Capitulo 37: Maldito subconsciente

Son las 7 de la mañana... Ahora ya no me voy a volver a dormir, ¿que hago? Me visto y me voy a una cafetería que está cerca del programa. Pido un donut y un café con leche. Veo que Raúl entra a la cafetería y le llamo para que se siente a desayunar conmigo.
- ¿Y que haces tan temprano por aquí? -me pregunta él, que ayer escuchó lo de que yo no madrugo.
- Pues mira, todos me dijeron ayer que no madrugaba nunca y hoy me propuse levantarme pronto, pero vamos, nunca más, no sé que hacer a las 7 de la mañana...
- Pues yo estoy nervioso con este proyecto y no puedo dormir mucho, así que vine con la idea de desayunar por aquí y mira, que suerte tengo de haberte encontrado. -que majo es este chico, que sonrisa más bonita tiene, aunque la de Dani la supera a todas. Ya estoy con Dani en la cabeza...
- Bueno tu tranquilo, al principio son normales los nervios, luego estás como en casa. Yo me alegro mucho de que te hayan fichado, no podrían haber escogido mejor.
Charlamos durante bastante rato, reímos y nos caemos bien mutuamente. Entramos juntos al programa y me despido de él para ir a mi camerino.
Entro en mi camerino y me encuentro un oso de peluche enorme, me acerco y me viene el olor de Dani, me giro pero no hay nadie. Cojo el peluche, lo abrazo y noto que el olor de Dani viene del osito, pero no es la colonia que utiliza normalmente, es la colonia que utilizaba cuando tuvimos aquella aventura, dios mío como echaba de menos este olor. Hay una tarjetita.
"Para la chica más tierna, el premio más tierno" Aix, mira que es romanticón cuando quiere.
Noto a alguien detrás mío. Me giro, ahí está sonriéndome, no me puede gustar más su sonrisa.
- Hola madrugadora.
- Hola cari. Oye será verdad eso de que "a quien madruga Dios ayuda" a mí me acaba de dar una alegría enorme al encontrarme este regalo aquí.
- Eh eh, el regalo te lo he puesto yo así que la alegría te la he dado yo, no me quites méritos ni se los pongas a ese tal Dios. -me río y le abrazo.
- Le pusiste tu colonia... Aquella colonia... -digo después de volver a oler el peluche.
- Sí, pensé que te gustaría... Como dices que nunca más tendremos nada, supongo que nunca más dormiremos juntos, así que le puse mi perfume para que cuando durmieras con él pensarás que era yo el que estaba a tu lado... Que es lo que a ti te gustaría claro. -ya la tenía que cagar con esa última frase, pero bueno, tiene toda la razón. Sonrío y no sé que decirle, me da un beso en la mejilla y se marcha.
Preparamos un poco el programa y aclaramos dudas para que todo salga perfecto el lunes. Estoy en mi camerino cuando me llaman por teléfono, es Miki.
- Hola Miki!!! -digo contenta
- Hola amor! ¿Cómo estás?
- Muy bien, aquí preparando el programa. -seguimos hablando un rato más, Miki me dice un comentario gracioso al que yo respondo:
- Jajaja, mira que eres gracioso, Dani.
- ¿Dani? -mierda, maldito subconsciente.
- ¿Te he llamado Dani? Perdona cariño, ya sabes, con el trabajo paso bastante tiempo con él, un lapsus...
- Con el trabajo y sin el trabajo, estás con Dani que no paras, ¡me empieza a cabrear toda esta situación!