Capitulo 41: Conciencia

No descansamos, aprovechamos hasta el último minuto de esta noche... Ya debe de estar amaneciendo y nosotros seguimos gozando el uno del otro.
- Me encantas, no sé como puedo tener tanta suerte... -me dice después de tumbarse a mi lado.
- Creo que esta ha sido la mejor noche de toda mi vida... -es la verdad, no recuerdo haber sido tan feliz en una noche.
- ¿Crees? Esta ha sido la mejor noche de mi vida sin ninguna duda. -me abraza, joder, me encanta estar así con él. - ¿Puedo quedarme aquí a dormir contigo un rato?
- No... No puedes, debes. Te obligo a que te quedes conmigo, a que me abraces y me hagas la mujer más feliz del mundo. -no puedo dejar de sonreír y así me duermo a su lado, abrazada a él, oliendo su perfume... Lleva aquel perfume, el mismo que le echó al peluche, el mismo que se ponía antes, buf me pongo más feliz todavía.
Al cabo de las horas me despierto, deben de ser las 12 del medio día, levanto mi cara que estaba apoyada en su pecho y le veo mirándome, sonrío y me devuelve la sonrisa.
- Ay pequeña, necesitaba oír tus ronquidos, los echaba tanto de menos...
- Oye! Que yo no ronco, ¡¡¡que respiro fuerte!!! -le digo lanzándome sobre él como una bestia.
- Ya claro, lo que sea, pero los echaba de menos. -y me besa.
- Me quedaría en esta habitación contigo toda la vida, pero a las 3 de la tarde tengo que irme a Mollet. -no lo recordaba, pero mis padres me dijeron que este finde fuera sin falta.
- No!! No te dejo! Te quedas aquí conmigo. -me abraza con fuerza.
- Mi vida me tengo que ir... -le digo tristona, yo tampoco quiero irme...
- Bueno si me vuelves a llamar "mi vida" te dejo ir.
- Mi vida, mi vida, mi vida, mi vida! -le beso con fuerza. Me suelta y nos vestimos.
Estamos a punto de salir de casa.
- Oye... ¿Te importaría llevarme al AVE?
- Para nada, más tiempo para disfrutar de ti, mi niña.
Llegamos, y como esta lleno de gente nos despedimos con un beso en la mejilla, me giro un poco para que nuestros labios se rocen ligeramente, ahora que los he vuelto a probar, ¡me he vuelto una adicta!
Durante el trayecto me da tiempo a pensar, aquello que me daba tanto miedo, pensar en las consecuencias de todo esto... Pero para mi sorpresa, mi conciencia está tranquila, me siento tan feliz que me olvido de los problemas, pienso en Dani y me es imposible pensar en Miki... Sé que esto está mal, fatal, pero me hace tan feliz...
Llego a casa de mis padres, que me dijeron que cuando llegara fuera a su casa. Me abre la puerta mi madre, y cuando entro hacia el salón veo que me han preparado una fiesta sorpresa, con todos mis amigos y familiares, incluido Miki.