lunes, 23 de abril de 2012

Capitulo 144: El significado de los besos

- Dani... yo...
- Anna... Es fácil... Solo necesito qu. -le corto.
- Cállate. -digo mientras pongo mis manos en cada una de sus mejillas y me acerco a él hasta unir nuestros labios. Al principio se queda paralizado pero tarda pocos segundos en devolverme el beso. Roza nuestros labios con delicadeza y siento que tiene miedo de que ésta sea la última vez que me besa pero no sabe que si de mí dependiera, no dejaría nunca que se separara de mí. 
- Anna ¿esto que significa? -me pregunta separándose unos centímetros de mí, pero manteniéndose enganchado a mí agarrándome de la cintura. 
- Significa que no estoy con nadie. Que a pesar de todo sigo enamorada de ti, porque jamás habrá nadie que me ponga tan nerviosa como tú, que me erice la piel como lo hacen tus besos, que me eleve al cielo haciéndome el amor. Significa que sigues aquí -digo señalándome el corazón- y que aunque no te lo merezcas, sigo siendo tuya porque lo seré siempre. 


Y como supongo que no encuentra mejor respuesta, me besa de nuevo. Cuela una de sus manos debajo de mi camiseta y me acaricia lentamente al compás de su lengua mi espalda, para confirmar lo que dije hace unos instantes y erizarme la piel de nuevo con uno de sus maravillosos besos. Se separa ahora de mí, como si quisiera decirme algo. 
- ¿Y esto, qué significa? -le susurro yo. 
- Significa que te quiero por encima de todo. Que eres lo único que necesito para ser feliz porque tienes ese don de mirarme y hacer que sienta que todo está bien, que no me va a pasar nada malo si estoy contigo. Significa que no puedo vivir sin ti, que te necesito y que vamos a estar juntos. No voy a dejarte escapar, te lo juro. 


Ahora soy yo la que no puede responderle con palabras, por eso me acerco de nuevo a él y le beso. Enredo mis manos entre su pelo y él bajando la mano que tenía en mi espalda, le da un toque de pasión a todo esto. Siento esas mariposas que solo existen en los cuentos de hadas y me dejo llevar de nuevo por el deseo que me transmite con cada una de sus caricias. Suspira al separarse mínimamente de mí, para cambiar el trayecto de sus besos y desviarlo hacia mi cuello. Me estremezco al instante y noto su sonrisa victoriosa entre los besos que va dejando por mi piel. Empieza a caminar hacia algún lado y yo de espaldas sigo sus pasos hasta que me choco con algo. Parece ser que mi habitación hoy le pilla lejos, porque lo que hay detrás de mí es la mesa del salón. Me impulso hacia arriba con la ayuda de sus manos en mi trasero y me siento en la misma mesa donde está mi bolso, el cual acaba en el suelo porque Dani lo tira con impaciencia. Sonrío ante su cara de deseo y él sonríe al ver que le estoy entregando una vez más mi cuerpo. Suavemente se estira sobre mí y vuelve a besarme, ahora con mucha más pasión que la vez anterior, si cabe.  Mis suspiros aumentan cuando nuestra ropa desaparece y termina en el mismo lugar que mi bolso. Poco a poco Dani empieza a hacerme el amor, aquí... en una mesa de madera y de nuevo consigue que el sitio aparentemente más incómodo se vuelva el mejor lugar del mundo. 
Sus besos cubren mi piel y mis dedos se entierran en su espalda. Nuestros cuerpos se cubren de sudor y mi salón se impregna de deseo. Mi respiración es cada vez más entrecortada y más difícil de aguantar, hasta que el placer hace que me olvide de todo y mis gemidos se escuchen al compás de sus suspiros. 


Cuando terminamos, Dani se incorpora lentamente aunque sigue sobre mí, me aparta el flequillo mojado de la frente y me mira a los ojos mientras me acaricia el pelo. 
- Te adoro, mi niña. -y me levanta con él para llevarme a la habitación y dejarme tumbada en la cama. Él se tumba a mi lado y estira su brazo dejándome ese hueco que tanto me gusta ocupar apoyándome en su pecho. Cubro nuestros cuerpos desnudos con las sábanas y cierro los ojos. Y entonces escucho como empieza a susurrar aquella canción que tanto me gusta  y que tanto he escuchado pensando en él. 
"Quiero que siga así, tu alma pegada a mí, mientras nos quedamos quietos, dejando que la piel cumpla poco a poco todos sus deseos. Hoy no hay nada que hacer, quedémonos aquí, contándonos secretos, diciéndonos bajito que lo nuestro siempre se hará eterno.."

lunes, 16 de abril de 2012

Capitulo 143: ¿A qué juegas?

Pues no, se gira de nuevo y no me dice nada. Mira al frente deseando que los pocos segundos que nos quedan hasta que nos presenten pasen rápido, porque noto que está incómodo. Yo me mantengo de pie, apoyada en la pared y mirando a los lados. Nos presentan y salimos dispuestos a fingir que estamos bien, aunque como siempre, Dani lo hace peor que yo y evita cualquier tipo de contacto conmigo. Sigo firme, como si nada me afectara pero solo yo sé que esta situación es demasiado para mí. De vez en cuando miro a Miki, que detrás de las cámaras ve atento el programa y me sonríe, como si quisiera darme algún tipo de fuerza, que yo no percibo.

Me cambio de ropa, cojo mi bolso y salgo de mi camerino. Fuera Miki me está esperando, creo que quería ir a tomar algo, pero no tengo nada de ganas.
- ¿Vamos al bar de ayer? -me pregunta.
- Lo siento, estoy cansadísima. Hoy prefiero quedarme en casa.
- Está bien. Oye, Anna... Quería decirte que dentro de 3 días se estrena mi obra de teatro, ¿vendrás?
- Claro. Ya me dirás sitio y hora. -le respondo antes de despedirnos.

Llego a casa y me tiro en el sofá. Voy haciendo las tareas de casa mientras pienso en mi situación actual. La verdad es que con Miki estoy cómoda, pero en estos ratos que he estado con él me he dado cuenta de que el amor que un día sentí por él se ha esfumado por completo. Dani hizo magia con mis sentimientos, hizo que desapareciera todo lo que sentía hacia Miki para multiplicarlo y enamorarme de él para siempre. Total, para acabar así. Sola en casa porque Dani prefiere no fallar a la persona que le prohíbe estar conmigo...


Jueves. Ya queda menos para acabar esta maldita semana en la que solo he hablado con Dani en los programas y por guión y eso que él quería ser mi amigo... Ya lo veo.
"Anna, esta noche en el bar del otro día y de allí vamos al teatro. Un beso" Leo de nuevo el mensaje de Miki para no olvidarme de la hora y del sitio donde he quedado con él.
En plató escucho como algunos también dicen que irán esta noche a verle actuar.
- Sí, yo también voy. Miki me ha invitado. -le digo a Juange en la reunión. Sé que Dani me está escuchando, porque además no disimula nada. Me mira y se concentra en mis palabras, las cuales no digo en voz baja, porque prefiero que me escuche y que sepa que esta noche salgo, y no es con él.

Me arreglo y salgo hacia el bar. Saludo a Miki y vamos al teatro donde le veo actuar, sentada al lado de Raúl y los demás que también han venido. La obra termina y Miki insiste en acompañarme a casa. Yo insisto en que puedo ir sola, pero al final gana él.
- ¿Qué te ha parecido? -me pregunta interesado.
- Genial. Me ha encantado el final. -le voy explicando lo que más me ha gustado cuando empieza a hacer bastante frío. Él pasa uno sus brazos por mi espalda para rodearme y darme algo de calor y lo agradezco porque me estoy helando.
Por fin llegamos al portal. Nos despedimos con un beso en cada mejilla y subo a casa. Me descalzo porque entre el frío y los tacones no me siento los pies. Voy hacia la habitación para ponerme el pijama pero el sonido del timbre me interrumpe. Supongo que Miki se habrá olvidado decirme algo. Abro y para mi sorpresa no es Miki el que ha llamado.
- ¿Qué haces aquí?
- Quiero hablar contigo. ¿Puedo pasar?
- Sí, claro. -le abro camino para que entre y una vez dentro se queda de pie en el salón.- ¿No te sientas en el sofá?
- No hace falta. Venía a preguntarte algo.
- Tú dirás.
- ¿Estás con Miki?
- ¿A qué viene esto?
- Quiero saberlo. Como un día me dices que te da igual que Flo nos prohíba estar juntos porque me quieres, y al día siguiente te veo con tu ex...
- ¿Te sorprendió, no?
- Pues sí.
- Pues igual que a mí me sorprendió que me dijeras cuánto me querías y a los dos días me dejaras porque no querías fallar a tu amigo.
- Ese no es el tema.
- Sí. Sí es el tema. Y me alegra que hayas venido, porque no sabes las ganas que tenía de decirte un par de cosas. Primero me dejas porque no quieres arriesgarte, después me dices que quieres ser mi amigo, luego estás dos días sin hablarme y ahora vienes aquí preguntándome algo que ni te va ni te viene. ¿A qué juegas?
- No juego. Solo quiero saber que sientes. No sabes lo que es estar día y noche pensando si me quieres, o si ya me has olvidado. No tienes ni idea de lo jodido que es darte cuenta de lo imbécil que has sido por dejar que algo se interpusiera entre la persona que quieres y tú. Y no sabes el miedo que tengo de verte con otra persona y saber que me lo tengo muy merecido. Solo quiero saber que sientes, solo necesito que me digas si sigo ahí metido -dice señalando mi corazón- o si tengo lo que me merezco y te he perdido para siempre.

sábado, 7 de abril de 2012

Capitulo 142: Mirada fulminante

Salimos de casa. Miki con paso firme, yo más bien camino poco convencida. Llegamos a la puerta de plató, y antes de entrar me entran unas ganas terribles de salir corriendo, pero respiro y camino hacia dentro. "No he hecho nada malo" me digo a mí misma, y es la verdad. Además, Dani fue el que dijo que no podíamos estar juntos y que solo podríamos ser amigos.

Entre pensamiento y pensamiento nos acercamos a Flocución. Llamamos a la puerta y rezo para que dentro solo esté Flo. Suspiro al abrir la puerta y ver que mi deseo se ha cumplido.
Miki y Flo hablan animadamente, pero sé que Flo no tiene ni idea de lo que pasa.
- Pues sí, ayer nos encontramos y dijimos de tomar algo. ¿No íbamos a terminar mal, no? -escucho que Miki le dice a Flo, que ahora parece enterarse un poco más de todo.
Al cabo del rato se despiden y Miki me dice que quiere ir a la terraza para ver si allí están Juange y Raúl y los demás.
- Ahora vamos. Espérame aquí que voy a mi camerino a dejar las cosas y subimos.
Dejo la chaqueta en el sofá de mi camerino y el bolso en el armario y salgo para ir a donde dejé a Miki esperándome. Me meto el Iphone en el bolsillo y cuando termino levanto la cabeza para ver que Miki no está solo. Dani se está acercando a él y ninguno de los me ha visto.
- ¿Qué haces aquí? -le pregunta de manera violenta Dani.
- ¿A ti qué te importa?
- ¿Has venido a molestar a Anna? Porque si es así, te juro que.
- Dani, ya. -le corto mientras llego hasta ellos- Miki ha venido conmigo.
- ¿Nos vamos a la terraza? -me pregunta Miki enfadado. Asiento y antes de girar para subir las escaleras, miro a Dani que no se ha movido y que mira fijamente la pared la cual golpea con su mano, lleno de rabia.
- Este tío es gilipollas. Y no sabe las ganas que le tengo...
- Miki ya está, joder. -y antes de que pueda contestarme ya llegamos arriba y Juange le saluda.

Estamos en la terraza un rato, ellos hablan y yo miro el paisaje pensando en lo ocurrido. Soy tonta porque me siento mal y culpable, y en realidad yo no he hecho nada, pero no soporto ver que Dani no está bien.
- Anna, voy con Raúl a tomar algo ¿vale? Luego vengo antes de que empiece el programa y así lo veo en directo. -me dice Miki sacándome de mis pensamientos.
- Vale. -contesto y bajo a mi camerino para leerme el guión.

Cuando pasa algo más de una hora, nos llaman para hacer la reunión previa al programa. Noto a Dani tenso, mucho. Intento no mirarle pero no puedo evitarlo, aunque él sí que me evita a mí.
Seguimos hablando de como hacer hoy el programa, cuando aparece Miki. No sé donde meterme. Flo, Dani y yo estamos sentados como durante el programa, y el resto del equipo rodean la mesa. Miki se mete entre medio para escuchar la reunión, como si él también hiciera el programa.
- Miki, echabas de menos escuchar estas reuniones del programa, eh. -le dicen de broma. Todos responden con risas, menos Dani. Le miro, está nervioso. Da golpecitos a la mesa con su boli. De repente, me mira él a mí. Me echa una de esas miradas fulminantes que por poco que duren te dejan derrotado y vuelve con los golpecitos en la mesa con su bolígrafo.
Por fin, la reunión acaba.

Después de que me maquillen llego a la entrada y espero a Dani. Ahí viene. Joder, qué guapo está hoy. Cuando llega a mi lado, me mira serio y después me gira la cara. Piensa unos segundos y vuelve a mirarme. Creo que va a decirme algo.

domingo, 1 de abril de 2012

Capitulo 141: Consecuencias

- Dime...
- He estado pensando...
- ¿En qué? -pregunto apoyándome en la pared.
- En todo. En todo lo que ha pasado estos días.
- ¿Y...?
- Y no me gusta. No me gusta como están las cosas ahora. -sonrío al escucharle y de repente una pequeña ilusión aparece en mí.
- Sabes que eso puede cambiar...
- Sí... Y sé que Flo nos tiene prohibido estar juntos pero...
- ¿Pero qué? -pregunto ansiosa por escuchar lo que llevo soñando estos días.
- Pero no nos ha prohibido ser amigos, ¿no?
- ¿Co. cómo? -mis ojos se encharcan. Soy gilipollas. Yo pensando que se iba a arriesgar, que iba a decirme que le daba igual lo que dijeran los demás porque el quiere estar conmigo... Y me suelta esto.
- Pues eso, Anna... ¿podemos intentar ser amigos, no? -cuando me seco la única lágrima que no he podido impedir que salga, veo que Miki sale del local.
- Sí, sí. Hasta mañana. -cuelgo y sonrío girándome hacia Miki, que me mira extrañado.

- ¿Estás bien? -me pregunta cuando ya me acerco a él.
- Sí, sí. ¿Vamos dentro? Tenemos pendiente una copa. -sonríe y entramos, yo detrás suyo. Suspiro para intentar que Dani se marche de mis pensamientos aunque sé que es imposible.

Son ya las 3 de la mañana y recuerdo que mañana tengo que ir a trabajar.
- Miki, es súper tarde. ¿Nos vamos?
- Sí. Te acompaño a casa y luego me voy al hotel, ¿vale? -asiento y hablamos un poco más hasta que llegamos a mi portal.
- Me lo he pasado genial, de verdad.
- Yo también. ¿Nos veremos más, no?
- Claro.
- Bueno me voy ya al hotel.
- ¿Está muy lejos? -pregunto mientras saco las llaves de mi bolso.
- Bastante. ¿Por qué?
- Porque te podrías quedar a dormir.
- ¿De verdad? No lo hagas por compromiso, eh.
- Que no. Pero duermes en el sofá, eh. -digo entre risas.
- No, no, en el sofá duermes tú. -mientras nos reímos llegamos a casa.

Finalmente, Miki duerme en el sofá, yo en mi cama. Sueño con Dani, como cada noche. Y me despierto deseando que al girarme mi cuerpo choque con el suyo, pero de nuevo en mi cama no hay nadie.
Desayunamos y Miki me propone ir conmigo al programa, porque tiene ganas de ver a Flo, Juange, Raúl... Yo acepto, pero sé que Dani también estará y que las consecuencias pueden ser muchas, y ninguna buena...