Capitulo 137: Infinitamente feliz

- Mmm... Qué ganas tenía... -dice dejándose caer a mi lado.
- Te quiero... -me pego a su cuerpo y nos tapo con la sábana.
- Te adoro, pequeña.
- Me encanta que me llames así...
- ¿Sí? -empieza a acariciarme la espalda con la mano del brazo que me rodea y me mantiene pegada a él- Todavía no sé porque te llamo así, bueno porque eres pequeñita -dice achuchándome- pero para mí eres tan grande... eres la persona que me sostiene, que me mantiene en vida, que me da fuerza para seguir adelante, tu sonrisa es la única que me hace feliz. -le miro con los ojos iluminados, y sonrío, sí... como una tonta. Y él se da cuenta- Joder, mira que soy cursi, eh... todo por tu culpa. -dice avergonzado y apartándome la mirada. Con mi dedo en su barbilla, consigo que vuelva a mirarme.
- Cuando eres cursi, me haces infinitamente feliz. -sonríe y me abraza.
- Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero... -me susurra al oído. Incapaz de contestarle con palabras, le beso con todo el amor que existe en el mundo y que él me hace sentir. Y entre caricias, besos y palabras bonitas, me duermo de nuevo a su lado.

- Buenos días otra vez, señorita dormilona. -me dice después de besarme dulcemente.
- Mmm... estas pastillas que me dio el médico me multiplican el sueño... -digo estirándome.
- Ya... claro, claro. Que tu antes no eras dormilona ¿no? Ah, no ¿no?
- Jajajaja, eres un pesado! -me giro y le doy la espalda.
- ¿Qué has dicho? -pone su brazo sobre mí y con su mano me empuja para que me gire y le vuelva a mirar.
- No, no, cosquillas no que siempre acabamos igual... -ya conocía sus intenciones... Me imita con gestos y vocalizando mis últimas palabras y se levanta de la cama haciéndose el molesto. Me pongo el pijama y salgo detrás de él.
- No, no. Ahora no vengas detrás mío.
- Voy a la cocina a hacer la comida, listillo.
- Pues vas a ir para nada, porque el "listillo" ya la ha hecho. -dice orgulloso.
- ¿Sí? -pregunto sorprendida.
- Sí. -responde de brazos cruzados y mirándome desde el otro lado del pasillo. Voy corriendo hacia él hasta que salto y me coge.- Eh, te recuerdo que tienes que guardar reposo.
- Uy, es verdad. Pero es que eres tan cuquiiii. -se empieza a reír de mí.- No te rías que sé que te encanta que diga "cuqui". -me responde con una sonrisa cómplice y negando con la cabeza.

Comemos lo que preparó, estaba buenísimo como siempre. Después de ver un rato la tele, preparé la maleta para irme a Mollet, y ahora Dani me está llevando al aeropuerto.
- Bueno cariño, cuídate mucho y le das muchos besos a tu familia de mi parte. Nos vemos el lunes, te voy a echar mucho de menos...
- Y yo a ti. Te quiero. -y besándonos a escondidas para no formar escándalo, nos despedimos.

Lunes por la mañana. Después de un finde en Mollet con mis padres, llego a plató con mil ganas de verle. Entro en mi camerino, dejo mis cosas y cuando termino voy al de Dani. No está. Le busco por los pasillos pero no le encuentro, pregunto y me dicen que está en el camerino de Flo. Llamo a la puerta, Flo me da paso para entrar y por fin veo que está allí con él. Sonrío al verle, pero por su parte no recibo lo que yo esperaba...