi, bastante tengo con el programa, así que los fines de semana descanso de tanto potingue. 

- Dani!! Ya estoy!! -le grito desde la puerta, no sé donde se ha metido. 
- Ya voy!! -me grita de lejos. 
- ¿Dónde estabas? -le pregunto intrigada. 
- En la cocina, era el último rincón que me quedaba por conocer de esta casa. 
- Espero que algún día me hagas alguna cena en esa cocina, eh. -digo abrazándole. 
- Todas las que quieras mi vida. -me da un beso en los labios y nos disponemos a salir, vivo lejos de mis padres así que vamos en mi coche, Dani nunca lo había visto así que también lo observa detenidamente. 

Llegamos y llamo al timbre, a ver que cara ponen cuando me vean con Dani. 
- Hola cariño! -mi madre me abraza y de repente se separa de mí- Dani!!!! -también le abraza, con más ganas que a mí. 
- Vale, vale, te alegras más de ver a Dani que a tu hija, eh. -digo resentida y bromeando, los dos sonríen. 
- Cariño es que no esperaba que viniera, ¿a que se debe esta visita inesperada? -antes de que Dani pueda contestar mi madre llama a mi padre para que venga. 
- Pues me apetecía ver a Anna y como nunca me invita me autoinvité yo. -ahora me deja mal, le miro de manera sospechosa pero como veo que me sonríe de esa manera que tanto me gusta no puedo evitar sonreír yo también. Mi padre saluda a Dani y entramos a casa, donde están mi hermana y mi cuñado sorprendidos por la visita de Dani. Miro a mi hermana mientras mi cuñado saluda a Dani, y ella me entiende, sabe que entre nosotros hay algo y que no puede decir nada. 
Saludo emocionada a mis sobrinos y les presento a Dani que parece que le encantan los niños y empieza a jugar con ellos mientras yo hablo con mi hermana. 
- ¿Y esto? Lo último que supe es que no querías saber nada de él... -mi hermana no entiende nada. 
- Ya... Pero es que vino desde Madrid hasta aquí para decirme que me quiere y que quiere estar conmigo, de verdad, sin fiestas ni otras chicas, que quiere sentar cabeza y quiere hacerlo conmigo... 
- ¿Sí? A ver si es verdad hermanita, no quiero que te haga daño. -me abraza contenta y nos sentamos para comer. Me siento al lado de Dani y pongo mi mano en su muslo para que vea que estoy ahí con él, me sonríe dándome a entender que está todo bien, que está cómodo y feliz, aunque lo veo un poco nervioso. 
- ¿Estás nervioso? -le susurro al oído. 
- Es la primera vez que como con los padres de mi novia... -me susurra él también. 
- ¿Pero estás bien? -le pregunto preocupada. 
- Mejor que nunca. 
- ¿Y qué tal, Dani? Hacía tiempo que no sabíamos de ti, y eso que siempre le preguntamos a Anna para saber como estás. -empieza mi madre... la verdad es que siempre me preguntan por él pero yo no estaba para contarles nada, no quería preocuparles por todo lo mal que lo estaba pasando. 
- Muy bien, con el trabajo, los amigos, la familia cuando puedo... 
- ¿Y con Anna como vas? ¿Se porta bien contigo? -ay dios, mi padre ya empieza con preguntas incómodas, pero Dani parece encantado. Ve como me incomoda la situación y me agarra la mano que yo tenía en su muslo puesta por debajo de la mesa. 
- Con Anna... -me mira y cuando me doy cuenta le miro yo, sonríe- no podríamos estar en un mejor momento. -mis padres le miran algo extrañados y yo le apreto la mano para que rectifique- Es una gran amiga. -sonrío aliviada y mis padres creo que algo decepcionados, siempre les gustó Dani para mí, y creo que pronto se alegrarán cuando sepan que estamos juntos... "estamos juntos" que raro se me hace esto, y como me gusta... 

Terminamos de comer, mi padre va a por los postres y mi madre le acompaña, creo que van a cuchichear sobre nosotros, cuando los dos van juntos a buscar el postre es porque quieren hablar de algo... Sonrío al ver como se alejan. Miro a Dani que también sonríe, pero no sé por qué. 
- ¿Por qué sonríes? -le pregunto curiosa. 
- Porque cuando pienso que esto de comer con tu familia va a ser algo que voy a poder hacer siempre a partir de hora, solo puedo sonreír. -le abrazo con ganas, olvidándome de que mis padres nos podrían ver, me da un beso en la mejilla y noto la mirada de todos fijadas en nosotros, me separo y solo me limito a sonreír, ellos al vernos también, creo que sospechan, pero no diremos nada todavía. 

Estamos en el AVE dirigiéndonos a Madrid. Cuando me doy cuenta de que Dani sigue a mi lado sonrío con fuerza, creo que esto que acabamos de empezar no va a terminar nunca... Pero ahora volvemos a la rutina, y me pregunto mil cosas, no sé cómo vamos a actuar, ni sé qué vamos a decir a la gente del programa... Ahora ¿qué va a pasar?

lunes, 17 de octubre de 2011

Capitulo 102: Quiero ser

Me mira serio y no contesta, me temo lo peor, me pongo seria yo también, muy seria. Sigue mirándome, me pone nerviosa, ¿cuando piensa contestar? Cuando estoy a punto de exigirle que me conteste ya veo que en su cara se asoma una sonrisa traviesa, ¿esto que quiere decir, es bueno o malo? Sigo esperando a que conteste y parece que a eso va.
- No. -dice sin más, esperaba algo más la verdad, ¿tanto se lo tuvo que pensar?
- Mm... ¿Tanto rato para contestar un simple "no"? -digo algo mosqueada.
- Estaba mirando lo preciosa que estás y lo orgulloso que estoy de ser solo para ti. -me agarra más fuerte de la cintura y consigue pegarme un poco más a él.
- Explícame que pasa con María. -digo seria, me da rabia tanto misterio, aunque ya me haya dicho que no está con ella, quiero saber más.
- Con María no pasa nada, ¿crees que necesito a María teniéndote a ti? -me está susurrando pero no quiero rendirme tan fácilmente, ahora le besaría, pero quiero que siga hablando.
- Pero ayer no me tenías, ¿has tenido algo con ella mientras tú y yo no éramos nada? -temo la respuesta, mucho...
- No... Aunque lo intenté. -y se queda tan tranquilo.
- ¿Qué? -digo separándome todo lo que puedo de él, aunque me tiene bastante sujeta y creo que no superamos los 2 centímetros de distancia.
- Pues eso, lo de un clavo saca a otro clavo... Pero nada, le di un pico, y mi cabeza decía que fuera a más, que así te olvidaría o bueno no sé... Pero yo no podía, sabía perfectamente que como tú no habría ninguna, que ni un clavo, ni mil, ni millones de clavos te sacarían a ti de mi corazón, sabía que el sabor de tus besos jamás se quitaría de mis labios por muchas chicas que besara, y sabía que merecía sufrir toda mi vida por dejarte ir otra vez... -me cuenta esto algo triste y a mí me sorprende bastante.
- Pero... ¿cuando la besaste?
- Pues... Cuando empecé a verte con Raúl, me lancé, me dio mucha rabia verte tan bien con él y supuse que me olvidaste así que quise olvidarte yo a ti también, pero al final ni quise intentarlo de verdad, quería quererte aunque no fuera correspondido, porque supongo que sentir algo por ti me hacía más feliz...
- ¿Y por qué cuando te diste cuenta de que no querías nada con ella seguías tonteando delante mío?
- Porque... lo hice para darte celos, sí, como un niño pequeño, pues igual... Quería que vieras que podía rehacer mi vida aunque eso fuera imposible para mi. -no me mira, le da vergüenza y yo me empiezo a reír, que tontos hemos sido, yo dándole celos a él con Raúl y él a mí con María- ¿De que te ríes?
- De que parecemos dos niños pequeños... Yo también quería darte celos con Raúl y él me ayudaba, sentí tanta impotencia cuando vi que tonteabas con ella que me dio igual comportarme como una quinceañera con tal de no perder mi orgullo. -se empieza a reír él también.
- ¿¡Así que eso querías eh!? Darme celos pillina... Pues lo hiciste genial. -dice aún divertido.
- Es que te pasaste... Ya podrías haber utilizado a otra chica que no tuviera que ver cada día... -no estoy enfadada pero la verdad es que no me gustó eso.
- Ya lo sé mi vida, he tenido miles de errores desde el día en que te conocí ¿pero sabes? quiero arreglarlos todos, cada uno de ellos, cada error que te hizo sufrir por poco que fuera, quiero borrartelos de la mente para sustituirlos por momentos bonitos en los que te llene de felicidad. -sonrío y le abrazo con fuerza.

Nos estamos vistiendo, hace mucho frío así que no creo que debamos de estar mucho rato más desnudos, de repente recuerdo que hoy tenía algo que hacer...
- Dani... Se me olvidaba que hoy tenía comida familiar, con mis padres, mi hermana, mi cuñado y mis sobrinos...
- ¿Crees que molesto si voy?
- Claro que no, les encantaría verte, pero no sé, quizás tú no quieras venir, podemos hacer otra cosa si te apet... -pone su dedo en mis labios cortándome.
- Anna, quiero ser alguien nuevo, quiero quererte cada día más, a ti y a toda la gente que te rodea, quiero ser tu novio, un buen novio, y ¿que mejor que ir a casa de mis suegros para empezar con buen pie? -dice sonriente- Puedo ir como tu amigo para que no les pille de sorpresa y otro día les contamos esto que acabamos de empezar...
- ¿Estás seguro? -digo con miedo.
- Estoy tan seguro de eso como de que te quiero más con cada segundo que pasa.

sábado, 15 de octubre de 2011

Capitulo 101: ¿Esto es real?

Narra Anna

Le acaricio la espalda de arriba a abajo, mientras dejo que me bese con suavidad y pasión mientras me hace el amor como nunca antes lo hizo. No sé cómo dos personas pueden tener sexo de maneras tan distintas, hace 3 días me entregué a él mientras le odiaba con todas mis fuerzas y hoy... hoy siento que hacia Dani solo puedo sentir amor, que cuando le siento cerca no puedo evitar enamorarme más de él.
Seguimos disfrutando el uno del otro, como si ésta fuera nuestra primera vez, y en realidad ésta nuestra primera vez... es la primera vez que sé con total seguridad que Dani se entrega a mí por completo, la primera vez que hago el amor con él sin ningún tipo de miedo, es la única vez que siento que después de esto va a haber más, mucho más.

Se tumba a mi lado, satisfecho, sonriente, feliz... Mira al techo, yo le miro a él.
- ¿Esto es un sí? -me pregunta sin moverse.
- ¿Cómo? -digo sin entenderle.
- Si esto es un sí, si quieres empezar esta locura conmigo... -sigue mirando hacia arriba, creo que está nervioso, me acerco a él, le cojo la barbilla y giro su cara para que me quede enfrente, le miro a los ojos, los tiene brillantes.
- Sí, quiero entregarte mi corazón una vez más, quiero enamorarme de ti día tras día como he hecho hasta ahora, y quiero sentir como me quieres, como me demuestras que eres tú lo que mi vida tanto pedía y necesitaba.
- Bff... -dice intentando no llorar- quiero que sepas que voy a cuidar este corazoncito -pone su dedo índice en la parte de arriba de mi pecho izquierdo- como merece, como el mayor tesoro que alguien puede encontrar... -me abrazo a él con fuerza, sintiendo como nuestros cuerpos desnudos se vuelven uno, sin necesidad de hacer el amor.
- Creo que no puedo ser más feliz. -le susurro al oído.
- Espero que sí, aún me queda mucha vida para hacer que seas más feliz todavía... -después de decirme esto me besa de manera muy suave, entrelaza nuestras lenguas lentamente, haciendo que el vello se me ponga de punta mientras me acaricia con las yemas de sus dedos puestas en mis mejillas.
- Daniel, ¿esto es real? ¿o es sólo un sueño?
- Esto es real y verdadero pero es tan bonito y perfecto que yo también tengo miedo de que sea solo un sueño, de que tú seas mi sueño y ahora tenga que despertar...
- Si yo soy tu sueño me encargaré de que duermas eternamente. -me abraza porque creo que no puede responderme con algo mejor- Y ¿cómo que viniste hasta aquí si mañana nos íbamos a volver a ver? -le pregunto al rato mientras seguimos desnudos tapados por mis sábanas, hace frío, pero a su lado con su brazo rodeando mi cintura siento que el calor me invade y no hay frío dentro de mí.
- Pues porque no aguantaba más, porque aunque cada día en mi casa gritara cuanto te quería tú no te ibas a enterar y eso ya no lo soportaba, amarte en silencio se estaba volviendo una pesadilla. Y porque joder... no soportaba las ganas de besarte y abrazarte y ver que no te tenía, que estabas lejos, que me odiabas y que tus labios los estaría probando Raúl...
- Raúl nunca he probado mis labios... -le confieso.
- ¿No? -me pregunta sorprendido.
- No...
- Buf, menos mal, aunque yo eso no lo sabía, yo pensaba que estabas con él, que te besaba y que te hacía el am... bueno eso. ¿Tú sabes cómo me lo imaginaba? Solo pensar que pasabas más tiempo con él que conmigo ya me llenaba de rabia, cuando te veía cerca de él tan cariñosa, riendo como te reías conmigo y yo mirando como un tonto viendo como te perdía... Ahí ya me dije "Martínez, estás enamorado hasta las trancas y si no haces nada la pierdes, pierdes al amor de tu vida para siempre". -sonrío como una tonta al oírle, al darme cuenta de que me quiere desde hace tiempo, de que sufría tanto como yo cuando no estábamos juntos. Nos volvemos a abrazar y así nos quedamos un rato, unos minutos en los que pienso mil cosas, hasta que llego a pensar algo que me duele, y que necesito preguntarle.
- Dani... ¿y que pasa con María? ¿estás con ella?

domingo, 9 de octubre de 2011

Capitulo 100: La mujer perfecta

Narra Dani.


Domingo 26 de noviembre de 2011, Mollet del Vallés.

Aquí estoy, acabo de aterrizar por primera vez en el pueblo que Anna nunca se cansa de mencionar, en el pueblo que vio nacer a la mujer más bella de la faz de la tierra. Sí, estoy aquí solo, a punto de hacer una locura...
Pregunto a un par de hombres que veo por la calle, no sé donde está su casa, así que tengo que apañarmelas para poder llegar. Entro en una calle estrecha, Anna siempre decía que parecía que vivía en un callejón, así que sigo recto por aquí. Me planto delante de una casa grande y muy bonita, de color marrón claro con una puerta marrón oscuro, sí... Me parece que es aquí. Miro de arriba a abajo la fachada, creo que nunca he estado tan nervioso, me acerco a la puerta, y con la mano temblorosa llamo al timbre. Ni siquiera sé si ella está aquí, pero eso no me importó a la hora de venir desde Madrid... Oigo pasos, mi pulso se acelera pero se vuelve más rápido todavía cuando abren la puerta, y la veo aquí delante mío... Me mira sorprendida, no sé si está contenta, nuestra última conversación fue hace 3 días en la fiesta de Juanger y no terminamos muy bien... Yo también la miro, lleva unas mayas gris claro y una camiseta blanca igual que las zapatillas de estar por casa. La observo detenidamente, creo que nunca la vi tan guapa. Con su moño despeinado, su flequillo al lado y esa carita de dormilona que no me puede gustar más...

- Hola... -digo como puedo.
- Hola... -dice extrañada- ¿Qué haces aquí?
- Bueno... Es largo de explicar... Si me dejas pasar... -se aparta dejándome el camino libre y entro más nervioso todavía. Está amueblando su casa, la tiene casi vacía, me siento en el sofá que veo en mitad del salón y ella se sienta a mi lado.
- Tú dirás... -dice algo nerviosa también.
- Bueno, no sé como empezar... -joder, ahora me tenía que quedar sin palabras, lo tenía todo ensayado, pero es mirarla a los ojos y perderme completamente...
- Sí sabes, inténtalo. -la noto fría, pero supuse que la encontraría así.
- Anna... Joder, que difícil se hace esto. Verás, el otro día en la fiesta de Juanger, sentí que ya no podía esconder más esto, cuando te fuiste llorando después de decirme que te dejara en paz, sentí que ya no había marcha atrás y que lo mejor que podía hacer era aceptar esto que me pasa.
- ¿Y que te pasa?
- Lo que me pasa... Lo que me pasa contigo no me ha pasado nunca y por mucho que he querido negarlo no he podido hacer nada, no he podido impedir que esto que me pasa me deje de pasar... Anna... -la miro a los ojos- Anna yo te quiero. Te quiero como nunca he querido querer a nadie, siempre he evitado querer a las chicas de la manera que te quiero a ti ahora y contigo también lo quise evitar, pero contigo Anna, contigo se me ha hecho imposible, no me he podido resistir a esto, no he podido dejar de quererte ni un solo segundo desde el día en que te besé por primera vez.
- Dani...
- No, déjame hablar ahora que por fin he tenido fuerza y valentía para hacerlo. Desde que me di cuenta de lo que sentía por ti me he comportado como un cobarde, he querido negar lo evidente y engañarme a mi mismo diciéndome que tú eras como las demás, pero ya no puedo, ya no quiero seguir así, no quiero echarte de menos y saber que no te tengo por mi puta cobardía... Por mi miedo a perder la libertad, la soltería, porque siempre he pensado que de la única manera que yo podía ser feliz era siendo soltero, y teniendo a una chica cada día, pero desde hace tiempo sé que la llave de mi felicidad la tienes tú, que no quiero otra chica que no seas tú, que no quiero fines de semana en discotecas, quiero fines de semana a tu lado, haciendo cosas de... de pareja...
- Daniel yo... -me agarra las manos, tiene los ojos brillantes, pero quiero continuar hablando yo.
- Anna, yo no te digo que esto vaya a ser fácil, no te prometo un camino lleno de rosas... Quizás el camino que yo te propongo esté lleno de piedras con las que podamos tropezar, pero Anna, yo te juro, que desde hoy, 26 de noviembre, no habrá hombre que te quiera más que yo, no habrá persona en el mundo que piense más en ti y que no dejé de intentar hacerte feliz. Si me dejas, me entrego a ti por completo, dejo mi soltería y lo que me pidas, porque desde hoy, solo vivo por y para ti, pequeña... -suspiro después de decir todo lo que necesitaba decirle, veo que empieza a llorar aunque intenta evitarlo, pero yo ahora no sé si llora de felicidad o de tristeza, y no... no soportaría verla llorar de tristeza.
- Joder... No me esperaba esto. -dice mientras le quito las lagrimas de la cara, y le acaricio la mejilla suavemente.
- Yo tampoco me esperaba terminar así, enamorado de la mujer más preciosa que he visto nunca...
- ¿Estás enamorado de mí?
- Como un tonto... Estoy enamorado de ti como nunca nadie lo ha estado, estoy enamorado de tus ojos, de tu sonrisa, de tus piernas, estoy enamorado de cada uno de tus lunares, de tus brazos, de tus manos, de tus orejas, de tus labios... Y si los tuvieras, también estaría enamorado de tus defectos. -me acerco a ella, tengo miedo de que se separe de mí, pero parece que no lo va a hacer, cierro los ojos, pongo mis manos en sus mejillas... y la beso y siento una vez más como cada parte de mi se llena de eso que siempre he rechazado, de amor... Me pongo de pie, la agarro con fuerza y consigo que rodee con sus piernas mi cintura, también rodea mi cuello con sus brazos, y nos seguimos besando mientras me dirijo a su habitación.
- Eh... Anna -le digo entre besos- ¿dónde está tu habitación? -se nos escapa una carcajada, pero pronto vuelve a besarme.
- Sigue recto y entra en la primera puerta que veas. -le hago caso y pronto entramos en su habitación, es preciosa, casi tanto como ella... La tumbo suavemente en la cama y me tumbo sobre ella, se deshace de mi camiseta y yo de la suya, pronto estamos desnudos. La miro de arriba a abajo y sonrío, porque aún no me creo esto que estoy haciendo... Estoy en la misma cama que esta mujer, esta mujer perfecta, esta mujer que no me merezco, pero que tanto me alegro de poder sentir... Le beso la barriga mientras noto la suavidad de su piel, esa suavidad que siempre consigue tener, subo despacito hasta llegar a su cuello, y siento el olor que tan enamorado me tiene, llego hasta sus labios, los que no tardo en besar, me separo un poco de ella, la miro a los ojos.
- Te quiero. -le susurro, y entonces, empiezo a hacerle el amor, y haciendo esto siento que no puedo ser más feliz... Bajo estas sábanas me doy cuenta de que enamorarme de ella ha sido lo mejor que me podía pasar en la vida...

miércoles, 5 de octubre de 2011

Capitulo 99: No lo vas a arreglar

Estamos ya en la fiesta, me cambié de vestido y Dani consiguió salvar un poco su mancha, hubo un poco de preguntas sobre donde estuvimos, pero supimos esquivarlas y nadie más se interesó por nuestra "escapada". Estoy tomando algo con Raúl y más gente, y mirando a cada rato la zona donde está Dani con María, sé que también me mira y la verdad me muero de ganas por acercarme a él pero no sé si debería. Cuando me doy cuenta Raúl me pide que baile con él, y no creo que sea plato de buen gusto para él que le rechace, así que bailamos un rato, él me agarra tranquilamente y yo me siento un poco incómoda, ya que solo me gusta que Dani me agarre con tanta confianza.

Traen el pastel para Juange, él se pone en medio para decir unas palabras, estoy al lado de Dani y él está al lado de María. Escucho como le dice algo al oído.
- Ahora que me fijo tú eres la más guapa de la fiesta. -¿cómo? se lo dice aquí, a mi lado, buf...
- Tú si que eres el más guapo. -le responde ella, él sonríe pícaramente y yo me aparto de ellos, me voy por detrás de Dani que con la intención de chocarse conmigo extiende un poco el brazo.
- Aparta. -le digo tajantemente.
- Pero si eres tú, ¿quieres volver a chocarte conmigo para repetir lo que pasó después o qué? -dice agarrándome y echándome un poco para atrás para que nadie nos oiga.
- Por favor, no creo que cometa el mismo error otra vez. -digo yéndome, me vuelve a agarrar.
- ¿Error? -dice sorprendido.
- Sí, y déjame, será mejor que vayas con la más guapa de la fiesta. -y me deshago de él, me marcho otra vez con Raúl y no miro a Dani en toda la noche. Él intenta acercarse a mí en distintas ocasiones pero siempre consigo esquivarle. Al cabo del rato por desgracia nuestras miradas se cruzan durante unos instantes, Dani me mira fijamente y veo que esboza una pequeña sonrisa, supongo que querrá hacer las paces, pero yo, orgullosa como siempre, le giro la cara, y de reojo veo como se le cambia la expresión, como ahora me mira decepcionado.

Empiezan a poner música lenta, la fiesta se está terminando, no me gusta la música lenta, porque eso implica bailar con alguien, y no quiero bailar con otro que no sea Dani... Veo que él no tiene ningún problema y agarra suavemente a María para bailar con ella, incluso bailan de manera muy cariñosa, creo que esto empieza a ser insoportable, les miro fijamente, ella tiene los ojos cerrados y cuando pensaba que no podía ser peor, veo como él le da un beso en el cuello, sonríe y cierra los ojos también. Cuando siento que voy a estallar Raúl me pide que baile con él de nuevo y por supuesto, no me niego, viendo la reacción de Dani no me iba a quedar parada observándole con otra, para eso que sea él el que mire...
Bailamos, cierro los ojos para evitar ver ciertas cosas que tanto me hacen sufrir, los abro durante un momento, cuando me doy cuenta Dani está al lado del equipo de música, y de repente empieza a sonar "Just the way you are", aquella canción que Dani me dedicó hace mucho tiempo... Le miro y me mira, se acerca a Raúl y a mí.
- ¿Cambio de pareja, no? -nos dice sonriente.
- No, estoy muy bien con Raúl. -digo con mucho odio, vuelvo a agarrar a Raúl y a cerrar los ojos, no sé que reacción tiene Dani, solo sé que tengo ganas de llorar y que esta canción no me ayuda a mejorar...

Termina la fiesta, me despido de todos, por suerte solo tengo unos pasos hasta llegar a casa, y podré tumbarme en la cama y llorar tranquilamente.
- ¿Por qué me hiciste eso, eh? -me dice Dani cuando me ve en una zona solitaria cogiendo mis cosas.
- ¿El qué? -digo indiferente.
- Portarte así conmigo, ni siquiera me has mirado después de volver de tu casa.
- Prefiero ahorrarme ciertas imágenes, así que miro para otro lado.
- ¿Ciertas imágenes? Tú sabías que mi acompañante era María... Era lo que te tocaba ver. -uy que me empiezo a cabrear.
- Ah claro, era lo que me tocaba ver, pues mira hoy a ti te tocaba que yo pasara de ti.
- Pero es que tú empezaste a bailar con Raúl antes de que yo bailara con María. -dice indignado.
- No le podía rechazar Daniel, sabes perfecamente que me moría de ganas de bailar contigo, pero entonces empezaste tú con María y bailaste mucho más cariñoso con ella, hasta le besaste el cuello!!
- Pero eres injusta, puse la canción que te dediqué para bailar contigo y me rechazaste.
- Pero es que yo Dani, a diferencia de ti, tengo sentimientos y tú desde hace meses has estado jugando con ellos. Y con una canción no arreglas nada, con una canción no me das lo que tanto necesito de ti... Con una simple canción no vas a hacer que mi corazón sea capaz de soportar tus dudas, tus idas y venidas, tus besos, las noches en las que me haces el amor y luego no pasa nada más. -empiezo a llorar- Déjame ya por favor, si no me vas a ofrecer nada más que sexo y amistad, si me vas a hacer el amor y luego vas a irte con otra, déjame, porque no creo que pueda aguantar más esta situación...

domingo, 2 de octubre de 2011

Capitulo 98: Lujuria

Le quito la camiseta, sigo estando enfadada con él, pero no puedo aguantarme las ganas de hacer esto. Me besa el cuello, lo hace de una manera totalmente diferente a las anteriores, noto en él un sentimiento distinto, noto que también está enfadado conmigo y también con él mismo por no poder apartarse de mí. Me quita el vestido furioso, no se da cuenta de que va con cremallera y me lo rompe.
- ¡Lo has roto! -digo chillándole.
- ¿Te importa mucho? Si quieres nos ponemos a coserlo ahora. -dice con ironía y volviéndome a tumbar para ponerse sobre mí.
- Ahora no... Ahora quiero hacer otra cosa, -presiono mis dedos contra su espalda- pero me tendrás que comprar uno nuevo.
- ¿Y si te lo pago de otra manera? -dice susurrándome y a milímetros de mi boca.
- ¿Cómo? -pregunto haciéndome la inocente.
- Así... -y me besa, juega con mi lengua de una manera salvaje, me muerde el labio inferior, otro me haría daño, Dani solo me causa placer.
- Prefiero un vestido nuevo... -digo de manera pícara.
- ¿Un vestido nuevo o esto? -dice mientras empieza a subir su mano por mi muslo, llegando a mi ingle, y otros sitios inconfesables... No puedo evitar soltar un pequeño gemido, al que él responde con una sonrisa que me mata por completo.
- Mmm... -no puedo contestarle de otra manera, me está tocando como nunca antes lo había hecho, ni él ni ningún otro hombre.
- Shhht... Tu amiguito Raúl te va a oír. -dice quitándome el resto de ropa que me quedaba. Estamos los dos ya desnudos, consigo darnos la vuelta y estar yo encima.
- No creo... Aunque María te va a echar de menos ya mismo... -le beso el cuello y le muerdo la parte inferior de la oreja, me acaricia el trasero presionando sus manos contra él.
- No me importa... -vuelve a ponerse encima mío, le gusta dominarme. Se queda ahí, mirándome, sin moverse, todavía no hemos empezado.
- ¿Qué esperas? -digo impaciente.
- Quiero que me lo pidas. -vuelve con su sonrisa de niño travieso.
- ¿El que?
- Ya lo sabes...
- No voy a pedírtelo... -me hago la interesante. De repente veo que se levanta- ¡Dani!
- ¿Qué? -dice incorporándose.
- Hazme el amor...
Y empieza, y siento que Dani es mío como nunca lo ha sido, siento que me pertenece, que nadie le hará sentir esto, igual que yo solo disfruto así con él. Intento controlarme porque nadie debería escucharnos, pero hoy se me hace realmente difícil. Me pongo encima suyo, le beso el torso y el cuello hasta que llego a sus labios. Pero antes de besarle le digo algo.
- Nadie te hace disfrutar así...
- ¿Eso crees? -dice poniendo sus manos en mi espalda. Se las cojo y hago que las estire poniéndolas detrás de su cabeza.
- Dime si alguna vez has disfrutado así... Miénteme y dime que con otra te gusta más. -me besa, esta vez soy yo la que le muerde el labio, vuelve a hacerme el amor, vuelve a hacer que me sienta en las nubes.
- No me gusta tanto como te piensas... -como le gusta retarme.
- ¿No? -digo mientras me muevo como a él le gusta. Se muerde el labio conteniéndose la voz, cierra los ojos con fuerza como si no pudiera aguantar más las ganas de chillar.
- No... -consigue susurrarme. Le empiezo a besar de nuevo, le acaricio el lateral de su torso, sé que siente escalofríos cuando lo hago, y eso hace que le guste aún más.
- Tus palabras mienten... Tu ojos no... -le digo después de que se ponga él encima, vuelvo a ser yo la que tiene más problemas para contenerse, vuelve a pegar su cuerpo al mío, cada milímetro de mi piel está pegado a él. Me besa el cuello, y yo le araño suavemente la espalda, creo que ambos estamos terminando...
- Sabes que solo tú me haces llegar al cielo. -me susurra al oído poniendo fin a estos momentos de lujuria.