Llego a casa, y paso lo que queda de la tarde como muchas otras, viendo la tele, y limpiando un poco. Cuando llega la noche me preparo la cena, y después de cenar me tumbo en el sofá a ver una de mis series preferidas. Ahora es cuando más echo de menos a Dani, cuando todo está oscuro, es cuando más necesito que venga y me abrace... Pero paso la noche sola, y me despierto con muchas ganas de verle.
Cuando llego al programa, le veo, y le hago un gesto para que dentro de unos minutos venga a mi camerino, así nadie sospecha. Y así lo hace, estoy sentada en mi sofá cuando viene y abre la puerta después de llamar. Me levanto y le abrazo y él hace lo mismo.
- Te he echado de menos... -le susurro al oído.
- Yo también, ayer tenía tantas ganas de verte, antes de irme a dormir pensé mucho en ti... -vaya, yo también pensé en él toda la tarde y toda la noche.
- ¿Hoy que haces? -le pregunto, tengo muchas ganas de quedar con él.
- Hoy tengo que ir con unos amigos a una cena, no podré quedar contigo... -me dice tristón.
- Bueno, no te preocupes.
- ¿Puedo besarte ya? -no se aguanta las ganas.
- No me pidas permiso... -y nos besamos, sabiendo que quizás ese es el único beso que tendremos en todo el día. Y así es, durante todo el día no tenemos oportunidad de estar juntos, estamos muy liados con las secciones y todo para que nada falle. Yo recuerdo que esta tarde tengo dentista, así que me es imposible despedirme de él cuando termina el programa...
La tarde me pasa lenta, igual que la noche, que difícil se me hace estar sin él, hacía tanto que no echaba de menos a alguien, a Miki nunca lo eché de menos, ahora que lo pienso, cuando no le veía durante días no me sentía mal, y con Dani no aguanto 24 horas sin él...
Me levanto temprano, antes de que suene el despertador, y llego una de las primeras al programa. Dani todavía no ha llegado, y cuando estoy leyendo el guión escucho como saluda a Flo. Ya está aqui, pienso. Al cabo de los minutos llamo a su camerino, y se sorprende al verme tan pronto.
- Preciosa, no te esperaba tan pronto. -me dice después de abrazarme.
- Hoy me he despertado antes de que sonara el despertador.
- ¿Estás bien? -dice sorprendido y tocándome la frente como si tuviera fiebre, sigue sin creerse que yo pueda madrugar...
- Ahora que te veo sí, es que tenía muchas ganas de verte, y cuánto antes viniera antes de iba a ver... Hoy no te me escapas eh! -ayer estuve sin él, pero hoy si que ya no...
- No, no, no quiero escaparme de ti nunca. Después del programa espérame.
Termina el programa, voy a mi camerino, cojo mis cosas y salgo a la puerta para esperarle, pero como siempre, ha llegado él antes que yo y ha sido él el que me ha esperado. Nos montamos en su coche, y no sé a donde vamos, parece que a un sitio bastante solitario.
Nos paramos en un bosquecito pequeño, donde no hay nadie. Salimos en nos sentamos en la hierba, y empezamos a hablar de tonterías, reímos mucho como siempre que estamos juntos, me encanta que me haga reír.
- Qué bonito es esto... Gracias por traerme aquí. -le digo después de darle un beso en el cuello.
- Nunca he venido, siempre me dijeron que era un sitio muy bonito para ver con tu pareja, pero a estos sitios yo prefiero venir contigo... -me abraza y me besa, nos besamos con mucha pasión, Dani me acaricia todo el cuerpo haciéndome temblar. Pone sus manos debajo de mi camiseta, y yo me muero de ganas de que me la quite.
- Ven. -me dice levantándose y ayudándome a levantarme. Abre la puerta de su coche y nos vamos a sus asientos de atrás. Seguimos besándonos y aquí dejo que me quite la camiseta y lo que crea oportuno, igual que yo a él. Es peligroso hacer esto, en un sitio así donde cualquiera puede venir y vernos, pero con él me encanta el peligro, y no siento miedo al arriesgar. Hacemos el amor apasionadamente, disfrutamos él uno del otro, y yo me siento en las nubes, veo las estrellas cada vez que me hace suya, jamás pensé que podría llegar a disfrutar tanto haciendo esto, pero cuando se hace con amor, es indescriptible el placer que se siente.
- Nadie me hace disfrutar como tú. -me dice entre besos.
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