Capitulo 54:Todavía no

No recibo respuesta, debe de estar con Lara, maldita Lara, ¡la odio! Por suerte mañana veo a Dani, le dire lo que hice durante este fin de semana, le confesaré que cambié mi vida por empezarla de nuevo con él... Me duermo nerviosa, con cosquillas en el estómago, y otra vez vuelvo a madrugar, esta vez contenta, feliz, dejo un poco atrás el sentimiento de culpabilidad, aunque me cuesta dejar de pensar en el daño que le he causado a Miki, no me gusta dañar a la gente, y menos a gente que merece ser feliz... Desayuno poco, los nervios no me permiten comer más. Llego a plató y parece que Dani todavía no ha llegado, debe de estar cansado del viaje, de estar con... ¡Qué rabia me da recordarla!
Repaso el guión pero me cuesta mucho concentrarme, llaman a mi puerta, se me ha encogido el estómago, sé que es Dani.
- Pasa. -digo mientras me siento en mi sofá. Está guapísimo, y eso que ha venido informal como cada mañana, pero hoy le veo más guapo que nunca. Le hago una señal para que se siente a mi lado.
- Buenos días, preciosa. -no me da ningún beso, supongo que tiene dudas sobre donde dármelo, si en los labios o en la mejilla, y mejor que se haya quedado parado, yo tampoco se donde me lo tendría que dar.
- ¿Viste mi mensaje? -le pregunto seria, estoy muy nerviosa, intento tranquilizarme para que no lo note.
- Sí, no te contesté porque casi lo ve Lara también.
- Mmm... Bueno, pues me pediste algo, que te diera algún tipo de señal, ¿verdad? -pregunto insegura.
- Sí, estoy ansioso por saber que has hecho... -me dice mientras me coge y me pone sentada encima suyo y rodea mi cadera con sus brazos. Nuestras caras están bastante pegadas, lo que me pone más nerviosa aún.
- Pues, pensé que tenías razón... -le digo susurrando.
- ¿Y qué más? -me pregunta impaciente.
- Bueno, reflexioné sobre lo que tenía, lo que podía perder y lo que podría ganar... -sigo hablándole bajito.
- ¿Y...? -tiene ganas de saber lo que hice.
- Y llegué a una conclusión... -no dejo de susurrarle.
- ¿A cual? -sabe que me cuesta decirlo.
- Pues, que tenía que arriesgar y he arriesgado... Bastante...
- ¿Y qué has hecho? -me pega más a él.
- ¿No lo adivinas? -sonrío tímidamente.
- Quiero que me lo digas tú. -me mira fijamente, y también me habla bajito, haciéndome temblar todavía más.
- He dejado a Miki... -digo cerrando los ojos, se queda en silencio, los abro y le veo mirando abajo, me pongo seria, ¿que pasa? De repente veo que me mira, y sonríe, mucho, una sonrisa sincera, que me hace sonreír a mi también.
- ¿De verdad? -no para de sonreír, parece que no se lo cree.
- Sí... Tú querías una señal, yo quería ser valiente, hice lo que mi corazón me pedía... -sigo nerviosa, sigo hablándole bajito.
Me agarra suavemente la barbilla y acerca mi cara a la suya, roza mis labios con los suyos, ligeramente, haciéndome estremecer, como siempre consigue, cierro los ojos y nos besamos lentamente, pero me separo de él.
- Todavía no... Yo ya hice mi parte, te toca a ti. -le susurro una vez más.