lunes, 28 de mayo de 2012

Capitulo 149: ¿Quieres más?

Seguimos disfrutando el uno del otro y creo que los vecinos de Nacho son conscientes de ello... De pronto Dani me coge de la cintura y se levanta del sofá.
- ¿A don.donde va.vamos? -digo con la respiración acelerada.
- A la cama...
- ¿A la ca.cama de tu her.hermano? -le miro seria.
- No, a la mía... -y hace el amago de ir hacia la puerta para salir de casa.
- Dani!!!
- Jajajaja, claro que vamos a la de mi hermano, tonta... -dice besándome el cuello aún de pie en mitad del salón.
- Mm... pe.pero.. ¿no te da co.cosa?... es tu her.hermano...
- Me da mor.morbo... y a ti tam.también... -y me muestra una de esas sonrisas pícaras con la que me siento incapaz de impedir que vayamos a la habitación de Nacho...

Me suelta en la cama y tarda poco en ponerse sobre mí para seguir con lo que habíamos empezado hace ya bastante rato en el sofá, cuando terminamos me mira serio y suspira. Me pega a él y me besa y aunque creía que era un beso de buenas noches, creo que tiene intención de ser el principio de algo más...
- Bfff... ¿quieres más? -le digo cuando sus labios van recorriendo mi escote. Asiente aún con los labios pegados a mi piel.
- Contigo es imp.imposible no querer m.más... -me pone sobre él y con sus manos en mis caderas mueve mi cuerpo al compás del suyo. Y así, me hace llegar a lo más alto durante toda la noche. Hasta que el sueño le gana a la pasión y muy a nuestro pesar, nuestros cuerpos necesitan descansar.

Empiezo a dormirme entre sus brazos, mientras sus manos acarician mi espalda y mis dedos recorren su torso. Sus besos en mi pelo me relajan y su respiración pausada me hace sentir mejor que nunca. Levanto lentamente mi cabeza para observarlo... y al ver que está dormido con una sonrisa en los labios, siento que ya puedo dormir tranquila, porque nada podría estropear este momento.

Unas cosquillas en el brazo me despiertan, abro ligeramente los ojos para ver como me acaricia mientras mira el techo. Le dejo un beso suave en uno de los laterales de su cuerpo.
- ¿Ya está despierta la mujer más bonita?
- Shiii. -le digo como una niña pequeña- ¿Tú hace mucho rato que estás despierto?
- No... -me da un pico- Ahora mismo me desperté.
- Oye ¿y tu madre? ¿La avisaste ayer de que no ibas a dormir a casa?
- Sí.
- ¿Cuándo?
- Cuando salí de casa. Le dije que no me esperaran.
- ¿Acaso sabías que no ibas a dormir allí?
- Bueno, lo intuí... Cuando vi el mensaje lo primero que pensé fue que estabas en León, en aquella calle que te enseñé... Luego me dije a mí mismo que era imposible, que estarías en Mollet... Pero tenía que probar y ahí estabas, demostrándome que me quieres y que estás muy muy loca. -me pega a él y me besa- ¿Cómo se te ocurrió venir, eh?
- No lo sé... Cuando me di cuenta estaba viniendo a Astorga. Si no venía me iba arrepentir toda la vida... No podía dejar que creyeras que había besado a Miki queriendo... ¿Ya no piensas eso, verdad?
- Después de todo lo que ha pasado esta noche, después de que vinieras tú sola tan tarde hasta aquí, solo estoy seguro de que me quieres, a mí... solo a mí...  -me acerco a él para besarle. Entreabrimos los labios y me doy cuenta de que esto se está volviendo demasiado pasional.
- ¿Más? -le pregunto mordiéndole el labio inferior.
- Ajam... -asiente y ahora es él quien me muere el labio a mí. Me pongo sobre él pero de pronto escuchamos un ruido.
- ¿Hay alguien más en casa? -pregunto quitándome de encima y poniéndome a su lado cubriéndonos con las sábanas.
- Que yo sepa no...
- Buenos días parejita. -dice alguien abriendo la puerta. ¿¡¡Qué!!? ¿Qué hace Nacho aquí? Bueno es su casa ¿pero no estaba fuera todo el finde?- Tenéis desayuno en la cocina. Ah, Dani esta noche hay cena en casa de mamá, Annita vente, eh! Adiós! -y cierra la puerta. Dani se empieza a reír y al ver mi cara seria intenta aguantarse la risa.
- Dani ¿Qué hace Nacho aquí? Me dijiste que estaba fuera todo el fin de semana.
- Eso es lo que me dijo él a mí... Bueno te preocupes, ya ves que se lo ha tomado bien.
- Pero sabe que lo hemos hecho en su cama... Qué vergüenza... -digo metiéndome entera debajo de la sábana. Él se ríe y se cuela también debajo de las sábanas.
- Anda cuqui, no te preocupes.
- No sé como le voy a mirar a la cara... -Dani se limita a reírse mientras me abraza.
- Que exagerada... Pues tú veras, pero esta noche hay cena familiar y él va a estar...
- ¿Con toda tu familia? ¿Quieres que vaya? -pregunto ya destapándonos.
- Claro. Habrá que presentarte formalmente como mi novia ¿no? -y se sonroja como yo. Asiento y le beso. Nos metemos en la ducha y desayunamos.

- Oye, quiero comprarme algún vestido o algo.. No voy a ir con estas pintas esta noche. -le digo con media magdalena metida en la boca.
- Pues así estás perfecta.
- Ya, claro. Lo que pasa es que no quieres venirte de shopping conmigo.
- ¿Cómo que no? Osea me encanta el plan! -dice burlándose de mí- Voy de shopping contigo, pero con una condición.
- Dime...
- Luego tendrás que dejar que te lleve a un sitio especial...
- ¿Aquél que me dijiste que me enseñarías hace mucho tiempo?
- Sí. El lugar más mágico de todos.

domingo, 27 de mayo de 2012

Capitulo 148: Abrazados

Me quedo quieta mientras las lágrimas siguen corriendo por mis mejillas. Él cada vez está más cerca, y a mí las piernas ya mismo no me van a responder.
- Dan.Dani... -digo casi en un susurro cuando le veo frente  a mí. Él no me responde. Me mira fijamente, y en apenas un segundo, noto como me abraza. Rodea mi cuerpo con sus brazos, y yo pongo los míos detrás de su cuello. Con mi cabeza enterrada en su hombro, lloro de nuevo. Y él me sostiene durante minutos que a mí me parecen segundos. Intenta separarse de mí, pero le agarro con fuerza porque necesito tenerle conmigo y necesito que este abrazo dure mucho más. - Te qu.quiero... -le digo aún abrazándole y con la voz entrecortada. Él se separa de mí, me agarra con sus manos cada lado de mi cara y no me dice nada. Supongo que no se hace a la idea de cuánto necesito oír un "yo también te quiero".
Me aguanto las lágrimas, no quiero que vuelva a verme llorar, aunque se me hace realmente difícil. Nos miramos durante segundos, y entonces suspira. No sé como interpretar este suspiro.
- Estás loca... -me dice mientras seca mis lágrimas con sus dedos índices en cada una de mis mejillas. Sonrío, porque él ha sonreído después de decirme eso. Y le abrazo de nuevo. Creo que nunca podría cansarme de estar entre sus brazos. Podría abrazarle eternamente y así sentirme protegida para siempre, por él...
Nos separamos unos milímetros, sigo con mis manos enredadas en su cuello. Y me acerco lentamente a Dani... quiero besarle. Mi nariz roza ligeramente la suya pero cuando creo que voy a saborear sus labios, se separa de mí.
- No... Tenemos que hablar... -y desengancha por completo su cuerpo del mío. Resoplo y miro hacia abajo. Vuelvo a sentir el frío de León. - Vamos...

Caminamos hacia algún lado, voy mirando todo el rato el suelo, así que no sé a donde me lleva. Parecemos desconocidos, él a centímetros de mí, con las manos en los bolsillos y suspirando una y otra vez. Yo me mantengo callada y aguantándome las ganas de llorar. Por suerte las calles están solitarias y nadie nos ve.

- Ya estamos. -me dice frenándose en seco en un portal. Miro la fachada y no la reconozco, juraría que no vine nunca aquí.
- ¿Dónde estamos?
- Es la casa de mi hermano. Estará fuera todo el finde, aquí podremos estar tranquilos. -entramos y subimos en el ascensor hasta llegar al cuarto piso- Pasa. -me dice una vez abierta la puerta de casa de Nacho. Me quedo de pie en el comedor. Dani me hace una señal para que me siente a su lado en el sofá y así lo hago. - Anna... A ver...
- Dani, -le corto- empiezo yo. Mira, esta mañana no pasó nada.
- Te besaste con Miki. -dice cerrando con fuerza los puños y mordiéndose el labio inferior con fuerza.
- No. Me besó él. Se abalanzó sobre mí.
- Yo eso no lo vi. Salí del baño, y lo que me encontré fue a mi novia besando a su ex. No sé como surgió y no me importa.
- ¿No te importa? A mí sí que me importa. Yo no le besé! Jamás le besaría! Ni a él ni a ningún otro que no fueras tú!
- Pero yo te vi besándole, Anna!
- No!
- Sí, joder! Lo vi con mis propios ojos!
- Dani, joder!!! ¿Te crees que iba a besar a Miki teniéndote a ti al otro lado de la pared? ¿Qué sentido tiene? Además, aunque no estuvieras tú al lado, jamás le besaría. Estuve con Miki casi dos años ¿y qué hice? Le dejé! Le dejé por ti, porque ya no podía aguantar estar con otra persona mientras estaba enamorada de ti. -Dani se frota la cara con sus manos. Le agarro de los brazos y me acerco a él. - Te quiero, Dani. Solo te quiero a ti.

Me responde con un abrazo que me hace sonreír. Me sujeta con fuerza y de pronto noto que su respiración está algo acelerada. Intento separarme de él para mirarle, pero no me deja. Me abraza con fuerza de nuevo. No quiere que le vea, no quiere que me dé cuenta, pero sé que está llorando. Dejo que se desahogue. Cuando noto que su pulso es más tranquilo, le dejo un beso suave en la mejilla... Él se estremece, yo sonrío. Vuelvo a besarle, esta vez más cerca de su cuello, y así sigo unos segundos más. Me separo de él, pero él se cubre los ojos con las manos.
- No qu.quiero qu.que me ve.veas a.así...
- Así ¿cómo?
- Con estas ga.ganas de llo.llorar, con los o.ojos hin.hinchados... no qu.quiero me veas tan d.débil... -me dice mirando al suelo...
- Vale... espera aquí. -le digo levantándome del sofá. Me adentro en el piso de Nacho, busco su habitación. Entro en ella, y busco algo que me pueda servir para lo que quiero... Sí, esto. Perfecto. Vuelvo al salón, Dani mueve su pierna con nerviosismo y mira hacia abajo. Me siento a su lado. Intento separar sus manos de su cara- Confía en mí... -y me hace caso, separa sus manos y se mantiene con los ojos cerrados. Cojo lo que encontré en la habitación de Nacho, algo parecido a una tela, con la que vendo los ojos de Dani.

- ¿Qué haces? -me pregunta en un susurro.
- Tú no quieres que te vea así y yo quiero demostrarte que te quiero. -empujo su cuerpo hacia atrás, haciendo que quede sentado en el sofá apoyado en el respaldo. Me coloco sobre él, con cada una de mis piernas a cada lado de su cuerpo. Empiezo a besarle el cuello, lentamente. También le dejo pequeños mordiscos que hacen que su respiración se acelere de nuevo, pero esta vez por la pasión del momento. Como está con los ojos vendados se siente inseguro, y ni se mueve. Cojo sus manos y las cuelo debajo de mi camiseta, y ahora sí que me acaricia la espalda. Poco a poco desabrocho su camisa, botón por botón me deshago de ella. Y ahora son mis dedos los que cubren su piel. Consigo tumbarnos, yo encima de Dani porque hoy soy yo la que lleva las riendas de esto. Dejo de besarle el cuello para ir bajando, y viajar con mis labios por su torso. Separo un poco mi cuerpo del suyo, para colar mis manos en su cinturón y poder desabrocharlo. Hago lo mismo con su pantalón y él, que parece que empieza a animarse, hace lo mismo con el mío. Intento ponerme sobre él, pero me frena porque nota que sigo con la camiseta puesta y eso no le termina de gustar, entonces mete sus manos debajo de ella, y me la quita. Ahora sí vuelvo a pegarme a su cuerpo para seguir besando las zonas más débiles que conozco de él.
- Me encantas... -le susurro al oído. Él presiona sus dedos en mi espalda y empieza a suspirar porque estoy empezando a moverme, aunque no hayamos empezado a hacer el amor. Alcanza el cierre de mi sujetador y en un segundo ya no lo tengo puesto, parece que llevar una venda en los ojos le hace ser más rápido que nunca. Tiro de sus boxers hacia abajo separándome de su cuerpo, cuando nota que ya no los lleva puestos me busca con los brazos para pegar de nuevo mi cuerpo al suyo. Suelto una pequeña carcajada cuando él, impaciente, engancha sus dedos en la tira de mi tanga, para dejarme desnuda completamente.
- Dani...
- Mmm... -dice como puede. Le quito la venda y le miro a los ojos.
- Tú y yo... siempre, ¿vale? -y por fin, veo que sonríe.
- Te quiero. -susurra antes de fundirnos en un largo beso que termina cuando me muerde el labio inferior y empieza a hacerme el amor.

viernes, 18 de mayo de 2012

Capitulo 147: Aquel paseo

Por la carretera veo un cartel que me hace sonreír "Astorga". Estoy llegando, aún no sé como he conseguido venir, pero lo estoy haciendo. Ni siquiera llevo maleta... Ahora pensaréis que estoy loca y la verdad es que solo puedo daros la razón, pero sé quien es el único culpable de mi locura y por eso voy hacia León.

Me pongo en pie, y miro a mi alrededor. Está todo oscuro, miro el reloj. Las once de la noche. De repente un escalofrío me hace estremecer, hace frío. Sabía que haría frío, pero aquí estoy, en manga corta y con zapatos destapados de tacón. Supongo que hace unas horas no tuve tiempo de pensar en nada más que no fuera llegar hasta aquí.
El paisaje me suena, ya vine una vez. Aquella "macrogamba" que hicimos en Tonterías las Justas fue la excusa perfecta para conocer el sitio que vio nacer a aquel chico que de alguna u otra manera, ya me volvía loca.

Recuerdo que aquella vez que vine aquí, Miki también estaba. No sabéis la rabia que me da acordarme de él, pronunciar su nombre en silencio, aunque en realidad no le odio... porque ya no me importa.
Que yo viniera acompañada de mi novio no impidió que Dani y yo pudiéramos escaparnos minutos antes de salir al escenario.
Cuando todos los demás hablaban de lo que iba a pasar aquella tarde, Dani me cogió del brazo y me llevó a un rincón.
- Quiero enseñarte un poco esto. -me dijo entre susurros. Yo me limité a sonreír, y a hurtadillas conseguimos alejarnos del resto de gente. Paseamos por calles que ahora recuerdo perfectamente y Dani me iba explicando todo lo que vivió en cada sitio, me hablaba ilusionado y yo me ilusionaba con él, con cada una de sus palabras, y con cada una de sus sonrisas. Se hacía tarde y ya era la hora de reunirnos con todos los demás, pero sé que ninguno de los dos quería que aquel paseo terminara.
- Mira, ¿ves esto? -me dijo señalándome un punto en la pared de la calle que cruzábamos en ese momento.
- ¿Qué pone? -le pregunté, ya que aunque veía que había algo escrito no entendía lo que ponía.
- Es una D y una A. -me dijo mientras dibujaba con su dedo el contorno de las letras. Le miré extrañada, y él empezó a reír.
- ¿Una D y una A? -pregunté confundida.
- Sí. D de Dani. -yo le hice un gesto de burla, porque aquello que me acababa de explicar era algo que yo ya sabía.
- ¿Y la A? -pregunté impaciente.
- La A... pues... -empezó a hacerse el interesante- Alicia. Una novia que tuve. -mi cara cambió, y sé que él lo notó. Sonrió pícaramente, la escena le divertía, la verdad es que verme molesta por aquella tontería tenía que resultarle divertido.
- Mmm... qué bien. -dije sin más. Dani aceleró el paso y yo caminé detrás de él.
- Algún día escribiré "D y A" y esa A no será de Alicia... -conseguí alcanzarle justo cuando acabó aquella frase, y mientras seguíamos caminando le pregunté:
- ¿Y de que será la A?
- Pues... de Antonia ¿qué te parece? -no pude sino reírme y él se rió conmigo. Supongo que entre tanta broma ambos pensamos lo mismo, que esa A sería la inicial de mi nombre. Nos íbamos acercando al grupo, pero me frené y él se frenó conmigo.
- Dani, gracias por enseñarme esto. Ahora entiendo porque cada día tienes que decir algo de Astorga... esto es precioso. -él me miró y esbozó una de aquellas sonrisas inolvidables. Entonces le abracé, le abracé sin pensar que en realidad me habían entrado ganas de besarle. Dani se separó de mí al cabo de los segundos, pero volvió a acercarse para mirarme fijamente y hacer que mis piernas temblaran.
- Aún no te he enseñado lo mejor. Algún día te llevaré al sitio más mágico de todos. -y acabó con un beso en mi mejilla, de esos que te da él, que te erizan la piel.
Pero aquel sitio no me lo enseñó nunca...

Doy vueltas por el pueblo, me están empezando a doler los pies. Llego a una de esas calles que Dani me enseñó, ojalá pudiera recordar el camino hacia la casa de sus padres... Me acerco a una pared para apoyarme en ella, cuando veo aquellas famosas letras... No las distingo muy bien, pero mirando toda la calle recuerdo perfectamente que sí, que era aquí. Decido coger mi móvil y mandarle un mensaje.
"D y A"
A los pocos segundos me responde:
¿Qué?
Y yo le contesto con lo mismo de antes "D y A".

No vuelvo a recibir respuesta, pero no me muevo de aquí. Quiero creer que Dani me ha entendido, que sabe a que me refiero y que va a hacer lo que yo espero.
10 minutos más tarde sigo en el mismo sitio pero sin esperanzas de nada. Pienso en irme de allí porque sé que lo que quiero que pase no va a pasar, así que empiezo a caminar hacia algún lado... Pero entonces, escucho como su voz resuena al fondo de la calle.
- ¡Anna! ¡Anna! -y al girarme, veo como él se acerca a mí corriendo y yo no puedo hacer otra cosa que llorar de felicidad.

jueves, 10 de mayo de 2012

Capitulo 146: Quiero estar solo

Empujo con todas mis fuerzas a Miki para que se separe de mí, parece que aún no se ha enterado de que Dani está mirándonos. Miro a Dani asustada, no quiero que piense lo que no es. Intento decirle algo "¿no es lo que parece?" No, eso no porque no me creería. Dejo de pensar cuando veo que Dani se lanza sobre Miki y le pega un puñetazo, joder esto no me gusta nada.
- ¿Qué haces aquí, gilipollas? -le dice Miki tocándose el labio dañado.
- Estoy en casa de MI novia. -me mira, sonrío aunque creo que la expresión de mi cara no ha cambiado- Bueno... -le escucho murmurar mirando el suelo, como si eso de "mi novia" ya no fuese tan cierto.
- Pues TU novia me acaba de besar. -dice Miki poniéndose chulo.
- ¿Qué dices? Si has sido tú, joder! -replico nerviosa. Dani no responde con palabras, vuelve a acercarse a Miki y le pega de nuevo, haciendo que éste caiga.- Para, Dani, no! -le digo cuando veo que va a patearle.
- Cállate. -se contiene las ganas de darle una patada y me mira con odio- Quédate con él, corre. -y se dirige a la puerta.
- No, Dani, no! -pero se va, y cierra la puerta de un portazo. Salgo corriendo abriendo la puerta también, pero él es bastante más rápido que yo y no le alcanzo. Vuelvo a la puerta de mi casa llorando y veo a Miki mirándome con mueca de dolor.- Lárgate! Eres lo peor, no quiero verte jamás!
- Anna, yo quería intentarlo contigo.
- ¿No te das cuenta? El amor de mi vida se ha ido corriendo pensando que te he besado, que quería besarte cuando eso es mentira, porque no podría estar con otro hombre que no fuese él. Vete, vete para siempre! -y contra todo pronóstico, me hace caso y se va dejándome tirada en la suelo del salón, llorando de impotencia.

Pasan los minutos y sigo igual, decido ir al baño a lavarme la cara porque dentro de poco tengo que ir a plató. Enciendo el grifo y veo como el espejo se empaña y hay algo escrito "te quiero". Joder, qué bonito. Me quiere, Dani me quiere y hace estas cursiladas por mí y cuando acaba de hacerlas se encuentra con Miki besándome. ¿Por qué siempre tiene que pasarnos algo? ¿No podemos ser felices?

Voy a plató aguantándome las lágrimas. Entro y me encuentro a Flo que me mira enfadado. Paso de largo porque no quiero hablar con nadie, pero me agarra del brazo y me quita las gafas de sol con las que intentaba disimular mis ojos hinchados.
- ¿Qué ha pasado? -me pregunta más enfadado aún.
- Nada. -digo con un hilo de voz.
- No soy imbécil. Dani ha venido con la misma ropa de ayer, ha entrado con la misma cara que tú hace poco rato y también me ha dicho que no pasaba nada con un hilo de voz. Te dije cuales eran las reglas, voy a creer que las has cumplido porque sino no me quedaría otro remedio que haceros saber las consecuencias de vuestros actos. Y os aseguro que no os gustaría nada que hiciera eso. -cojo mis gafas de sus manos y mirándole por última vez a los ojos, me voy de allí. No necesito sermones, necesito hablar con Dani y es a lo que voy.

Llamo a la puerta de su camerino un par de veces, pero nadie responde. Intento abrirla pero no puedo, debe de tenerla sujeta con algo.
- Dani, quiero hablar contigo. Deberías escucharme. -pero no obtengo respuesta y decido irme de allí, porque no creo que verme hablando con una puerta sea lo que tenga que ver la gente de mí.

Hacemos el programa, creo que es de los peores de los dos años que llevamos como equipo. Leemos el guión, presentamos a los invitados, les entrevistamos, hacemos 3 secciones y se acabó.
En la publicidad intenté hablar con Dani. Vi que se dirigía a su camerino y le seguí pero cuando quise hablar con él ni siquiera me dejó, solo pronunció 3 palabras que me supieron realmente amargas "quiero estar solo"  y cerró la puerta, bloqueándola como la tenía antes para que yo no pudiera pasar.

Me cambio rápido de ropa, no quiero que Dani se me escape aunque tendría que salir pitando hacia el aeropuerto para ir a Mollet como cada viernes, pero hoy me da igual. Le busco por los pasillos pero no está, voy a su camerino, abro la puerta y sonrío porque no la tiene bloqueada pero luego me doy cuenta de que él no está dentro.
Voy preguntado si alguien lo ha visto.
- Sí, se ha ido corriendo. Me ha dicho que se iba a Astorga todo el fin de semana.

¿A Astorga? Pensé que se quedaría en Madrid. ¿Y ahora qué hago? ¿Me quedo en Madrid? o ¿Me voy a Mollet? No. Voy a Astorga yo también.

sábado, 5 de mayo de 2012

Capitulo 145: ¿Se está declarando?

Aún con los ojos cerrados y apoyada en su pecho, sigo la canción.
"Te he echado de menos, todo este tiempo he pensado en tu sonrisa y en tu forma de caminar. Te he echado de menos, he soñado el momento de verte al lado mio dejándote llevar..."

Me incorporo un poco para poder mirarle, está con los ojos cerrados sonriendo mientras vocaliza aún la letra de la canción. 
- No sabes cuantas veces la he escuchado pensando en ti... En mi cama, tumbado y mirando el otro lado del colchón, donde no estabas y donde me moría por verte... 
- ¿De verdad? 
- Completamente. Y no sabes lo feliz que soy cantándola ahora, y sintiéndote aquí conmigo... Anna... Perdóname.
- ¿Por qué? -pregunto ya poniendo mi cabeza a la altura de la suya, y apoyándola en una de mis manos. Él se gira de cara a mí, en la misma posición que yo.
- Por hacerte tanto daño... En el momento en el que te dije "no podemos estar juntos" ya me estaba arrepintiendo... Y cuando te vi con Miki... bf... No me lo pude creer. Es que no sé ni que sentí... Creo que quería matarlo, o matarme a mí. Pero como pude ser tan gilipollas, joder... -se enfada con él mismo. 
- No pienses en eso, ya te he dicho que no he tenido nada con él. 
- Pero podrías haberlo tenido, y es lo que me merecía. Madre mía, dejarte yo a ti ¿pero en qué cabeza cabe? Si lo tienes todo... 
- Anda calla... Si lo único que tengo es un don para hacer ganchillo. -digo riéndome.
- ¿Ah y eso no es bueno, no? ¿Ah no? ¿Y el dinero que me voy a ahorrar este invierno en comprarme bufandas porque me las vas a hacer tú? 
- Jajajaja, eso es verdad. Además también tengo un don para imitar, ¿a que sí? -pongo cara de ilusionada, y él se limita a mirarme y aguantarse la risa. 
- Sí, claro, también también. ¿Dormimos ya? Jajaja. 
- Ja, ja, ja. -digo irónicamente. Él intenta achucharme pero intento apartarlo- ¿Y si ahora me enfado? 
- ¿Cómo te vas a enfadar conmigo? Si te quiero más que a nada. 
- Bueno entonces vale... -digo dejando que me abrace. 
- Qué facil eres, Annita. -se ríe cuando ya me tiene entre sus brazos. Intento darle un empujón pero sin obtener resultado, de repente se pone serio y me mira, aún teniéndome agarrada- Te quiero, de verdad. Hace unas horas estaba en mi casa sintiendo que nada valía la pena y ahora... ¿ves como estoy ahora? Ahora estoy feliz, y eso es solo por ti. -sonrío y me acerco a él para finalmente besarnos. Él también hace que mi estado de ánimo cambie en segundos, puedo odiarle a rabiar, pero como me mire con esos ojos y me diga que me quiere, entonces solo puedo adorarle. 


Seguimos besándonos mientras me sostiene en sus brazos y poco a poco se tumba encima mío. 
La temperatura empieza a subir y entre besos, caricias, pequeños mordiscos y suspiros, volvemos a hacer el amor. 
- Buf... No me cansaría nunca de hacer esto contigo. -me dice dejándose caer sobre mí al terminar. 
- Ni yo... -paso las yemas de mis dedos suavemente por su espalda, para acabar de relajarnos totalmente. Como ya son altas horas de la madrugada, nos tumbamos y pegando nuestros cuerpos nos dormimos. 


- Mmm... apaga el despertador... -digo aún con los ojos cerrados y girándome al otro lado para seguir durmiendo. 
- No, dormilona tenemos que ir al programa... 
- No... hoy no... -me acurruco y él me gira para que quedemos cara a cara. 
- ¿Cómo que hoy no? 
- ¿No te lo han dicho? Hoy es el día oficial de quedarse en la cama con la persona que quieres... -sonrío pero sigo sin abrir los ojos. 
- Jajajaja, ya me gustaría. -me sorprende al presionar sus labios con los míos, se separa pero me vuelvo a pegar a él. 
- Un poquito más. -digo antes de volver a besarle.- Dani... 
- ¿Qué? -abro los ojos y él me mira atento.
- Prométeme que ésta va a ser una de las miles de mañanas que me voy a despertar así. 
- Te lo prometo. Quiero que seas lo primero que vea al despertar. Siempre, siempre, siempre. 




- Cariño, voy a la ducha. -digo ya entrando en el baño. Escucho como Dani me dice que él mientras hará el desayuno y luego se duchará también. Salgo y me visto mientras Dani empieza a ducharse. De pronto suena el timbre y aunque esta visita ahora no es apropiada, abro la puerta igualmente. 


- Hola... 
- Hola Miki. -entra aunque yo no le he dado permiso.
- Quiero hablar contigo. -dice adentrándose en el salón, yo sufro por Dani aunque sé que con el agua de la ducha no se estará enterando de nada.
- Tú dirás, pero tengo un poco de prisa.  
- Es rápido. Quería decirte que he estado genial contigo los días que hemos pasado juntos, ayer me encantó acompañarte a casa y me quedé con ganas de subir contigo. -¿se está declarando? ¿ahora? ¿cuando Dani está al otro lado de la pared?...
- Miki, a ver creo que. -pero antes de que pueda continuar, se lanza sobre mí y me besa. Sí, me besa. Y antes de que pueda separarlo, veo como la puerta del baño se abre, y Dani mira la escena perplejo.