sábado, 6 de agosto de 2011

Capitulo 35: No quiero perderte

Durante el juego, efectivamente Dani y yo nos tocamos mucho, estamos muy pegados, siempre me gana él. Aprovecha para tocar zonas de mi cuerpo que tendrían que estar prohibidas para él, y yo aprovecho también, toco su pecho en el agua, mojado, y no sabéis lo que se siente, con tan solo rozarle así. Creo que en algunos momentos nos olvidábamos del juego, y hacíamos el nuestro propio. Nos reímos y parece que hemos olvidado la discusión de antes, al fin y al cabo tampoco puedo estar eternamente enfadada con él, aunque sé que la relación no será la misma de antes, por desgracia. El juego termina, ya se está haciendo de noche, y como nadie tiene prisa, nos quedamos a cenar y Flo hace en la barbacoa la carne que sobró de esta mañana. Dani se vuelve a sentar, esta vez se sienta en la silla de al lado de donde me senté yo antes, y me mira con carita de pena, para que me siente a su lado. No me resisto, y le hago caso.
Comenzamos a cenar, Dani y yo no hemos hablado todavía, pero nos miramos mucho...
- Hoy no te lo he dicho, pero estás preciosa. -Dani empieza a hablarme, y como siempre lo hace para dejarme sin respuesta
- Gracias, tu también. -la verdad es que en bañador está tremendo.
- Este bikini te queda genial, ¿te lo pusiste para provocarme eh, pillina? -ya empieza con el tonteo, no se cansará...
- Mmm... Bueno, para que veas lo que te perdiste y jamás tendrás.
- Uy, me lo perdí, pero eso de que jamás tendré... Nunca digas nunca. -encima se piensa que algún día me volverá a tener.
- Digo que nunca me tendrás porque es así. NUNCA. -lo digo de una manera rotunda, aunque ni yo misma estoy segura de ello.
- Ya veremos, pequeña... ¿Y que tal las vacaciones? -menos mal que cambió de tema.
- Muy bien, descansando y con la gente que quiero. -no puedo evitar sentir rencor hacia él...
- Que bien, me alegro. Aunque no me preguntes sé que quieres saber como me fue en este mes. Pues bien, de juerga claro, y con gente que quiero, no toda, pero algunas personas queridas sí. -y vuelvo a pensar que esto lo dice con segundas...
- Te has puesto moreno eh. -no sé que decirle y cualquier comentario me parece bueno.
- Sí... Tú estás más guapa que nunca, si cabe... -está serio, me mira a los ojos, pero yo miro hacia otro lado. - ¿Por qué no me miras? ¿Tan mal te caigo que no eres capaz de mirarme?
- No es eso... -no te miro porque soy incapaz de no perderme en tu mirada, y porque no sería capaz de aguantar mucho rato más sin besarte, todo esto no se lo digo, por supuesto.
- Entonces, ¿qué es? -joder, como está con las preguntitas
- Pues, no sé, me cuesta aguantarte la mirada, siempre me costó, pero ahora más. -me sincero un poco, no me gusta mostrar mi debilidad, pero me siento incapaz de hacer otra cosa.
- Espero que pronto deje de costarte, no hay cosa que me guste más que verme reflejado en tus preciosos ojos. -joder, ¿y este es el mismo que antes me decía esas tonterías en la piscina comportándose como un prepotente?
- Que raro eres, Dani...
- ¿Por qué? -se sorprende
- Porque antes te comportaste fatal conmigo, y ahora me echas mil piropos. -no lo entenderé jamás...
- Lo siento. Antes me comporté así porque fue lo único que me salió, ya sabes que soy tonto. Y ahora te trato así porque es como te mereces que te trate todo el mundo. No quiero perderte Annita...

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