Capitulo 11: Enfadados

Paso la tarde en casa como siempre, pensando... No sé que le puede pasar a Dani, ayer hice todo lo que pude, según él, me lo curré... Me tuve que tragar su besito con Lara, pero aun así yo estuve bien, y ¿ahora? Ahora me viene de este plan, sin hablarme, esquivandome y encima haciendome feos, diciendo que yo no le gusto y no se qué, y yo aquí como una tonta sin poder evitar cabrearme por estas tonterías, seguro que él está tan tranquilo, sin pensar en mi... Con su Larita la simpática, que por cierto, para tener la suerte de estar al lado de Dani, ayer llevaba una cara de amargada que no se la aguantaba ni ella. Pero en fin Anna, tu deja estas cosas, sabes lo que tienes que hacer, olvidarte! Aunque ahora parezca complicado, bueno... Imposible, lo puedes hacer como lo hiciste una vez, bueno aquella vez no lo hiciste bien porque mira ahora como estás, creías haberlo olvidado y otra vez aquí como si el tiempo no hubiese pasado, comiendote la cabeza por él.
Consigo dormirme y a la mañana siguiente me levanto con mucho sueño, yo es que soy de dormir... Desayuno y me voy al programa.
Está ahí, miralo, el señorito... Me ha visto, porque me ha visto, si me ha mirado, pero... solo me ha mirado, no viene ni a saludarme, pero este quien se cree! Voy a darle un poco más de tiempo, si cuando termine el programa sigue así... Buf, le canto las cuarenta.
El dia ha transcurrido normal, con Dani he hablado lo justo, porque él no quiere... Ya es hora de irnos, pero esto no va a quedar así, allá voy.
- Dani, quiero hablar contigo. -digo decidida
- Me tengo que ir...
- Pues lo siento, pero de mi hoy no te libras.
- Bueno... dime.
- Mira, no se que te pasa, no se que he hecho mal, pero paso de estar como dos niños. Si he hecho algo que te haya molestado me lo dices, y sinó explicame que te pasa, porque de verdad no lo entiendo. El otro día en tu casa, estabamos tan bien... Y de repente, me vienes así. Pensaba que eramos buenos amigos, de estos que se cuentan las cosas, y aunque yo a veces también he estado rara por cosas, nunca me ha durado tanto como a ti, porque si no llega a ser por mi, tu estás sin hablarme años y años, que te conozco. -bff vaya peso me he quitado de encima... Él se queda callado. - Bueno, ¿piensas decir algo?
- No sé, no tengo nada que decirte. Me notas raro pero yo no lo estoy, y tengo prisa Anna, lo siento. -y se va.
Osea estoy flipando! ¿de verdad está pasando esto? Que no está raro, ja ja ja, si un poco más y ni me mira a la cara, cuando hace tres días me decía de preciosa para arriba. Bueno, yo ya lo he intentado, que no se diga que por mí no ha sido. Pero si quiere que nos distanciemos, se va a enterar.

Hoy me apetece ir a dar una vuelta, voy a andar un poco que tanto sofá no es bueno. Llego a casa y me pongo ropa más comoda, me hago una coleta y me pongo unas gafas de sol.
Estoy mucho rato caminando, por muy cansada que esté me sigue apeteciendo andar más. Entro a un bar para comprar una botella de agua, porque ya me estoy muriendo del cansancio y necesito beber. Mientras espero a que me den el cambio giro la cabeza y veo a Dani con Lara en una mesa de este mismo bar. No había más bares para entrar Annita, tenías que venir a este, me digo a mi misma. Dani me mira, Lara parece no haberme visto. En la mirada de Dani noto algo extraño... Como si me estuviera pidiendo perdón, como si no estuviera cómodo con la situación, pero no se acerca a saludarme y estamos unos segundos aguantandonos la mirada. Hasta que por segunda vez me llama el camarero para darme el cambio, me había quedado embobada mirando a Dani.
- Perdón, gracias. -me despido del camarero, y me dispongo a salir, pero antes miro a Dani, lo miro fijamente como diciendo: Estoy aqui, estoy esperando a que vengas a hablar conmigo y si no lo haces vas a tardar mucho tiempo en volver a tenerme como amiga. Bueno todo esto supongo que no se lo he transmitido con la mirada, pero algo así sé seguro que le ha llegado.

Llego a casa cansada, me doy una ducha, ceno algo rápido y me voy a dormir, hoy si voy a dormir pronto. Aunque me duerma pronto sigo levantandome tarde, soy así. Llego a plató y como siempre cojo mi guión y me voy a mi camerino, me ha parecido ver a Dani por ahí pero ni le he mirado. Pongo el guión encima de mi mesa cuando veo que tengo una nota:
"Lo siento, pequeña"