viernes, 12 de agosto de 2011

Capitulo 46: Placer

Tiene un ramo enorme de rosas rojas en la mano, y yo siento que me muero de felicidad. Este chico cada día me  sorprende más, si hubiese sido así en aquellos tiempos, las cosas hubiesen cambiado mucho... 
- Gracias! Es el mejor regalo que puedo recibir hoy!! -ningún otro regalo me dará la felicidad que me da Dani viniendo a estas horas a mi casa. Cuando ya está dentro le abrazo con todas mis fuerzas, tengo ganas de llorar de tan feliz que soy en este momento. 
- ¿No me lo agradeces de otra manera? -este va a lo mismo siempre, y eso hace que me emocione más.
- Calla tonto. -digo con un nudo en la garganta, Dani nota que estoy apunto de llorar y se separa de mi para mirarme. 
- Eh, ¿que pasa pequeña? Yo que me he puesto guapo para venir a verte, y ¿te me pones a llorar? Si no soy tan feo... -dice con cara de penita, sonrío porque Dani siempre me saca un motivo para sonreír. 
- Es que en mis cumpleaños me emociono mucho... Además ¿que chica no se emociona cuando te ve en la puerta de su casa a las 12 de la noche con este ramo de flores para felicitarla? -consigo calmarme, no solté ninguna lágrima al final, aunque tengo los ojos llorosos, pero no quiero llorar delante de Dani. 
- Pues no sé cuantas chicas se emocionarían, pero deberían saber que yo esto sólo lo hago por ti. -sonríe y me hace sonreír otra vez, es perfecto. 
Me lleva hasta el sofá teniéndome agarrada de la mano. 
- Pensé que no te acordarías de mi cumpleaños. -siempre fue muy despistado para las fechas, la verdad. 
- Yo también pensé que lo olvidaría como olvido todos los demás, pero el tuyo, sin ningún esfuerzo, se me queda en la memoria. Eres importante para mí Anna, muy importante. ¿Y que hacías?
- Estaba preparandome un bol de cereales. Tengo hambre. 
- Mmm, cereales. Yo quiero!!! -replica como un niño pequeño. Vamos a la cocina riendo, y los dos nos lo preparamos, vamos al sofá y sentados viendo una serie nos lo comemos. 
- Que ricos! Hacía tanto que no comía de esto... -digo yo.
- Estás muy delgada Anna, ¿no comes casi nada? -me pregunta preocupado.
- Bueno, desde que nos distanciamos, se me cerró el estómago, no tenía ganas de comer, y sólo comía lo necesario. 
- Joder, me siento culpable... Ahora que estamos tan unidos, no quiero que vuelvas a dejar de comer así eh, y si algún día nos volvemos a distanciar nunca dejes de comer, que me preocuparé mucho. 
- ¿Algún día nos volveremos a distanciar? -pregunto triste, me duele que piense que hay alguna posibilidad de que eso pase.
- Espero que no, pero si algún día pasa, volveremos a unirnos de nuevo. -bueno, esto me hace un poco más feliz. 
Terminamos de comer, y nos tumbamos en el sofá, yo apoyo mi cabeza en su pecho, y él me acaricia la cabeza. 
- Mi vida, ¿no tienes calor? -le pregunto yo, espero que sí, así le puedo decir que se puede quitar la camiseta... 
- Sí, bastante... 
- Puedes quitarte la camiseta, o lo que necesites para estar más cómodo. Yo voy al baño.
Cuando salgo le veo en calzoncillos, dios mío, que bueno está. 
- Sí que tenías calor, sí... -digo sonriendo y me siento encima suyo. 
- Y ahora más... -dice mirándome el escote- Oye... Esta noche he dormido con tu olor en mi cama y eso me ha hecho feliz, pero creo que necesito abrazarme a tu cuerpo para dormir realmente bien... Podría quedarme esta noche, aquí contigo... 
- Es que está noche tenía pensando dormir con mi peluche... -digo besándole el cuello, y jugando un poquito con él.
- Para que quieres el peluche si me tienes a mi... Además, necesito una dosis de tus ronquidos para ser feliz. 
- Yo no ronco listillo! 
- Roncas muchísimo! -me tira al sofá y se va corriendo hasta mi habitación, cuando entro lo veo tirado en mi cama. 
- ¿A que no dejo que te quedes? -le pregunto tumbándome encima suyo y teniéndole a dos centímetros de mi cara. 
- ¿A que no aguantas una noche más sin sentirme a tu lado? -me dice mientras me quita la camiseta. 
- Mmm... Quizás tienes razón... 
- ¿Quizás? -me desabrocha el sujetador mientras nos gira para ponerse encima mío. 
- Bueno... Probablemente tengas razón. -digo con la voz entrecortada, como me hace estremecer... 
- Seguro que tengo razón. -me dice después me haberme quitado la parte de abajo de la ropa interior, que era la última prenda de ropa que me quedaba. 
- ¿Eso crees? -le digo quitándole los calzoncillos para que quedemos en igualdad de condiciones. 
- Sí. -me dice tumbándose encima mio. 
- Entonces sí, tienes toda la razón. -y le beso, no podía aguantar más sin sus besos. Y otra vez volvemos a lo mismo, aunque cada vez es mejor que la anterior. Vuelvo a sentir aquello que tanto me gusta con él, vuelve a hacerme disfrutar, a hacerme saber lo que es el placer. 

2 comentarios:

  1. Realmente bueno! ;) más! otro hoy?? dime que si!! no nos puedes dejar así!! :)

    ResponderEliminar
  2. Lo mismo digo, muuuuy bueno!! Quiero más!:D

    ResponderEliminar