jueves, 19 de julio de 2012

ÚLTIMO CAPÍTULO: Ataques de locura.

- Anna, será mejor que te vayas. -me dice Flo después de oír las últimas palabras de Dani. Yo emocionada me deshago de la mano del chico que acaba de arriesgar su trabajo por mí, y salgo de allí con las lágrimas a punto de salir.

Hoy no tenemos tiempo para hacer la reunión previa al programa, ya que Dani y Flo han estado mucho rato en Flocución hablando. Quiero saber que ha pasado y cuando veo a Dani entrar a plató voy directa a él.
- Dani, ¿qué ha pasado? -él se limita a resoplar y yo me quedo con las ganas de escuchar una respuesta, porque ya nos llaman para empezar el programa. Cuando éste termina vuelvo a ir directa a Dani, pero ni siquiera me deja que le pregunte nada.
- Anna, será mejor que te vayas a Mollet.
- No quiero, quiero saber que ha pasado, por favor.
- No vas a poder hacer nada aquí, de verdad, será mejor que te vayas y yo cuando sepa algo más te llamaré. ¿Vale?
Resignada le hago caso y antes de que empiece a anochecer llego a casa. Miro el móvil una y otra vez. Nada. Ni una sola llamada, ni un solo mensaje. Preocupada me tumbo en la cama con la intención de dormir, pero el sonido de mi Iphone me quita el poco sueño que había conciliado.
"Cariño, está todo aclarado, más o menos... Estas cosas no se hablan ni por teléfono ni por mensaje, así que cuando nos veamos te lo explicaré todo. Por cierto, mañana voy a Astorga. Buenas noches, princesa"

¿Cuándo nos veamos? ¿Y cuando tiene intención de verme? ¿El lunes? ¿Cree que soy capaz de pasar todo este fin de semana sin saber nada?
No paro de pensar en toda la noche y doy vueltas en mi cama hasta que por fin me duermo.

Sábado. No sé qué hora es, pero mi teléfono no deja de sonar. ¿Raúl?
- ¿Hola?
- Hola Raúl, buenos días.
- ¿Buenos días? ¿No te has enterado?
- ¿De qué? ¿Qué pasa?
- Anna, enciende ahora mismo el ordenador. En Vertele acaban de publicar una noticia sobre el programa, deberías leerla.
- ¿Cómo? Vale, ahora mismo lo hago.
- Bueno, solo quería avisarte. -está nervioso y me está entrando miedo- Si te enteras de algo más, dímelo por favor, que todo esto me ha pillado por sorpresa.
- No sé a que te refieres, pero si me entero de algo te lo diré. Un beso y gracias.

Camino de un lado para otro esperando a que el ordenador se encienda. Por fin, voy corriendo a internet. "Vertele.com" tecleo nerviosa.
"Otra Movida cierra en Neox y abre otro show en laSexta" 
"Dani Martínez se desliga del grupo Antena3 para hacer otros proyectos con Flipy" 

¿Pero, pero esto qué es? Leo de arriba a abajo toda la noticia. No puede ser, no me lo creo. Pero después de lo de ayer... todo encaja. ¿Y Dani? ¿Dani se va? ¿A Cuatro? ¿Con Flipy? ¿Y no pensaba decirme nada?
Le llamo pero no me lo coge.
¿No decía que estas cosas se hablaban en persona? Pues habrá que ir a buscarle.

Me ducho y como ya hace calor decido no secarme el pelo. Shorts, sandalias y camiseta de tirantes.
Después de horas de viaje llego a León. Durante el viaje me metí en twitter y vi que había miles de personas mencionando a Dani pidiéndole una explicación, pero él no ha respondido a ninguna. Debe de estar agobiado, y si está así, ya sé en que lugar de Astorga está y voy hacia allí.

Efectivamente, aquí está. Le veo de espaldas, sentado en la orilla del lago. Sí, estoy en aquel famoso rincón de Astorga donde Dani me llevó y me enseñó aquella cabaña y aquel lago tan precioso. Sin mirarle me siento a su lado. Él gira la cabeza y me ve. Yo me mantengo mirando al frente y él se mantiene callado, supongo que sorprendido por verme.
- Sabía que estarías aquí.
Veo como sonríe mientras niega con la cabeza. Vuelvo a mirar al frente y él hace lo mismo.
- Tú siempre sorprendiéndome... -habla él por primera vez.
- Bueno, creo que hoy el que ha sorprendido has sido tú.
- Lo has leído, ¿no?
- Sí. -seguimos mirando al frente ambos- ¿Es verdad? ¿Te vas a Cuatro?
Me atrevo a mirarle y él al darse cuenta de que le miro, me mira también con sus ojos verdes y, esta vez, algo vidriosos.
- Sí, es cierto.
Se crea un silencio. Y él vuelve a mirar hacia otro lado. Yo sigo mirándole.
- ¿Por qué no me dijiste nada?
- Porque hasta ayer no supe que me iba. Me lo ofrecieron hace días, hice un par de reuniones y no sabía que hacer, pero ayer lo tuve claro.
- ¿Por qué?
- Porque no quiero perderte.
- Mírame...
- ¿Qué? -dice mirándome y noto como sus ojos están más vidriosos todavía.
- ¿Has dejado un trabajo por mí? -me acerco a él, hasta pegar nuestros cuerpos.
- Por nosotros. ¿Sabes? No sé si trabajar con Flo en laSexta me hubiera salido bien. Tampoco sé si trabajar con Flipy en Cuatro va a ser un acierto. Lo único que tengo claro ahora mismo, es que sin ti no puedo vivir. Y me da igual trabajar en Cuatro, en laSexta o en un supermercado de cajero si al llegar a casa vas a estar esperándome con una de esas sonrisas que me enamoraron el primer día que te vi.

Me mira fijamente, y yo me siento incapaz de aguantarle la mirada porque no voy a poder evitar soltar alguna lágrima. Cojo fuerzas, y de nuevo observo sus ojos verdes.
- Estás loco... -le susurro a pocos centímetros de sus labios.
- Sí... Completamente loco por ti...
Y entonces no lo pienso. Agarro su camiseta y la estiro hacia mí para que esos pocos centímetros que nos separaban desaparezcan. Noto sus labios húmedos pegados a los míos, deseosos de saborearme, de besarme hasta el fin de nuestros días. Su mano me acaricia el cuello, la nuca, el pelo y cuando le muerdo el labio inferior, presiona sus dedos en mi espalda.
- ¿Y ahor.a qu.e va a p.asar...? -pregunto entre besos cuando recuerdo que mi vida está completamente desordenada.
- Ahor.a va.mos a s.er fel.ices. Y en u.nas se.manas v.amos a se.r lib.res... Q.uiero hace.rte fel.iz, Anna... Es lo ú.nico qu.e qu.iero y ne.cesito...
- De eso estoy segura... -digo separándome totalmente- Pero me da miedo mi futuro, ¿y si Flo no cuenta conmigo en laSexta?
- Flo cuenta contigo. Me dijo que quería seguir trabajando contigo, que ahora mismo no había nadie mejor que tú para acompañarle en otro proyecto.
- ¿De verdad?
- Claro. ¿Crees que alguien es capaz de desaprovechar tu talento? Además, Flo te adora. A pesar de todo te quiere como si fueras sangre de su sangre, y lo sabes... No llores anda... -dice cuando ve una lágrima resbalando por mi mejilla- Me da mucha pena dejar de trabajar con él... Pero era la única salida, y tanto él como yo lo sabemos...
- ¿Estáis enfadados?
- No... No podría enfadarme con la persona que ha confiado en mí desde el principio... Me siento mal, culpable... como si le estuviera traicionando ¿sabes? Pero él no se ha cansado de repetirme que me entiende, que lo que más desea es que tú y yo sigamos juntos, porque ve que lo nuestro es amor... -empieza a emocionarse- Le dije que algún día volveríamos a trabajar juntos, cuando el amor y el trabajo fueran compatibles y estoy seguro que algún día eso pasará... ¿Verdad? -asiento sonriente.
- Te quiero tanto, Dani...
- Y yo a ti, cuqui... Dentro de unas semanas nadie estará prohibiendo nuestro amor, nadie va a decirme que no puedo besarte cada vez que me apetezca, vamos a ser muy felices...
- Yo ya soy feliz...
- Yo también... Aunque me falta algo...
- ¿El qué?
- Que me beses, que hace rato que no lo haces, y no aguanto más...

Me acerco a él para besarle de nuevo y él sonríe cuando nota mis labios pegados a los suyos. Esta vez soy yo la que entreabre nuestras bocas para envolvernos de pasión y loca de deseo me siento sobre él dejando que ponga sus manos en mis caderas, o más abajo de ellas.
- Mmm.. ¿y si celebramos lo felices que somos? -le digo todo lo sexy que puedo hacerlo. Él me devuelve una media sonrisa demostrándome que si alguien aquí es sexy, es él.
- ¿Vamos a la cabaña? -pero yo niego con la cabeza y miro alrededor para comprobar que esto está muy solitario- ¿Y a dónde vamos?
Pero no le respondo. Me levanto y dándole la espalda, me quito la camiseta.
- ¿Eh, qué haces?
Le sigo ignorando, cuando ahora es mi pantalón el que cae al suelo.
- Simon, no me hagas esto...
Esta vez mi única respuesta es una sonrisa. Vuelvo a estar de espaldas a él para que pueda observar como mis dedos deslizan el cierre del sujetador, hasta desabrocharlo y hacerlo caer. Él sigue sentado, supongo que mirándome y ardiendo de deseo. Camino hacia delante y cuando noto el agua del lago en mis pies, recuerdo que sigo llevando una prenda de ropa puesta, pero no tardo en quitármela y estar completamente desnuda. Sigo hacia delante, no miro atrás y solo escucho murmuros de Dani, que debe estar dudando entre ser correcto y convencerme de que salga de aquí o hacer esta locura conmigo. Por fin me meto completamente en el agua, se está genial... pero me falta él. Entonces noto sus manos en mi cintura, girándome para observarle. Aquí está, olvidándose de ser correcto y haciendo esta locura conmigo.
- Por fin... esto no era lo mismo sin ti... -digo enganchando mis piernas en su cintura y rodeando su cuello con mis manos.
- Me encantan tus ataques de locura...
- A mí me encantas tú... -entierro mi cabeza en su cuello y le dejo dulces besos haciéndole estremecer.
- ¿S.sabes que pu.eden v.vernos?
- Que nos vean... - y ahora son mis dientes los que se clavan en su piel.
- Buf... me vuelves loco... -presiona sus manos en mi trasero pegándome más a él. Parece que empieza la acción y me encanta, porque tengo muchas ganas.

Clavo mis uñas en su espalda mientras me besa efusivamente, chocando su lengua con la mía, uniendo nuestros labios y dejando sus suspiros en mi boca.
- Hazme... h.hazme el a.amor...
Y por fin, aquí, cubiertos por el agua, siento como empieza a hacerme el amor... Lentamente, mientras me sujeta con sus manos, mientras yo con mis dedos descubro cada una de las fibras de su piel... Noto como la temperatura va subiendo al mismo tiempo que él aumenta el ritmo. Mis manos rodean su cuello, mis dedos agarran su pelo cada vez más fuerte porque cada vez es más intenso el placer que me hace sentir
Me besa el cuello provocándome mil sensaciones, haciendo que mi respiración se acelere por momentos y mis gemidos se queden en el aire, en este lugar tan perfecto que él me enseñó y que ha sido testigo de nuestro amor. 
Ahora soy yo la que marca el ritmo, porque esto termina y quiero darle lo mejor de mí. Parece que lo consigo cuando veo que se muerde el labio, que suspira en mi cuello y que me pide más a cada instante. Y cuando de nuevo me besa como solo él sabe hacerlo, siento que los dos estamos terminando, que bajo el agua uno ha hecho disfrutar al otro como nunca, como si fuera nuestra última vez, cuando en realidad, tenemos toda la vida para repetir esto, para decirnos que nos queremos a cada minuto, mientras hacemos el amor como dos locos que solo pretenden amarse hasta el fin de los días. 


Y aquí, en este lago, en estas aguas cristalinas, rodeados de árboles iluminados por el sol, siento que hoy nada puede estropearme esto. Que este ataque de locura sella todos los momentos vividos y por vivir, porque él mismo me enseñó que la vida necesita locuras, momentos en los que la razón desaparece, porque fue así, como empezó nuestra historia. Justo en el aquel momento en el que me di cuenta que el mundo podía desaparecer cuando mis labios probaban los suyos. Que aquella vida tan organizada que tenía se desvanecía con cada una de sus sonrisas traviesas.
Y sí, con todas sus idas y venidas, con todos sus momentos de cobardía, con sus arrebatos de orgullo y sus palabras bonitas volvía mi mundo cada vez más loco, pero ¿qué sería de mí sin sus locuras? Nada. Porque si hoy soy feliz es gracias a él, a cada una de sus meteduras de pata y a cada uno de sus intentos por borrar mis lágrimas y dibujarme sonrisas.

Él, Dani Martínez es el amor de mi vida.

domingo, 15 de julio de 2012

¡IMPORTANTE! ESTA HISTORIA SE TERMINA.

Bueno, como muchos sabéis ya, ha llegado el fin de esta historia!
El próximo capítulo que suba será el último y seguramente después de este último capítulo haya un epílogo de la historia.

¿Y después del fin de esta historia? Pues EMPEZARÉ OTRA, y será danna también. Mismos protagonistas pero narrador y muchas otras cosas diferentes.

Espero que esta historia que empecé hace algo más de un año, os haya gustado y espero que disfrutéis de su final.
Y por supuesto, espero que continuéis visitando este blog, porque será aquí mismo donde, al par de días de acabar esta historia, empiece la nueva.

GRACIAS POR LEER ESTOS CAPÍTULOS, POR COMENTARLOS Y POR SEGUIR ESTE BLOG!

jueves, 12 de julio de 2012

Capitulo 158: Échame a mí.

Miro a Dani y él me mira a mí. Noto preocupación en sus ojos, y eso no me tranquiliza nada.
- Er.era Fl.o.... -digo ya con un nudo en la garganta.
- Shh... -me abraza para protegerme, aunque sé que él tiene el mismo miedo que yo- Vamos a su camerino, anda...
- Tengo miedo...
- Anna, mírame. Todo va a salir bien, ¿vale? -asiento.

Bajamos hasta Flocucion. Ninguno de los dos mantiene el paso firme. No quiero que pase nada malo, pero no lo voy a poder evitar. Flo nos prohibió estar juntos y nos saltamos su norma completamente. Ahora nos pilla y no sé que va a pasar, pero sé que no va a ser bueno.
Dani que parece que tiene más fuerzas que yo, llama a su puerta.
- Pasad. -se oye desde dentro.
Dani me deja paso, pero le pido que entre él primero. Le sigo hasta dentro. No quiero mirar a Flo... Dani no se sienta, por lo tanto yo tampoco. Me quedo de pie a su lado. Miro al suelo. Dani se aclara la voz ¿va a hablar? No, se queda callado.
- ¿No vais a decir nada? -pregunta Flo cabreado.
- ¿Va a servir de algo? -pregunta Dani. Entonces me atrevo a mirar al frente, y veo a Flo que me mira fijamente, esperando que hable. Pero me mantengo al margen de la conversación.
- Os habéis saltado mi norma. Y yo como un subnormal creyendo que me hacíais caso.
- Yo ya te dije que yo quiero a Anna, y quiero estar con ella. Y me da igual si me lo impides tú o. -Flo le corta.
- Anna ¿tú no piensas decir nada?
Mierda, me toca hablar. Y creo que no tengo voz.
- Flo... yo... -miro de nuevo al suelo. No quiero llorar pero no me puedo aguantar. Dani me rodea con su brazo- No sé qu.e d.decir...
- No podéis estar juntos. -dice firme.
- Vamos a estar juntos. -responde Dani más firme todavía.
- ¿Ah sí?
- Sí. Aún no entiendo tu puta norma de no poder estar juntos.
- Es sencilla. He tenido que tragar malas caras entre vosotros, y eso aún lo podía soportar. Pero he tenido que llevar a Anna al hospital. ¿Tú sabes que es eso?
- Yo también estuve. -dice Dani nervioso.
- Sí. Pero la llevamos al hospital porque se desmayó por un problema vuestro. ¿Crees que soy capaz de consentir que eso vuelva a pasar?
- No va a v.volver a pa.s.ar... -intervengo.
- Eso no lo sabes. Además no soy el único que impide esto. Desde arriba también me dicen que no quieren relaciones. Porque igual que os coméis con la mirada durante algunos programas, también os detestáis en otros. Y eso no lo vamos a consentir.
- P.pero Fl.o...
- No llores, Anna. No me hagas esto. Las normas son las normas.
- A mí esta norma me la suda. Estoy enamorado de Anna. ¿Tú podrías separarte de tu mujer porque 3 personas no quieren que esteis juntos? Pues yo tampoco puedo separarme de Anna.
Se crea un silencio incómodo.
- Hay algo que tenéis que saber. -dice Flo de pronto- El programa se termina.
- ¿C.cómo?
- Dani ya sabía algo. -miro a Dani sorprendida.
- Pero tú me dijiste que no dijera nada a nadie. -se excusa él.
- Ya lo sé. La cuestión es que dentro de un mes Otra Movida se termina. Me han ofrecido un programa en laSexta.
- ¿Y vas a contar con nosotros? -pregunto ya con miedo a saber su respuesta.
- No lo sé. Ni siquiera sé si en el programa de hoy vais a estar los dos presentándolo.
- ¿Qué quieres decir?
- Que ya sabíais las consecuencias de esto. Saltarse mi norma os va a traer muchos problemas, entre ellos la posibilidad de que os mande a los dos a la calle.
- Flo, sabes que si tu solución va a ser echarnos, con echar a uno de los dos basta.
- En todo caso seré yo el que decida.
- Pero es que no me da la gana, no la vas a echar. Sabes que te arrepentirías. Échame a mí.
- Dani, por favor... -agarro con fuerza su mano, no quiero que diga nada más.
- No, Anna. Flo, te lo digo desde ya. No voy a separarme de Anna hasta que ella no me lo pida. Voy a quererla hasta el fin de mis días, y si eso conlleva que me eches, estoy dispuesto a irme a la calle. ¿Te queda claro?

lunes, 9 de julio de 2012

Capitulo 157: Todos los días de mi vida

Abro la mano y cojo lo que Dani ha puesto en ella.
- Ya puedes abrir los ojos.
Los abro y observo detenidamente lo que tengo en mis manos.
- Dani... ¿un cepillo de dientes?
Él sonríe.
- Bueno, dicho así un poco cutre sí que suena....
- Hombre... -no sé que hacer. No sé como interpretar esto.
- Pero a ver, que no es un simple cepillo de dientes.
- ¿Ah no? -vuelvo a mirarlo observando sus detalles, igual hay algo que se me escapa, pero no le encuentro nada especial, la verdad...
- Anna.... Este cepillo de dientes es tuyo, a partir de ahora eres tú la que lo va a utilizar. Pero este cepillo de dientes no va a estar en tu casa, va a estar en la mía.
- ¿Có.cómo? -pregunto ya emocionada.
- Quiero formalizar esto más si cabe. Quiero que mi casa sea tu casa, y que la tuya sea la mía. No te estoy pidiendo que nos vayamos a vivir juntos, quizás las circunstancias nos lo impiden, pero nadie va a quitarme la ilusión de ver tu cepillo de dientes al lado del mío. Quiero verte a mi lado cada mañana, que tus ojos sean el sol que me quite el sueño, quiero despertarme antes que tú, que por otro lado no es difícil -se ríe- y poder traerte el desayuno a la cama. Todos los días de mi vida.

Le abrazo con todas mis fuerzas. Es el mejor regalo que me han hecho nunca. Todas mis dudas, todos mis miedos se han desvanecido, porque sé que me quiere, y que me va a querer el resto de su vida.

- Entonces, ¿aceptas?
Asiento poco antes de besarle como él mismo me enseñó a besar. De aquella manera tan mágica, donde los labios pasan a ser las almas, y donde los besos pasan a ser el lenguaje de los sentimientos, del amor...
- Vamos a la cama... A nuestra cama....-digo con impaciencia mientras le beso.

Y entre las sábanas, me desnuda lentamente. Y después de muchos días, vuelvo a sentirme deseada, y amada por el mejor hombre que he conocido nunca. Toco el cielo con las yemas de los dedos, gracias a cada una de sus caricias y durante horas estoy en las nubes, porque haciéndome el amor, Dani consigue siempre llevarme a lo más alto.

Miro el reloj, 20.30h. Todavía tengo tiempo. 
- Eh, ¿a dónde vas? -dice cogiéndome de la cintura y empujándome hacia atrás para que quede tumbada a su lado. 
- Voy a salir un momento. Tú quédate aquí.
- No, cuqui... Quédate conmigo... 
- No tardo, de verdad... -me visto y después de darle un beso en los labios salgo de casa. 


Llego a los 15 minutos de haber salido y me lo encuentro haciendo la cena. 
- ¿A dónde has ido?
- Ah... no se sae. 
- Venga, boba... Dímelo... -le cojo de la mano y lo llevo al baño. 
- Cierra los ojos. -cuando veo que ya los tiene cerrados, dejo el cepillo de dientes que acabo de comprar al lado del mío. Su cepillo de dientes.- Ya los puedes abrir. 
Mira detenidamente todo el baño. La pared, el suelo, la bañera. Le miro y veo que sonríe. Sigo el camino de sus ojos y veo que los tiene fijados en nuestros cepillos de dientes. 
- Faltaba tu cepillo aquí... 
- ¿Lo ves como es imposible no quererte? Te quiero mucho mucho mucho... -y besándome me lo demuestra de nuevo. 


Pasamos días geniales. Podríamos decir que tenemos dos casas, unas noches dormimos en la suya, otras en la mía... Pero siempre dormimos juntos, y cenamos juntos, y desayunamos juntos... Aunque luego cada uno tiene que ir por su lado a plató porque lo nuestro sigue estando prohibido, y por tanto sigue siendo secreto.


Estoy en nuestro rincón de la terraza esperándole. No debe de tardar mucho. Ahí viene...
- Estás impresionante... -dice después de verme, ya que llevo puesto un vestido para hacer el programa.
- Tú también... Me encanta esta camisa...
- Por eso me la he puesto... Cariño, ¿hoy te vas a Mollet?
- Sí, ya echo de menos a mis padres...
- Ya... Yo aprovecharé para ir a ver a mis padres también...
- Copión... jajajaja. Oye, ¿podrás llevar al aeropuerto?
- No... Tengo que hacer un par de cosas...
- ¿Qué cosas?
- Nada... Unas reuniones y tal... ya te contaré...
- No me gustan estos misterios, eh...
- Si tienes que saber algo, lo sabrás...
- Bueno, vale...
- Te voy a echar mucho de menos este finde... -se acerca...
- Y yo... A ver como aguanto sin tus besos...
- Mmm... -roza su nariz con la mía- ¿y si te beso ahora mucho para compensar estos dos días sin besarnos?
- Buena idea...

Se acerca hasta que ya no hay distancia que nos separe. Noto sus labios pegados a los míos y se me escapa un suspiro de placer. Entreabre lentamente mi boca para convertir este beso en una mezcla de pasión y deseo irrefrenable.
- Te haría el amor aquí mismo... -me dice poniendo sus manos en mi trasero y presionándome contra él. Yo le beso de nuevo con más ganas que la vez anterior. Creo que esto se nos va de las manos pero ahora mismo me da bastante igual... Sus labios se pegan a mi cuello.
- No... no v.vayas por a.ahí qu.e no m.me contr.o.lo...
Entonces sus labios vuelven a pegarse a los míos y creo que de todas formas no voy a poder controlarme.

Pero entonces una voz nos interrumpe, para cortarnos el rollo definitivamente.
-¡Lo sabía! ¡Sabía que no podía confiar en vosotros! Daniel, Anna, ¡ahora mismo a mi camerino!

viernes, 6 de julio de 2012

Capitulo 156: Una propuesta

Cojo la nota y voy hacia casa de Dani. Sí, son las 3 de la mañana, pero me da igual. Llego y en lugar de llamar al timbre, cojo el bolígrafo que cogí de casa y escribo por la parte de atrás de su nota.

"¿Sabes? Yo tampoco soporto esto, pero no fui yo la que habló de que cada uno necesitaba su espacio. No lo tengo superado, solo he salido igual que tú. Y si no contestaba al móvil es porque me lo dejé en casa, porque estaba harta de mirarlo todas las noches esperando una llamada o mensaje tuyo, y no ver nada. Hasta mañana."


Vuelvo a casa con lágrimas en los ojos. Debí llamar a su timbre y hablar las cosas pero no me atrevo. Por lo menos sé que quería arreglarlo, que no se ha olvidado de mí...
No duermo en toda la noche porque no dejo de pensar en Dani, en lo duras que se me están haciendo las noches sin él a mi lado y en las ganas que tengo de que esto se arregle...

Me levanto mucho antes de que suene el despertador y me preparo para ir a plató. Una vez allí me meto en mi camerino. Me dispongo a leer el guión cuando alguien llama a mi puerta. 3 toques. Dani. Pero no entra. Abro y no está. Subo a la terraza porque sé que me está esperando allí. Voy a nuestro rincón y tampoco está. ¿Dónde cojones se met.
- Vaya... 3 días sin hablar y todavía nos entendemos con un par de gestos. -escucho su voz detrás de mí.
- 3 toques en mi puerta, si abro y no te veo es que estás aquí esperándome. No es tan complicado. -sonríe- Echaba de menos tu sonrisa...
- Echaba de menos que me hicieras sonreír... -sonrojada bajo la mirada al suelo- ¿Cómo estás?
- Cansada... -le miro de nuevo.
- ¿Resaca? -pregunta algo molesto.
- No. Noches enteras pensando en ti. -ahora es él el que baja la mirada sonrojado- ¿Tú cómo estás?
- Bueno... No muy bien...
- No me gusta que no estés bien...
- No puedo hacer nada para estar bien...
- ¿Y yo puedo hacer algo?
Se encoje de hombros.
- Quizás...
- ¿Qué puedo hacer?
- Sonríe.
- ¿Cómo?
- Necesito verte sonreír. -sonrío- ¿Ves? Ahora estoy mejor.
- Eres tonto... -extiendo mis brazos para que se acerque a mí.
- ¿Qué quieres...?
- Ven... -se acerca, me mira.
- ¿Sabes? Todavía me pongo nervioso cuando te miro a los ojos.
- ¿Ah sí...?
- Ajam... -se acerca más- Tú también estás nerviosa, no vayas de fuerte...
- ¿Yo? -pregunto haciéndome la dura.
- Sí, tú. -pone sus manos en mis caderas por debajo de mi camiseta. Me estremezco- ¿Ves?
- No sé de que hablas...
- ¿Ah no? -se acerca todavía más- Te he echado de menos... -sus susurros chocan con mi cuello.
- ¿D.de ver.d.dad?
Me mira y asiente.
- Mucho...
- Dani...
- Dime.
- Te quiero...
Me muestra una de esas sonrisas que me enamoraron de él y se acerca hasta besarme. Saboreo sus labios como si nunca más pudiera probarlos. Dejo mis manos en su nuca y acaricio su cuello al compás de sus manos en mi espalda y de nuevo soy feliz. Gracias únicamente a él.
Se separa de mí mientras me da muchos picos cortos y me dice que me quiere al mismo ritmo. Entonces me abrazo a él, porque sí de algo estoy segura, es de que la felicidad que siento entre sus brazos, no la siento de ninguna otra forma.
- ¿Me perdonas? -dice aún cuando me tiene agarrada.
- ¿Por qué tengo que perdonarte?
- Por no contarte que me iba a una casa rural, por decirte que necesitaba mi espacio, por haber permitido que hayamos estado tan distantes estos últimos días, por no decirte que te quiero desde hace demasiado tiempo, por no haberte llevado el desayuno a la cama todas estas mañanas...
- No tengo que perdonarte eso... No lo necesito... Solo quiero tener la seguridad de que no vas a cansarte de mí....
- La tendrás...


Por fin hacemos un programa de los buenos, de los que me encantan. Donde hay salidas de guión y muchísima química entre nosotros. Flo no sospecha nada de nada y aún no lo entiendo, porque la cara de tonta enamorada que se me queda cada dos por tres mirando a Dani, es bastante escandalosa...
Salgo de mi camerino para irme a casa. Decido pasar por el parking para ver si veo a Dani para quedar luego.
- ¡Dani! -le llamo desde lejos cuando veo que se está montando en el coche. Lógicamente no me escucha y veo como se marcha. Ni siquiera se ha despedido. No hace ni 3 horas que lo hemos arreglado, espero que éste no sea el comienzo de otro problema.

Vuelvo a casa desganada. Me pongo el pijama y me hago un vaso de leche. Voy a pasarme toda la tarde viendo series.
De pronto el timbre interrumpe mi magnífico plan de abuela.
- Anna, soy Dani. ¡Abre! -y yo con estas pintas... Abro y ahí está, él sigue igual de guapo que esta tarde- Hola, peque. ¿Puedo pasar?
- Sí, claro.
- Ya sé que antes no me he despedido de ti al acabar el programa, pero que sepas que es por una buena causa.
- ¿Ah sí?
- Sí, te he comprado algo.
- ¿Qué es?
- Cierra los ojos. Solo te adelanto que es un objeto, y que ese objeto conlleva una propuesta...

jueves, 5 de julio de 2012

Capitulo 155: Más que superado


- Voy un momento al baño. –me levanto y salgo de maquillaje. Voy directa al camerino de Dani y entro sin llamar.
- ¿Qué pasa? –me pregunta después de girarse alterado por el portazo que pego cuando entro.
- ¿Qué has hecho este fin de semana?
- ¿Cómo?
¿¡Qué has hecho este fin de semana!? –repito pero subiendo el tono.
- Em...
¿Lo tienes que pensar? ¿No sabes si mentirme o no, no? Pues no hace falta que busques algo para mentirme, he escuchado a Cris diciendo que fue a una casa rural contigo.
¿Solo conmigo?
¿Qué hablas?
Que no fuimos ella y yo solos, Anna. No te alteres antes de hora. –intenta agarrarme de los brazos pero me deshago de él.
Me altero cuando tengo motivos.
No, porque ahora no tienes motivos. Fuimos un grupo de amigos. Éramos muchos. Con Cris estuve un rato en todo el fin de semana. Ven, siéntate. –me dice después de sentarse él en su sofá.
No quiero. Te quejas porque yo no te aviso de que me voy a Mollet pero yo me tengo que enterar por Cris de que estás un fin de semana en una casa rural.
Joder, estaba cabreado porque quería hacer cosas contigo este finde y te ibas a ir sin decirme nada. Me propusieron el plan y decidí ir. Vamos Anna, ¿éste es el recibimiento que me vas a dar un lunes por la mañana? –se acerca a mí.
Es parecido a la despedida que me diste tú el viernes. –suspira y cuando parece que empieza a hablar llaman a la puerta.
Pasa.
Dani... –es Cris- Uy, Anna. Hola. Pensé que estabas en el baño. –yo sonrío porque no se me ocurre hacer otra cosa- Bueno, era para concretar lo de esta noche, pero veo que estás ocupado. Vengo luego. –le guiña un ojo y se va.
¿Lo de esta noche?
Sí, dijimos de ir a tomar unas copas. Pero también con más amigos, no empieces.
Flipo contigo, Dani. Así es como tú me echas de menos. Pasas un fin de semana con tus amigos y lo que se te ocurre hacer un lunes por la noche es quedar con ellos otra vez, en lugar de estar conmigo.
- Joder, es que estamos todo el día discutiendo. No sé, pensé que necesitábamos cada uno su espacio.
- Ah, ahora resulta que cada uno necesita su espacio. Bueno, si es lo que tú crees.
- ¿Tú no piensas eso?
No. Antes no, ahora alomejor sí. Pásatelo bien esta noche.


Vuelvo a maquillaje y paso lo que queda de día como puedo. El programa acaba y veo como Dani habla con Cris, supongo que sobre esta noche. Los celos me comen por dentro, así que decido que esta noche yo también debería salir. Convenzo a los del equipo para ir a tomar algo más tarde.

Pasan un par de días y las cosas siguen parecidas. Dani y yo no hablamos apenas, aunque creo que seguimos juntos. Esto de tener demasiado orgullo los dos no nos conviene, pero de momento no quiero hablarle y parece que él a mí tampoco.
Annita, ¿esta noche también te vienes a cenar con nosotros?
Sí. Hoy me apetece pizza.
Pues pizza para todos. –es Raúl. La verdad es que cuando salgo con ellos me despejo bastante, aunque nunca consigo sacarme de la cabeza a Dani.

Cenamos pizza y luego nos vamos a tomar unas copas. Con la tontería llego a casa a las 3 de la mañana. Entro en mi salón y mi tacón resbala con algo. ¿Qué mierd. Oh, espera... Es una nota.

“He estado 4 horas esperando en tu puerta, no soporto más esto. Quería arreglarlo, porque me estoy volviendo loco sin ti pero creo que tú lo tienes más que superado. Como no contestas al móvil tengo que dejarte esta mierda de nota aquí. Hasta mañana.”

Capitulo 154: Discusiones

- Tú dirás...
- Tengo otros planes.
- Ah, ¿cuáles?
- He quedado con Cris y otros amigos.
- Está bien. Pensé que era algo grave por la cara que tenías...
- Yo pensé que te enfadarías...
- ¿Por que quedes con tus amigos? ¿Qué imagen tienes de mí?
- No es eso. Es que como últimamente discutimos por cualquier cosa.
- Eso no es así.
- Sí que lo es, otra cosa es que no quieras verlo.
- O que tú quieras ver problemas donde no los hay.
- ¿Qué quieres decir?
- Nada. Déjalo. -digo bajando el tono, ya que estábamos hablando demasiado alto para estar todavía en mi camerino. Él resopla.
- ¿Ves? Ya estamos discutiendo otra vez. -dice rascándose la nuca.
- Mira, sal con tus amigos, que te hace falta.
- Pues sí. Igual ése es el problema, que estoy todo el día en tu casa o en la mía.
- ¿Y te he obligado yo, acaso?
- No.
- ¿Pues entonces que estás diciendo?
- Nada, no estoy diciendo nada.
- Mira, mejor me voy. Que te lo pases bien. -y cierro de un portazo.

Decido dar una vuelta antes de ir a casa para despejarme. Supongo que él tiene razón, y llevamos un par de días discutiendo por cosas que antes ni nos importaban. Y supongo que éste miedo a perderle, a ver que esto no está tan bien como yo quiero, me impedía aceptar que las cosas no están bien.

Viernes. Llego a plató cabreada, desde el portazo de ayer con Dani no he sonreído. No sabéis la rabia que me da estar enfadada con él cuando sé que ambos nos queremos, o eso quiero pensar.
Le veo por primera vez en la reunión anterior al programa, me sonríe tímidamente y yo hago lo mismo. Sonrisa fingida la de ambos, lo sé.
El programa transcurre normal, hasta que entra Cris y noto ciertas sonrisas entre ella y Dani. Celos no, Anna, celos no.

- ¿A dónde vas? -su voz me interrumpe cuando me iba a casa.
- A casa. Tengo que coger unas cosas antes de ir a Mollet.
- ¿Te vas a Mollet? -asiento- ¿Y no avisas?
- ¿Para qué?
- Pues para saberlo, joder. Que soy tu -se queda callado y mira alrededor- novio, o ¿no?
- Sí. -sonrío, aún siento cosquillas cuando dice esa palabra que en su boca suena tan bien: "novio".
- Pues nada, que te lo pases bien.
- Lo mismo digo. -y veo como se marcha enfadado.

Fin de semana infernal. Echándole de menos a todas horas, queriendo llamarle, hablar con él. Y reprimiéndome por mi orgullo igual que él, que ni se ha dignado a mandarme un mensaje.
Llego el lunes a plató con unas ganas inmensas de verle, de decirle que ya no quiero estar mal con él porque no soporto un solo día sin ser la causante de su sonrisa. ¿Dicen que lo mejor de pelearse es la reconciliación, no? Pues allá vamos.
Entro a maquillaje para buscarle, pero no está.
- Anna, quédate, así te maquillamos y ya tenemos menos faena acumulada. -me dicen, así que lo de buscar a Dani tendrá que esperar. Cris también viene a maquillaje, pero primero deciden peinarla. Veo que está mirando su cámara de fotos, cuando Ruth la interrumpe.
- ¿Y esta foto? -le preguntan
- Es de este finde con Dani, que fuimos a una casa rural.

No... No p.puede s.ser...